María Lorena Gutiérrez (Bogotá, 1968) se ha caracterizado por su bajo perfil. Hace cinco años que trabaja con el presidente Juan Manuel Santos y no serán más de dos las veces que ha tenido que pararse en frente de los micrófonos o dar declaraciones en televisión. De hecho, no se conoce la primera entrevista que haya concedido a la prensa. La opinión pública tiene pocas referencias acerca de ella, más allá de las reseñas oficiales de su carrera profesional. Pero muchos cercanos al poder le han dedicado varios adjetivos que pueden definir su talante e, incluso, hay quienes la llaman la "mujer detrás del trono”. Hoy, desde su cargo como ministra de la Presidencia, Gutiérrez se ha visto envuelta en una controversia de altos quilates. La periodista Vicky Dávila, en la entrevista que concedió a Daniel Coronell publicada en la más reciente edición de SEMANA, insinúa una presunta presión desde el Gobierno para sacarla de La FM. Ello aunque según un comunicado de RCN Radio, la reconocida comunicadora renunció en la noche del pasado jueves. No es la primera vez que su nombre se había visto envuelto en medio de las circunstancias provocadas por una dimisión. Hace siete meses, también fue mencionada dentro de las numerosas versiones que rodearon la renuncia de Néstor Humberto Martínez al Ministerio de la Presidencia, cargo que María Lorena heredó. Dávila dejó entrever que su salida de La FM no obedeció a la publicación del ya famoso video del excongresista Carlos Ferro con un oficial de la Policía en el que hablan abiertamente de relaciones homosexuales. No. Para la periodista, se trató de las críticas a la administración Santos y de un hecho particular: la publicación del contrato suscrito por el Departamento Administrativo de la Presidencia para la compra de 400 cajas de almendras que serían utilizadas como regalo para las delegaciones diplomáticas que visitaran la Casa de Nariño.

María Lorena lleva seis años al servicio del presidente Santos. Desde hace un año se ha convertido en más que la mano derecha del mandatario, ahora como la ‘superministra‘ de la Presidencia.Incluso menciona una fecha clave, el pasado 10 de febrero. Ese día La FM publicó la investigación sobre las almendras y, según Dávila, “la ministra de la Presidencia, María Lorena Gutiérrez, me envió con un alto directivo de la Organización Ardila Lülle el lujoso tarro de almendras con escudo de la Presidencia…”. Mostró fotos para probarlo. La ministra Gutiérrez, al igual que el presidente Juan Manuel Santos, rechazó tal afirmación. En su perfil de Twitter, la alta funcionaria publicó un escrito en el que aclaraba su versión de lo sucedido ese 10 de febrero.“El mismo día que La FM se refirió al contrato de la Presidencia para la compra de unas almendras que se regalan como cortesía a los visitantes internacionales, atendí una invitación a almorzar de un alto ejecutivo de RCN, acordada previamente. En el almuerzo tratamos muchos temas, pero jamás la salida o renuncia de la directora de ese espacio radial. A él le llevé una caja de las mencionadas almendras con la única intención de que conociera de primera mano el regalo que se les entrega a estos invitados”, declaró. Para el Gobierno, no es extraño que la ministra de la Presidencia se reúna con un alto directivo de RCN. Es una empresa privada y entre las funciones habituales de la ministra Gutiérrez está encontrarse con empresarios, congresistas y altos funcionarios del Gobierno. Y aunque una de sus funciones sea “resolver problemas al Gobierno o al presidente Santos”, ella asegura que no es alguien que se la pase enviando mensajes a los periodistas. Nunca lo ha hecho. El episodio evidencia también el poder de María Lorena en la sede presidencial. No hizo parte de la campaña presidencial de Juan Manuel Santos en el 2010, pero llegó a su gobierno de la mano de Fernando Carrillo, para la comisión de empalme con el gobierno Uribe.Desde ese momento se convirtió en una pieza fundamental del equipo Santos. Fue la artífice de la reforma del Estado, una de las más ambiciosas de los últimos 50 años. Después trascendió que evaluaba a los ministros con un tablero y un sistema de semáforos y que era la encargada de vigilar la ejecución presupuestal y de hacer seguimiento a las metas de cada cartera con indicadores concretos. Antes de llegar a Palacio fue decana de Administración de Empresas en la Universidad de los Andes durante seis meses y medio. Aparte de algunas consultorías en el sector público, siempre fue ajena al mundo de la política. Sus preocupaciones eran modernizar el departamento, lidiar con los profesores titulares y lograr acreditaciones internacionales. Pero cuando le empezó a interesar la contienda política, quedó cautivada por Santos, a quien describe como un verdadero gerente.Su nombramiento no generó mayores expectativas. El título de su cargo, alta consejera para el Buen Gobierno y la Eficiencia Administrativa, indicaba que sería un puesto simbólico para demostrar el compromiso del presidente con una de sus obsesiones de más vieja data: el buen gobierno. También se pensaba que haría lo que se espera de los altos consejeros, una labor más encaminada a los diagnósticos que a las reformas de fondo. Pero con el paso del tiempo su trascendencia es tanta, que hoy por su despacho pasan absolutamente todos los temas delicados del Gobierno. Incluso, hace parte de la comisión que evalúa las irregularidades en la Policía. Otra arista de este escándalo. Vicky Dávila en la misma entrevista la señaló de haber sido socia de uno de los miembros de la comisión, que había tenido contratos con la Policía. “La doctora María Lorena ha sido socia de uno de los miembros de la comisión: Jorge Hernán Cárdenas, hermano del ministro de Hacienda y contratista de la Policía Nacional, es decir, beneficiario del general Palomino. La empresa que recibió los millonarios contratos de la Policía se llama ‘Oportunidad Estratégica‘ y uno de sus fundadores es la doctora María Lorena. Ella vendió muy barata su participación el martes 10 de agosto del 2010 y fue nombrada por decreto del presidente Santos al otro día, el miércoles 11 de agosto”, dijo Dávila.María Lorena Gutiérrez respondió de forma tajante que jamás había recibido dinero de la Policía. Además de ese polémico asunto de la Policía, hoy la alta funcionaria se le ve atendiendo todo tipo de asuntos, entre ellos manejar el Departamento  Administrativo de la Presidencia de la República, tiene funciones de gestión humana de toda la planta de personal de la Casa de Nariño y en cuanto a la coordinación, ahora está en asuntos tan diversos como la minería ilegal, los cultivos de arroz, el robo de celulares. Gutiérrez es la encargada de coordinar todo lo que tenga un componente interinstitucional. Prácticamente es la jefe del gabinete y desde hace mucho tiempo, por ejemplo, de ella decían que era la que mantenía funcionando al Gobierno mientras el presidente Santos andaba en campaña por la reelección. Quizá por esa condición, de estar tan pendiente de todo, generó diferencias con Néstor Humberto Martínez, aunque jamás fueron reconocidas. Pero en su momento se dijo que ella acaparaba toda la agenda y dejaba sin margen de maniobra a quien era el encargado de los asuntos políticos con el Congreso. Como se dice coloquialmente, acostumbraba a ‘pisarles la manguera‘ a los demás ministros. Una condición que ella misma ha negado, al señalar que coordinar el gabinete no le da atribuciones para usurpar el fuero de los ministros. Hoy, María Lorena sigue atendiendo en su despacho a los jefes de los partidos políticos y demás parlamentarios. También se dice que su poder ha favorecido miembros de su familia en el cuerpo diplomático. Su hermano, Álvaro Gutiérrez Botero, pertenece a la delegación colombiana en Países Bajos como ministro Plenipotenciario ante La Haya. Hasta ahora ha sido reconocido como un buen funcionario. María Lorena Gutiérrez prefiere el perfil bajo, pero su poder es tal, que hoy la exdirectora de un medio de comunicación la señala de haber propiciado su renuncia. No es la primera vez -y, quizá, tampoco será la última- que la mujer más poderosa de la Casa de Nariño se menciona en este tipo de episodios.