La exdirectora del DAS María del Pilar Hurtado y el exsecretario de la Presidencia Bernardo Moreno llegaron a tiempo a la cita con la Justicia. Ella, rodeada de miembros del CTI, y él, de su familia y miembros del partido Centro Democrático, entre ellos el director, Óscar Iván Zuluaga. El nerviosismo se apoderó de los dos altos exfuncionarios, una vez más, porque se acerca la hora final de un fallo que cambiará sus vidas. Los dos están procesados por haber realizado actuaciones ilegales, conocidas como chuzadas o interceptaciones telefónicas. Con este método persiguieron durante el gobierno de Álvaro Uribe a periodistas, magistrados y políticos opositores. María del Pilar fue condenada por los delitos de violación ilícita de comunicaciones, abuso de función pública, concierto para delinquir, peculado por apropiación y falsedad ideológica en documento público. Mientras, Moreno fue hallado culpable de los delitos de concierto para delinquir, violación ilícita de comunicaciones y abuso de función pública. Al comienzo de la lectura del fallo, el magistrado de la causa dejó claro que "el procedimiento que adelanta la Corte Suprema contra aforados se hace con estricto apego a la carta política y no con tendencias políticas". Al tiempo que aseguró que "la información reservada respecto las creencias religiosas, tendencias políticas y orientación sexual, no puede ser divulgada por el Estado ni por sus organismos de seguridad”. En su intervención el togado hizo referencias a ex altos funcionarios del DAS que entregaron pistas sobre la manera como María del Pilar les hacía exigencias. “El exsubdirector de inteligencia Fernando Tabares dijo que ella le hacia las exigencias de información reservada, y decían que desde la presidencia estaban felices de la información recauda". Entre el listado de pruebas que presentó el togado, se refirió a las palabras de Gustavo Sierra, exsubdirector de análisis, cuando dijo que "tuvo en su poder una valija con una grabación de una Sala Penal de la Corte Suprema en medio magnético, la cual fue objeto transliteración para ser entregada a María del Pilar Hurtado con destino a la presidencia de la República". Mucho se ha especulado sobre los años de condena que pagarán estos dos altos exfuncionarios, pero también está en vilo la decisión de los magistrados sobre si otorgar o no un beneficio a Moreno por haber acudido religiosamente a todas las audiencias y respetar el llamado de la justicia. La corte decidió, en primera instancia, que él deberá pagar ocho años de cárcel con el beneficio de casa por cárcel.