El exgobernador de Antioquia, excandidato presidencial y hoy presidente del movimiento Compromiso Ciudadano habló con María Jimena Duzán y analizó los recientes eventos coyunturales del país. Esto fue lo que dijo sobre la posición que debería tomar Colombia frente a Venezuela, su decisión de participar en la próxima contienda presidencial y de la posibilidad de persistir en un diálogo con el ELN. María Jimena Duzán: Usted dijo acá que si no ganaba las elecciones en 2018 se iba de la política y se dedicaría a hacer sus cosas y su vida, y que vinieran las nuevas generaciones, tengo el pálpito de que eso está cambiando. Sergio Fajardo: Sí, pero voy a explicar. Yo dije en la campaña presidencial que era la última vez en la vida que yo iba a ser candidato y que yo quería ser rector de una universidad y me gustaría trabajar con estudiantes, con profesores, volver a mi casa después de todo lo que he aprendido durante estos 19 años desde que empezamos a pie en Medellín a repartir volantes y a trabajar en la universidad, y lo dije, y ahora después de las elecciones con todo lo que pasó, con toda la intensidad de ese mundo en el que se vive, yo me hice una reflexión. Sin duda yo he sido líder de un grupo importante y tengo que responderles, porque es gente que quiere participar, que quiere estar en la política, que ha soñado, porque aquí estamos por convicción. Entonces yo hoy digo que es altamente probable que yo vuelva a ser candidato, hay muchas cosas en esta vida pública que son impredecibles, este es un mundo muy hostil en muchos sentidos, pero es mi convicción y esta fue la vida que yo escogí y tengo una responsabilidad y estoy contento. Puede leer: El ‘Team de los tibios’ es tendencia en Twitter M.J.D: Bienvenido al ruedo candidato, ya le puedo decir candidato… hay un hecho que ha sorprendido a casi a todos los colombianos, incluido al gobierno del presidente Duque a raíz de que en una rueda de prensa el asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump, John Bolton, dejó ver sus notas y se alcanzó a ver que decía: ‘enviar 5000 tropas a Colombia’, esa es la tesis… ¿usted cree que estamos cerca de que Colombia participe en una eventual intervención militar que se podría estar fraguando o pensando como un escenario posible desde los Estados Unidos? S.F.: Yo espero que no y no quisiera que eso ocurriera porque yo creo que una intervención militar sería nefasta para Venezuela, para nosotros en Colombia sería horrible, y no digo que no crea, espero que no, pero han pasado tantas cosas en este mundo de la política, unos comportamientos que uno dice… pues no tienen ningún tipo de lógica y ningún tipo de racionalidad y han ocurrido, pero yo espero que no ocurra porque sería -desde mi perspectiva- un error muy grande. Esa nota la vio todo el planeta y pone en duda a Colombia. El Gobierno Nacional dice que no tiene ni idea de por qué aparece eso, y yo les creo, pero sería nefasto. No tengo duda alguna de que la presión internacional es necesaria para acabar con la dictadura del siglo XXI, con un gobierno que ha hecho un daño muy grande en muchos sentidos, en particular, a los países vecinos, a su población y se necesita esa presión política. Lo que ha ocurrido es inédito, inaudito, que nos tomó por sorpresa a muchas personas, cuando se pensaba que la oposición no tenía nada qué hacer y que esto ya estaba escrito, ocurrió que este señor Juan Guaidó, que me parece un valiente, cambió el escenario y el mundo está mirando a Venezuela, hay una presión tremenda y yo creo que esa presión se necesita hasta que Venezuela logre la democracia, pero una intervención militar sería nefasta. M.J.D: Si usted fuera el Presidente, ¿qué habría hecho distinto a lo que ha hecho Duque frente al tema de Venezuela desde que llegó al poder? “No necesitamos soldados norteamericanos en el territorio colombiano, bastante tenemos con nuestros conflictos”: Fajardo S.F.: Yo estaría en el Grupo de Lima, yo creo que hay que estar en ese contexto multilateral, estaría avanzando en las presiones políticas que se tienen que hacer con mucho tacto, es que aquí estamos jugando con candela, aquí en Colombia nunca nos había tocado algo de esta naturaleza. Está Rusia, está China, Estados Unidos. El señor Bolton dice que todas las opciones están abiertas y es muy peligroso, yo quiero la democracia en Venezuela, no comparto lo que está ocurriendo. Nosotros somos 2.200 kilómetros de frontera, ¡la cantidad de personas de Venezuela que han venido acá sufriendo porque las han expulsado injustamente de su país! Pero todo esto hay que llevarlo con calma, esto que estamos viendo es una película que no imaginábamos, se están dando pasos y yo espero que esos pasos sean para que llegue el momento en que el gobierno de Maduro tenga que negociar, pero siendo el presidente actuaría dentro del contexto del Grupo de Lima y estaría presentando nuestras posiciones. Puede leer: La discusión entre Gustavo Petro y Claudia Gurisatti por las movilizaciones en Venezuela M.J.D: Hay mucha gente que piensa que la posición de Colombia frente a Venezuela y en general en la política internacional volvió a tomar esa relación muy estrecha con los Estados Unidos, ¿usted cree que es correcto lo que está haciendo el presidente Iván Duque de aliarse de manera incondicional? S.F.: La palabra Estados Unidos siempre es conflictiva en el contexto de las relaciones internacionales y es una relación difícil, porque además está el gobierno de Donald Trump y su actitud ante América Latina y yo soy orgullosamente latinoamericano... La forma, el tratamiento del muro, con los inmigrantes, una cantidad de expresiones ofensivas, estamos en el mundo de las relaciones y yo estoy pensando como gobernante, no estoy en la condición de barra brava que sale a decir cualquier cosa, yo creo que hay que mantener unas relaciones, tenemos que mantener nuestra dignidad, con seriedad, muy complicado ese papel que están jugando, porque además es la primera vez que van más allá de México en ese tratamiento, pero en un caso particular estamos enfrentados a una dictadura del siglo XXI, yo creo que esa presión internacional es importante y necesaria para que se dé lo que se tiene que dar en Venezuela y esperemos que haya sensatez, crucemos los dedos. M.J.D: Esta situación tensionante con Venezuela se mezcla con el hecho de que el ELN produjo un atentado repudiable que todos hemos rechazado y que propone un ambiente difícil porque se sabe que una parte del ELN, posiblemente la que hizo ese atentado (la liderada por Pablito) está siendo protegido de alguna manera por el régimen venezolano de Maduro. Usted ha criticado mucho la decisión de no aplicar los protocolos, ¿cree que el gobierno debería dejar la puerta abierta y no votar a la caneca la posición de una salida política al conflicto con el ELN? S.F.: Lo que hizo el ELN no tiene ninguna justificación, es una barbaridad y no solamente eso, sino que el comunicado que escribieron fue como mandarle una carta al pueblo colombiano y decirles ‘nosotros no queremos hacer la paz con ustedes y no se merecen la oportunidad en este momento de estar en una condición de paz’. Es doloroso (…) para personas como yo que hemos creído toda la vida que estos conflictos se tienen que solucionar eventualmente en una negociación, pues el ELN ha dicho una vez más: ‘no quiero una negociación’ y los tenemos que enfrentar con toda la fuerza del Estado colombiano. Eventualmente tendrá que haber una negociación, ojalá más temprano que tarde, pero eso está en el terreno de la política. Los protocolos son para respetarlos, como es típico en Colombia, empiezan a aparecer una cantidad de condiciones legales, pero en realidad el tema es muy sencillo: esto lo firmó el Estado colombiano, unos países como garantes para que ayudaran en lo que estaba haciendo el Estado y no tiene sentido que después de que ocurre algo de esta naturaleza -que es horrible y que no tenemos ninguna palabra para calificarlo distinta a barbarie-, no se vaya a cumplir con lo que se firmó. Se tiene que cumplir, es la palabra del Estado colombiano. Es doloroso, yo quiero que los capturen, pero hay que respetar esos protocolos y eso le da seriedad a Colombia. Es entendible el malestar de la gente, nadie está contento con esto, puede que haya algunos, pero muy poquitos, pero es la responsabilidad del Estado colombiano respetar su palabra. Lea también: Venezuela: Grito de libertad M.J.D: Tradicionalmente en Colombia las encuestas han preguntado a la gente y a la opinión pública y nunca han estado interesadas en una guerra con Venezuela. En esta ocasión parecería que hay un elemento distinto. Primero, están las redes. Segundo, ha habido declaraciones muy fuertes, incluso de Donald Trump, diciendo que Venezuela protege al terrorismo, el terrorismo como el ELN, ¿no será que se están juntando estos factores para que a través de la pasión y los sentimientos que se exacerban se termine abriendo campo a una guerra con Venezuela? S.F.: Yo espero que no, espero que haya un sentido de racionalidad en todo este tipo de discusiones, es una mezcla difícil porque da mucha rabia, hay mucho malestar, hay muchas personas con rabia e incomodidad profunda. Y ese tipo de discursos suenan atractivos en momentos donde se están dando todas esas tensiones en medio de la barbarie, pero hay unas personas en la sociedad que tenemos que hacer un esfuerzo para explicar que no tiene sentido, que tenemos que tramitar ese dolor, porque nosotros no podemos llegar a una confrontación de esa naturaleza, se está haciendo una diplomacia de presión que yo creo que es legítima para que en Venezuela se dé el cambio, pero nosotros no podemos propiciar un elemento de violencia y vincular a Colombia en medio de una guerra en las circunstancias en que nosotros estamos. Son muchas las personas de Venezuela que han venido a Colombia, y yo me siento orgulloso como colombiano de la forma cómo los hemos tratado, con algunas excepciones, pero Colombia ha sido un país generoso que no está acostumbrado a todo esto y no tiene sentido validar la violencia y justificar a un señor que da unos discursos delirantes en muchos sentidos, hay que usar la razón para decir: ‘esto no nos corresponde’ y mantenernos donde nos toca, porque cualquier cosa que se abra es una hecatombe y ni nosotros, ni la gente que está sufriendo en Venezuela necesita una hecatombe, necesitamos que pueda volver a su casa una buena cantidad de personas. En medio de tanta locura y de tantas emociones a algunas personas nos toca hablar con serenidad. M.J.D: Y usted serenamente por qué considera importante no volver a la guerra, ¿cómo nos puede cambiar? S.F.: Nosotros sabemos de guerras, la zona limítrofe con Venezuela, el Catatumbo, Norte de Santander, Arauca, hacia La Guajira, es una zona que vive todo el día en el mundo de la violencia, las condiciones que están en el mundo de la violencia son lamentables en muchos sentidos, no hemos sido capaces como Estado colombiano de ocupar nuestro territorio y no hemos aprovechado muchas de las oportunidades que hemos tenido para llegar y construir una sociedad justa, que no tenga que ser el miedo y la violencia lo que nos defina a nosotros. Esa zona, es una zona pobre y con unas injusticias tremendas, una guerra terminaría siendo peor, porque la guerra la van a terminar pagando los más humildes, yo creo que no tiene sentido y quienes tenemos una responsabilidad debemos decir que no nos dejemos llevar, porque en Colombia dolorosamente en nuestra historia somos fáciles de caer en la violencia para resolver conflictos. M.J.D: ¿Usted cree que una de las soluciones es aumentar la presencia de tropas americanas en el territorio? S.F.: No tiene ningún sentido, nosotros no necesitamos soldados norteamericanos en el territorio colombiano, bastante tenemos con nuestros conflictos: bandas criminales, guerrillas, disidentes, para ponernos en otro conflicto. Todavía nos falta mucho camino por recorrer, tenemos la dignidad de un país que es autónomo, que es capaz de responder por sus actos, entonces no necesitamos tropas de los Estados Unidos en Colombia, no nos armemos problemas donde no nos corresponden. Le sugerimos: “El gobierno no tiene rumbo”: Sergio Fajardo M.J.D: Es curioso que este episodio surja a raíz de dos situaciones muy curiosas, uno, el acuerdo de Afganistán con los talibanes. Luego de muchos años sentados lograron un acuerdo consolidado, siendo terroristas al margen de la ley. Y por el otro lado, estamos en una situación en esta región en donde parecería que la política se está asfixiando y no encuentra las maneras de salir y que cuando falta la política entra la fuerza. ¿Usted cómo ve eso que pasó en Afganistán? Es increíble que en Estados Unidos si se sentaran con los terroristas a hablar… S.F.: Esta es una interpretación libre, y tengo muchas reservas con respecto al gobierno de Estados Unidos, el Presidente Trump si de algo se enorgullece es de ser un negociador y tiene un estilo agresivo de negociación que es molesto, pero la sensación que yo tengo es que él goza de esas circunstancias y me da la sensación que eso hace parte de su forma de ser y así ha conducido la política de Estados Unidos, lo cual es peligroso, porque hay un cierto factor aleatorio que depende del temperamento del individuo que conduce el país más poderoso del planeta, pero esperemos que todo esto termine en una buena negociación para Venezuela en el sentido que salga el gobierno de Maduro y Venezuela recupere su democracia. M.J.D: Mucha gente dice que no hay que negociar con el ELN porque son terroristas, posiblemente en este momento después de un atentado las negociaciones se congelen pero cerrar la puerta, eso tampoco lo hace la política tradicional, acaba de darse un acuerdo entre talibanes y Estados Unidos… S.F.: Lo que hizo el ELN es barbarie y la forma como justificó sus actos no tiene ninguna justificación, en este momento no hay posibilidad de una negociación y yo creo que cualquiera que fuera presidente estaría diciendo lo mismo, llegará, ojalá más temprano que tarde, pero en este momento es impensable por ese comportamiento del ELN. Con el ELN son más de 20 años que hemos estamos a punto de firmar. Yo fui miembro de la Comisión Facilitadora de Paz de Antioquia del gobierno de Álvaro Uribe, como gobernador de Antioquia tuve la oportunidad de ir a la cárcel y entrevistarme con dos comandantes del ELN que en ese momento estaban prisioneros, Felipe Torres y Francisco Galán y conversamos en muchísimas oportunidades. Hoy los dos están fuera, ya cumplieron con su pena, y recuerdo tantas instancias de discutir acerca de las posibilidades de paz y ellos ayudaron muchísimo en tratar de hacer esa negociación y siempre que se pensaba que estábamos cerca, se desbarataba esa negociación. Yo no sé, hay algo en la forma del ELN que en el momento en el que están enfrentados a la decisión, no sé si se asustan o no sé. Esto se ha tratado muchísimas veces.