Este miércoles, la Fiscalía presentará la segunda parte de la que ya parece una verdadera novela judicial de corrupción. El magistrado del Tribunal Superior de Cundinamarca Carlos Alberto Vargas Bautista, actualmente en casa por cárcel, deberá sentarse nuevamente en el banquillo de los imputados por nuevos hechos de corrupción. Ya la Fiscalía había destapado sus cartas para llevarlo a juicio por intentar, mediante fallos judiciales, robarse el humedal Jaboque y por haber recibido coimas de la firma Soporte Vial para sacarla triunfadora en un pleito. En este último caso, el representante legal aceptó cargos. Este curtido magistrado montó en su despacho una oficina corrupta en la que juntó amor, clientes y dinero. Su novia y antigua judicante, Kelly Andrea Eslava Montes, fue la encargada de manejar desde un bufete externo al Tribunal, los negocios ilegales con clientes que tuvieran pleitos judiciales. Ella fue capturada al lado de Aldemaro Vargas González, primo del magistrado y colaborador de la denominada empresa criminal. En contexto:
Ahora, la Fiscalía va por la segunda parte de esta historia. El ente investigador le imputará al magistrado Vargas los delitos de prevaricato por omisión y por acción, y cohecho propio, por dos nuevos casos. El primero es una decisión judicial que condenó al Hospital Militar a pagar 14.000 millones de pesos al Consorcio Medisan (del que era socio Macromed). Y el segundo, haber beneficiado en un pleito con la Superintendencia de Sociedades a la Protag, que resultó beneficiada en una decisión judicial con el pago de 25.000 millones de pesos. Este pleito está actualmente en el Consejo de Estado. Mientras los dos nuevos casos avanzan en la justicia, Vargas está citado la próxima semana en la Corte Suprema, en donde se deberá definir si queda en firme la acusación o toma la vía del preacuerdo. El magistrado ha argumentado ante la Corte Suprema que ha sostenido varias reuniones con la Fiscalía en busca de una aceptación de cargos. Paralelamente, su exsocia Kelly Eslava está comprometida con un principio de oportunidad, que aún no ha conseguido la bendición de los jueces, pero que promete descubrir otro listado de hechos corruptos cometidos desde el despacho judicial de Vargas. De ser aprobada esta negociación, Eslava destaparía una olla podrida que podría llegar hasta altos funcionarios del Estado. En contexto:
Cabe recordar que en medio de todo este entramado de corrupción, también responde por varios delitos el hermano del magistrado Vargas: Alcibiades Vargas Bautista. Este abogado, desde el Tribunal Superior del Meta, habría puesto su función al servicio de criminales de alta peligrosidad. En los próximos días está programado el arranque del juicio. El caso de Carlos Vargas dejó en evidencia el montaje de un verdadero negocio ilegal a costa de la justicia. Sin embargo, lo que se alcanza a ver es apenas la punta de un iceberg al que le falta mucho por descubrirse. De hecho, si algo tiene claro la Fiscalía es que esta novela judicial apenas comienza.