En la mañana del jueves 18 de agosto de 2011, Óscar Eduardo Rodríguez Pomar parqueó su vehículo frente a la reconocida sastrería GQ, ubicada en el barrio Colombia, en el norte de Barranquilla. Pocos segundos después fue interceptado por varios hombres que se movilizaban en motocicletas, los cuales le dispararon en repetidas oportunidades.

Rodríguez Pomar falleció inmediatamente dentro del vehículo debido a la gravedad de las heridas. El crimen enlutó a la sociedad barranquillera debido al reconocimiento que tenía Carlos Rodríguez Gómez, padre del joven, quien por años fue el sastre de confianza de personalidades como el Joe Arroyo, Diomedes Díaz, Rafael Orozco y Juan Carlos Coronel.

Poco tiempo después se conoció que los sicarios se habían equivocado, pues el atentado iba dirigido en contra de Carlos Rodríguez. Detrás de todo estaba la estructura criminal de Marcos de Jesús Figueroa, alias ‘Marquitos’, el hombre que estaba sembrando el terror en la zona junto a su banda de sicarios, los cuales se encargaban de cobrar deudas, entre otra variedad de delitos.

Diego Acuña Carvajalino, quien hacía parte de la estructura criminal de ‘Marquitos’, le contó a los investigadores de la Dijín de la Policía cómo se planeó el crimen, quién lo ordenó y cuál era su fin. Igualmente, sin ningún asomo de arrepentimiento, reveló que se habían equivocado y asesinado a la persona equivocada.

“A mí me pagaron para matar al papá no a él”, afirmó Acuña con toda serenidad al confirmar que fue él la persona que lideró al grupo de matones. El error se presentó, prácticamente, porque el joven conducía ese día el vehículo de su padre y los sicarios habían recibido información escueta puesto que solamente tenían las placas del vehículo y no más.

El sicario reconoció que le pagaron tres millones de pesos como anticipo para ejecutar el crimen. Tras confirmar con otros hombres de la organización viajó de Bogotá a Barranquilla para finiquitar el atentado en contra del ganadero y comerciante, sin embargo, tras el asesinato fueron informados que habían asesinado a la persona equivocada.

Por este error, asegura, los 100 millones de pesos que le habían prometido por “la vuelta” nunca se le pagaron a la banda que estaba conformada por cuatro hombres. “Después nos dieron 20 (millones)”, reconoció el sicario. En el interrogatorio señaló que solamente le habían manifestado que el crimen se iba a efectuar por una deuda económica que un “señor” tenía con el sastre. “No sé si es que se la debían a ellos o ellos la debían acá (…) No sé cómo era, pero era por una plata. ¿Cuánta? Tampoco sé”.

Finalmente reconoció que el crimen había sido ordenado por un dirigente político de la región, aunque no pudo confirmar quién. “Era como un alcalde, concejal, no sé qué era; lo que sí sé es que esos manes (en referencia a la banda de ‘Marquitos’ Figueroa trabajaban con políticos o eran políticos”.

Este testimonio fue clave para vincular directamente a Marcos de Jesús Figueroa y su organización con el crimen de Rodríguez Pomar. Pese a que durante todo el juicio se declaró inocente tanto de la planeación y ejecución del asesinato.

Sin embargo, debido a los elementos materiales de prueba y los testimonios de sus antiguos subalternos un juez de conocimiento de Barranquilla emitió sentido de fallo condenatorio por el delito de homicidio agravado. En la decisión se advirtió que ‘Marquitos’ recibió 200 millones de pesos para planear y ejecutar el crimen del sastre.

¿Quiénes estuvieron detrás del crimen? Según la Fiscalía General, el crimen fue ordenado por el ganadero José Guillermo Hernández, más conocido como el ‘Ñeñe’ –quien fue asesinado en 2019 en Brasil-, el comerciante Peco González, quien tenía una deuda con Rodríguez y Omar Vanegas, exalcalde del municipio de Tenerife (Magdalena).

En medio del juicio se conoció una interceptación telefónica en la que se escuchaba al ‘Ñeñe’ planeando la compra de votos para las elecciones presidenciales en el año 2018. Dichas grabaciones –realizadas por agentes de la Policía- abrieron el escándalo conocido como la ‘ñeñepolítica’.

‘Marquitos’ quien por años sembró el terror en los departamentos de La Guajira, Bolívar, Magdalena y Atlántico realizando actividades relacionadas con la extorsión, el secuestro, homicidios selectivos, narcotráfico y tráfico de combustible, entre muchísimos otros.

En septiembre pasado fue condenado por su responsabilidad en el asesinato de la exalcaldesa de Barrancas (La Guajira), Yandra Brito, su esposo y un escolta en hechos registrados en el año 2012. Por este crimen ya fue sentenciado a 55 años de prisión el exgobernador de La Guajira, Juan Francisco Gómez Cerchar, alias ‘Kiko Gómez’.

En enero de 2022 se conocerá el monto de la condena contra ‘Marquitos’ quien se encuentra privado de su libertad en la cárcel de Cómbita (Boyacá). En varias oportunidades ha señalado que nunca tuvo relación con estos homicidios.