Aunque la senadora María Fernanda Cabal se ha convertido en una de las uribistas más críticas contra el gobierno de Iván Duque y no ha dejado de expresar su descontento por algunas de las decisiones, como los acercamientos con el ELN para un posible diálogo de paz, el senador liberal Guillermo García Realpe considera lo contrario.
“Analizando los últimos acontecimientos políticos, de gobierno y agenda legislativa, por supuesto que de lejos la persona más influyente del gobierno de Iván Duque es la senadora María Fernanda Cabal”, le dijo García Realpe a SEMANA.
El senador afirmó que tiene pruebas para considerar que Cabal -contrario a lo que se pensaba- es influyente en la Casa de Nariño. “Ella frenó lo que quiso durante esta legislatura, tanto en proyectos de ley como en acciones de Gobierno”.
A juicio de García Realpe, María Fernanda Cabal se opuso a que se agendara y se discutiera en la plenaria del Congreso el proyecto de ley que implementaba la jurisdicción agraria, es decir, llevar a jueces, magistrados y fiscales a zonas apartadas del país a dirimir legalmente diferencias de predios. La iniciativa era un compromiso pactado en los acuerdos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc.
Por esto, su hundimiento generó voces de rechazo entre los partidos de oposición que consideraron durante el fin de semana que les faltó interés a los funcionarios de la Casa de Nariño para el trámite de dicha iniciativa. Señalaron que se le hizo el quite porque hacía parte de lo acordado en La Habana.
“Ella (Cabal) no lo dejó pasar, grabó unos videos contundentes en favor de su propuesta y dijo que en Colombia se iba a implementar una especie de despojo de tierras para los campesinos, situación absolutamente falsa”, argumentó García Realpe.
Además -según él- ella frenó otro proyecto que terminó hundido y también ha generado controversia: la inclusión del país en el Acuerdo de Escazú en la Comisión Segunda del Senado, una iniciativa que hasta el propio presidente veía con buenos ojos.
“Cabal también detuvo coyunturalmente la reforma a la justicia… me da la impresión de que el gobierno de Iván Duque entregó el proyecto de Escazú y la jurisdicción agraria para que pasara la reforma a la justicia, algo absolutamente indebido”.
El senador dijo además que no tiene idea si María Fernanda Cabal es cercana o no al gobierno, “pero Duque le copia mucho, demasiado. Entre otras cosas, ella, mediante un escrito y con puntos leyó lo que podía hacer el gobierno o no con los voceros del paro. Y finalmente, bloqueó que se firmara las garantías de seguridad a los derechos humanos de los manifestantes y el derecho a la protesta. Ni siquiera eso firmó la Casa de Nariño”.
Cabal se ha convertido en una voz controvertida, frentera y directa que defiende más a sus principios de derecha que al gobierno de Iván Duque, a quien le ha hecho constantes críticas, como también sucede con las senadoras Paloma Valencia y Paola Holguín. No obstante, según García Realpe, su poder desde el palacio presidencial es más fuerte del que aparenta.
La congresista, con su estilo, sin filtros y sin rodeos, ha lanzado fuertes críticas contra la oposición -a Antonio Sanguino le dijo que pertenecía al Partido Verde de color sandía-, y la propia Iglesia. La uribista enfrenta una fuerte controversia con algunos de los sacerdotes jesuitas, contradictoriamente de la Universidad Javeriana, donde su hijo, Juan José Lafaurie, estudia octavo semestre de derecho. La razón: el apoyo de algunos religiosos a las protestas.