En las últimas horas, el Ejército Nacional, la Armada, la Fuerza Aérea, la Policía y la Fiscalía lograron la neutralización de maquinaria usada para la minería ilegal en la vereda Zaragoza, del municipio de Buenaventura (Valle del Cauca).
Durante el operativo, las autoridades destruyeron dos excavadoras, cuatro motores industriales, tres motobombas y dos clasificadoras utilizadas en esta actividad ilegal, los cuales estarían avaluados en más de $900 millones. Asimismo, incautaron una pistola 9 mm, una escopeta calibre 12 mm, 31 cartuchos, tres proveedores y dos radios de comunicación.
Según información preliminar, esta actividad ilícita era generada por el grupo armado ilegal de las disidencias de las Farc, columna Jaime Martínez que opera en la zona.
El daño ambiental causado por la disidencia con estas minas ilegales es grande, pues se estima que al menos cinco hectáreas fueron deforestadas. Esta laceración se suma al vertimiento indiscriminado de elementos tóxicos como el mercurio, que afectan no solo el agua, sino también la fauna y la flora.
En lo corrido de este año, la Armada ha destruido al menos ocho minas ilegales en el litoral Pacífico.
Levantan fronteras invisibles
Los Espartanos y Los Shottas, las dos bandas que han atemorizado a la población de Buenaventura, Valle del Cauca, con sus cruentos enfrentamientos por el control territorial del tráfico de estupefacientes, dieron una muestra de voluntad de paz. Así se lo confirmó a SEMANA Rubén Darío Jaramillo, monseñor y representante de la Iglesia católica en el distrito portuario.
De acuerdo con el religioso, los cabecillas de estas estructuras anunciaron, en medio de las conversaciones que han venido sosteniendo desde que el presidente Gustavo Petro comunicó su voluntad de lograr una ‘paz total’, que levantarán las fronteras invisibles en la ciudad. De hecho, el mandatario, tras una visita a la ciudad, instó a estas bandas a unirse a esta iniciativa: “Shottas y Espartanos son bienvenidos a la paz”.
“Todos estaban esperando signos concretos de paz. Ellos han tomado la decisión de que la gente pueda movilizarse tranquilamente por toda la ciudad”, señaló Jaramillo. El barrio Juan XXII, que es donde estas estructuras convergen y luchan principalmente por el territorio, es el más beneficiado con la decisión de las bandas.
“Este es un mensaje para la ciudadanía y los empresarios, porque hay sectores que con las fronteras invisibles estaban vedados. Necesitamos el compromiso del Estado y del sector empresarial para consolidar esta paz que Buenaventura necesita”, argumentó.
Jaramillo destaca que en el distrito portuario, con decisiones como el levantamiento de las fronteras invisibles, las bandas han demostrado pasar de las palabras a los hechos. Sin embargo, acepta que también deben avanzar hacia el cese de la comisión de delitos como el hurto y la extorsión. “Los integrantes de estas bandas quieren estudiar y formar pequeñas empresas (...) esto es una voz de esperanza en nuestro país”, concluyó.
Respecto a la idea de la ‘paz total’ propuesta por el presidente, se pronunció hace unos días el alto comisionado para la Paz, Iván Danilo Rueda. El funcionario dijo que de momento el escenario con los diferentes actores armados es de aproximaciones y conversaciones.
“Como todos saben, hay una arquitectura con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y se está en cumplimiento de los protocolos. Están en el mismo ejercicio los no firmantes del acuerdo de paz, que se hacen llamar Estado Mayor Central de las Farc. Ha habido exploración con la Segunda Marquetalia, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y grupos armados que operan en ciudades como Medellín”, afirmó.
Además, hizo una llamativa comparación al poner a los grupos armados a la par de animales como las serpientes. Esto, para señalar que cada actor violento tiene su propia naturaleza y antídoto para contrarrestarlo: “Se respetará la naturaleza de cada grupo armado. Todos son del reino animal, cada uno tiene un rol distinto en este ecosistema de la violencia”.