En la entrevista de Martha Lucía Zamora con W Radio, la funcionaria contó un dato que abrirá una enorme polémica. Aseguró que tras su salida del gobierno, el viernes pasado, le ha llegado más información sobre las irregularidades que se estarían presentando en la licitación de pasaportes. Zamora aclaró que no ha podido verificar los datos, pero dijo que los pondrá en conocimiento de las autoridades.
Pero entregó detalles impactantes de lo que podría ser la corrupción que se presenta en ese accidentado proceso. Lo más grave: que supo de unas reuniones en París en las que participó el mismo hijo del canciller Leyva, Jorge Leyva. También habría estado allí Juan Carlos Losada Perdomo, director de Asuntos Jurídicos Internacionales de la Cancillería.
La cita, según La W, habría sido en el hotel Intercontinental Le Grand de la capital francesa. El viernes pasado, la misma emisora había revelado que el canciller Leyva había maltratado y gritado a la alta funcionaria, por haberse opuesto a la suspensión de la licitación.
El presidente había tomado partido por él, con un trino en el que dejó claro que lo respaldaba y en el que ponía en duda el papel de Zamora y la acusaba de representar intereses privados.
Zamora confirmó en La W que el mismo viernes en la Casa de Nariño le pidieron la renuncia. “En horas de la tarde, pasado el mediodía, recibí la llamada de un alto funcionario. Me dijeron que presentara mi renuncia en dos oportunidades ese mismo viernes”, dijo.
Allí también confirmó el maltrato que vivió por cuenta del canciller Álvaro Leyva, quien la gritó y le dijo palabras de grueso calibre. “Estaba totalmente descompuesto”, contó ella sobre lo que sucedió. Pero agregó que más allá de los gritos, lo que le molesta y no va con su ética es el tema de fondo de la licitación.
“Este es un proceso necesario para el país. Las personas no pueden quedarse sin pasaporte”, dijo. Agregó que le han dado información de irregularidades, y habló de reuniones en París y otros asuntos que ella pondrá en conocimiento de las autoridades. “Corren ríos, millones de pesos, debajo de todo esto”, agregó.
La razón del malestar de Leyva no era otra que el papel opositor que ella ha cumplido en el proceso licitatorio. En su rol de directora de la Agencia Jurídica del Estado, Zamora había advertido que si se hacían las cosas como lo pedía el canciller, las demandas que podrían caer contra el Estado serían millonarias.
“Yo creo en el presidente. Estoy segura de que él no sabe ni la mitad de (las) cosas que pasaron en este proceso licitatorio”, dijo.
“Al presidente no lo escucharon, le dijeron que lo habían escuchado. Utilizan la agencia y me utilizan a mí, para que parezca que soy la que contraría el ideal del presidente de una licitación transparente. En muchas oportunidades el presidente manifestó su molestia con este proceso”, agregó.