El Ministerio del Trabajo ha venido promoviendo un programa que, además de ser beneficioso para la población nacional, también tuvo en cuenta a los migrantes venezolanos, quienes han tenido que luchar un poco más la certificación laboral y académica, todo por las dificultades que se gestaron en medio de la crisis política y social que se viene viviendo durante los últimos años en el país vecino.
Se trata del programa Saber Hacer Vale, que en conjunto con la cartera mencionada y a través del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) certifica “las competencias adquiridas por las personas a lo largo de su vida tomando como referente las normas de competencia laboral”, dando así un documento oficial con el que los trabajadores pueden demostrar sus competencias en su área de desempeño.
Este programa ha beneficiado a nacionales y migrantes desde los 18 años en el país desde 2021, y aunque no se ha detallado el cronograma de inscripciones para este 2023, hasta el año en curso más de 4.500 personas han logrado recibir un certificado por sus habilidades en al menos 19 competencias diferentes, según recalca el MinTrabajo.
Específicamente, la cartera señaló que entre 2021 y 2022 se han certificado “4.563 personas, entre ellas 3.052 colombianos y 1.435 migrantes. De estas el 68 % mujeres (3.148) y 29 % hombres (1339) y el 1,6 % población LGBTIQ+ (76)”, personas que, a pesar de no contar con un diploma de alguna academia reconocida, ahora son apoyados por el MinTrabajo y el Sena por sus conocimientos adquiridos a través de la experiencia.
Así entonces, a los participantes de este programa las instituciones mencionadas les certifica las competencias para facilitar el acceso al mercado laboral, esto luego de evaluar y validar los conocimientos y saberes; también promover la inclusión social y con su integración promete mitigar la xenofobia y tratos discriminatorios a migrantes y población vulnerable.
Los jóvenes entre 18 y 28 años, población de grupos étnicos, personas LGBTIQ+, mayores de 60 años, migrantes o retornados colombianos, madres o padres cabeza de familia, o también quienes tengan a cargo personas que requieran cuidados especiales, son las personas priorizadas para ser parte del mencionado programa, así como estar clasificados en el nivel A, B o C del Sisbén.
Más de 169 millones de migrantes realizan trabajos peligrosos
Se calcula que en el mundo hay alrededor de 1.000 millones de personas migrantes. En otras palabras, representan a una octava parte de la población mundial, de acuerdo con datos de la ONU. Sus condiciones son frecuentemente complejas, pues en algunos casos huyen de difíciles crisis humanitarias en sus países de origen, un fenómeno que se hizo más complejo después de que se desatara la invasión de Rusia sobre territorio ucraniano.
A raíz de ese conflicto fue que, por primera vez en la historia, el mundo registró más de 100 millones de personas desplazadas a raíz de la violencia.
Una de las preocupaciones centrales de los organismos internacionales apunta a los problemas de salud que reportan los migrantes, precisamente porque su condición les impide acceder a servicios sanitarios adecuados.
“Cualquiera que sea la motivación, circunstancia, origen o estatus migratorio de una persona, debemos reiterar inequívocamente que la salud es un derecho humano para todos, y que la cobertura universal de salud debe incluir a las personas refugiadas y migrantes”, escribió Tedros Adhanmo Ghebreyesus, el actual director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un informe sobre la salud de estas poblaciones.