Fuertes enfrentamientos armados entre disidentes de las Farc y la Segunda Marquetalia en la Vereda Mazamorrero, del municipio de Buenos Aires, Cauca, han dejado hasta el momento un saldo de 44 familias desplazadas y dos personas muertas.
Se conoció que una de las víctimas era un habitante de la zona donde se presentaron los enfrentamientos; era un exmilitar pensionado, de 43 años de edad. Tras la inspección de las autoridades en el lugar donde sucedió el combate, fue hallado su cuerpo.
“Las dos últimas semanas se ha venido agudizado el conflicto en los territorios y eso tiene que ver con todo el tema de presencia de actores armados, legales e ilegales, que se disputan la soberanía del territorio”, aseguró Héctor Marino Carabalí, habitante de Buenos Aires y coordinador de la Mesa de Víctimas Municipal.
Esta situación llevó a que las 44 familias que representan 108 personas llegaran al casco urbano de Santander de Quilichao, el día de ayer, 11 de mayo, en busca de refugio.
A través de un documento, el Consejo nacional de paz afrocolombiano, denunció lo sucedido. En el comunicado indican que desde el pasado 5 de mayo se han realizado disparos de un cerro al otro, dejando en medio a la población civil, causando miedo y zozobra en la comunidad.
“La noche del domingo y la mañana del 9 de mayo se presentó un fuerte enfrentamiento y se escucharon gritos hacia la comunidad declarándola objetivo militar. Este mismo día llegaron actores armados irrumpiendo a las casas y en una de ellas asesinaron a un joven sin ningún tipo de explicación”, señaló el Consejo nacional de paz afrocolombiano.
Esta organización también indicó que la situación fue informada a las instituciones municipales pertinentes, solicitando presencia de la fuerza pública, sin embargo, al no recibir atención, se vieron obligados a acudir a la Secretaría de Gobierno para pedir auxilio.
“Aproximadamente hacia las 3:00 p. m. del día lunes 9 de mayo, la comunidad habilitó camiones y camionetas para sacar a las personas de la zona. Una vez sale la gente, en el barrio Nueva Colonia, cuando algunas personas se estaban bajando del camión, dos hombres en motocicleta dispararon contra la comunidad impactando a dos menores de edad, uno perdió la vida al instante y el otro fue llevado hacia el hospital Francisco de Paula Santander, quedando gravemente herido”, detallaron.
Por el momento, el Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano hace un llamado urgente a los ministerios de defensa e interior para atender la difícil situación de orden público en la zona. “A los organismos humanitarios locales y nacionales, les pedimos evidenciar e informar lo que pasa y a las autoridades locales brindar la atención que requieren las personas”, expresaron.
Paro armado del Clan del Golfo provoca desabastecimiento y confinamiento en el Bajo Calima, Buenaventura
S.OS. Juntanza humanitaria por los pueblos de Buenaventura denunció en su cuenta de Twitter que el Bajo Calima, en Buenaventura, y el Bajo San Juan, en Chocó, están viviendo una delicada crisis humanitaria.
Relataron que el pasado 7 de mayo hacia las 10:00 a. m., el Clan del Golfo habría disparado a dos conductores que prestaban su servicio de transporte público con las rutas del Bajo Calima. “Los hechos se presentaron en la vía que conduce al Puerto de Agua Dulce, obligaron a cerrar las tiendas y dejaron a las comunidades sin alimentos, evidenciando claramente el confinamiento del territorio”, señalaron.
Por lo anterior, la población del Bajo Calima se encuentra en riesgo y manifiesta estar cansada del confinamiento, la violencia estructural y sistemática; igualmente, por hechos que ocurrieron el pasado domingo 8 de mayo. “Hacía las 8:30 a. m., la comunidad de Colonia fue convocada a una reunión por el ‘Clan del Golfo’, en la que informaron que el paro armado lo aumentan por 15 días más, y señalan, amenazan con picar a la comunidad y que acabarán con todos los colaboradores del ELN. Dan dos horas para comprar en las tiendas”, detallaron en el documento.
Ante estos hechos violentos, la comunidad decidió “enfrentar al Clan del Golfo para exigir respeto a la vida, la libre movilidad y alimentación”, pero la respuesta fue una amenaza: “A quien veamos caminando por las calles, saliendo del pueblo, quien abra las tiendas será objetivo militar y mataremos por lo menos 5 personas si sigue jodiendo”, expresa el documento publicado por las comunidades étnicas.