Uribe se puso las botas y salió a recorrer las principales ciudades del país con un solo objetivo: mover a los ciudadanos para que voten por Óscar Iván Zuluaga, el candidato del uribismo para esta contienda presidencial.
Según compartió la propia colectividad, en tan solo 13 días que han pasado desde que decidió salir a volantear en las calles, Uribe ha logrado llegar a 21 ciudades en nueve departamentos, donde se le ha visto entregando volantes y publicidad electoral en favor de su partido.
“Dialogando con los ciudadanos, escuchando sus anhelos, necesidades, inquietudes e ideas, comprometiéndose con la búsqueda de soluciones, que más que buscar aplausos, han logrado generar credibilidad y confianza”, señala el Centro Democrático.
Sin ser candidato a ninguna elección popular, Uribe decidió hacer campaña en favor de Zuluaga en medio de disputas que se generaron con la coalición del Equipo por Colombia, de la que se pensaba sería parte el exministro de Hacienda.
Luego de algunos comentarios de rechazo en su contra, Zuluaga decidió irse en solitario a la primera vuelta, a pesar de insistencias de algunos líderes de esa alianza.
El partido resaltó que en medio de sus recorridos, el expresidente está exaltando las tesis del Centro Democrático, que son el Estado austero, con el fin de que se reduzca la burocracia, que se extienda la inversión social, combatir la corrupción y “que se promueva la transparencia”.
“Seguridad democrática que garantice la protección de todos los ciudadanos, que genere confianza inversionista y que al mismo tiempo, le devuelva la moral a las fuerzas armadas”, dice el partido.
La colectividad resalta que en medio de ese recorrido ha recibido halagos, ovaciones y agradecimientos. Uno de ellos fue en Montes de María, donde los ciudadanos gritaban: “¡Qué viva Uribe!”.
Aun así, cabe recordar que el expresidente también ha sido criticado e insultado por sectores que no son afines al Centro Democrático, como sucedió en El Paseo, Bolívar, donde le gritaron “Uribe paraco”.
“Tres o cuatro personas aisladamente me gritaron paraco, pero me gritaba uno paraco y cien mujeres decían: ‘Uribe, te amo’. Además, empresarios decían que tenían su pequeño negocio gracias a la política de Seguridad Democrática”, aseguró el exmandatario.
Otro episodio que ha marcado los recorridos de Uribe en las calles fue cuando dialogó con un ciudadano que le aseguró que iba a votar por Gustavo Petro, pero la charla se manejó en total respeto, tanto que el expresidente así lo reconoció.
El hecho ocurrió en Barranquilla, en donde Uribe destacó: “El señor me dijo que iba a votar por Gustavo Petro pero ha sido muy amable conmigo (…), este diálogo con él me conmueve mucho, con este compatriota que hoy tiene una línea de pensamiento diferente, pero podemos hablar”, aseguró el exmandatario.
En Santa Marta, el expresidente también tuvo algunas complicaciones en medio de su actividad de campaña política y su esquema de seguridad tuvo que proteger al líder del Centro Democrático para evitar que el hecho pasara a mayores. Mientras tanto, Uribe seguía hablando por su megáfono y pidiendo que se concertara con calma.
“Ante la agresión, serena firmeza; invitación a los argumentos así prefieran la violencia. Respetamos la libertad de todos, pero no se puede aceptar que nos quiten nuestra libertad. Colombia puede resolver lo social sin renunciar a la libertad”, aseveró el exmandatario.
Uribe no descansa de sus recorridos para estas elecciones y por eso pidió hacer lo mismo a los líderes y militantes de su partido. “Pido a todos los integrantes del Centro Democrático que nos volquemos a las calles de Colombia, a los caminos, resaltemos los logros del presidente Duque, reconozcamos los faltantes, recordemos avances que hubo en nuestro gobierno y escuchemos la crítica”, comentó el expresidente.
Es claro que una de las campañas a combatir es la de Gustavo Petro. El líder de la Colombia Humana también se encuentra en las plazas públicas haciendo su campaña a la Presidencia y por las listas del Pacto Histórico al Congreso. Uribe hace lo mismo como máximo líder del Centro Democrático, con la diferencia de que esta vez no aspira a ningún cargo.