Ante el informe que reveló la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en compañía del Programa Mundial de Alimentos (PMA), en el cual le advirtió al Gobierno nacional que Colombia se encuentra en la lista de países en riesgo de hambre aguda en 2022, la Cancillería del país reaccionó.
La postura del gobierno Duque la entregó la vicepresidenta y canciller Marta Lucía Ramírez, quien fue enfática en señalar que se rechazaba el informe de la FAO, al indicar que el país cuenta con programas sociales que buscan preservar la seguridad alimentaria.
“La Cancillería, en nombre del Gobierno nacional, rechaza el informe ‘Hunger Hotspots FAO-WFP early warnings on acute food insecurity’, de la @FAO y @PMA, que menciona la situación de seguridad alimentaria colombiana al no corresponder a la realidad del país”, dice uno de los mensajes que publicó la Cancillería colombiana.
En otro mensaje, el Ministerio de Relaciones Exteriores aseguró: “Colombia cuenta con programas sociales que buscan preservar la seguridad alimentaria de sus habitantes, como Ingreso Solidario, Jóvenes en Acción, Familias en Acción, Adulto Mayor y devolución del IVA, entre otros”.
“Cuenta con una política agrícola y de desarrollo rural con instrumentos de financiación, asistencia técnica y desarrollo de cadenas de valor agregado que se han fortalecido durante este gobierno, para asegurar el aumento en la producción de alimentos logrando resultados positivos”, trinó la entidad.
Sumado a ello, Ramírez fue enfática en indicar que dicha publicación “carece del soporte fáctico, definición metodológica y claridad en las fuentes que le den validez y credibilidad. Los contenidos en los que se menciona la situación de seguridad alimentaria en la República de Colombia no corresponden a la realidad nacional”, todavía menos cuando se contrasta con el estado de cosas en la región.
También dijo: “Es francamente curioso que nuestro país aparezca relacionado en ese informe sobre problemas agudos de inseguridad alimentaria, en claro contraste con el silencio respecto de otros países de la región de los cuales se conoce suficientemente su precariedad institucional, la falta de estímulo a la inversión privada de industrias de alimentos, la falta de transparencia sobre las cifras y, curiosamente, ninguno de esos países aparece señalado en el reporte”.
Volviendo al informe, se explicó que Colombia es, junto con Honduras y Haití, los únicos países de América que podrían experimentar una situación de hambre extrema este año.
“Es probable que la inseguridad alimentaria se deteriore aún más en Colombia en los próximos meses debido a una combinación de inestabilidad política, desafíos económicos y el impacto continuo de la crisis migratoria regional amplificada por el desplazamiento interno”, detalló el documento en el apartado que habla específicamente de Colombia.
De acuerdo, con el Panorama de Necesidades Humanitarias de 2022, “7,3 millones de colombianos se encuentran en situación de inseguridad alimentaria y necesitan asistencia alimentaria en 2022″.
A renglón seguido, la FAO detalla cuáles son los asuntos de interés interno que podrían empeorar la situación alimentaria en el país, siendo el desplazamiento forzado uno de los factores más importantes y que el Gobierno debería tener en cuenta para intentar hacerle frente a la hambruna en Colombia.
“Los retrasos en la implementación del Acuerdo de Paz de 2016 entre el Gobierno y los grupos armados no estatales han provocado nuevas oleadas de ataques violentos, con 61.000 nuevos desplazados internos entre enero y septiembre de 2021, tres veces los niveles de 2020″, agrega la información.
De acuerdo con el Panorama de Necesidades Humanitarias de 2022, “7,3 millones de colombianos se encuentran en situación de inseguridad alimentaria y necesitan asistencia alimentaria en 2022″.
A renglón seguido, la FAO detalla cuáles son los asuntos de interés interno que podrían empeorar la situación de alimentos en el país, siendo el desplazamiento forzado uno de los factores más importantes y que el Gobierno debería tener en cuenta para intentar hacerle frente a la hambruna en Colombia.
“Los retrasos en la implementación del Acuerdo de Paz de 2016 entre el Gobierno y los grupos armados no estatales han provocado nuevas oleadas de ataques violentos, con 61.000 nuevos desplazados internos entre enero y septiembre de 2021, tres veces los niveles de 2020″, agrega la información.