Después de la grave crisis humanitaria que dejó por varias semanas el asentamiento de la comunidad indígena Emberá en el Parque Nacional, centro de Bogotá, el Distrito arrancó con una operación “retorno”, para que las comunidades puedan regresar sanas y salvas a su territorio, ubicado en el sector Andágueda, entre los departamentos de Chocó y Risaralda.
La operación arrancó desde el centro de la capital del país y finalizará en el municipio de Pueblo Rico, en Risaralda. La mayoría de indígenas que terminaron refugiados a la intemperie en el Parque Nacional, lo hicieron por la necesidad de salvaguardar sus vidas y la de sus familias, en medio del conflicto armado que se ha desatado en esa región del país.
Desde la Alcaldía Mayor de Bogotá, confirmaron que “la Unidad para las Víctimas dispuso 9 camiones para el traslado de los enseres y armonizó con la Guardia Indígena la organización de los mismos: la mayoría llegarán a Pueblo Rico, mientras algunos se dirigen al lugar en el que más de 40 familias se reubicarán temporalmente en Bogotá”.
Durante todo el transcurso de este 8 de septiembre, se dará el proceso de retorno de las comunidades, las cuales se estima que lleguen a Risaralda en horas de la mañana de este lunes. La Unidad para las Víctimas ha liderado el diálogo, la concertación y el alistamiento con los integrantes del pueblo Emberá que van a retornar, reubicarse en otras zonas del país, e integrarse en Bogotá.
Desde la Secretaría de Gobierno de Bogotá informaron que “hemos acompañado desde el primer día de la administración de Carlos Fernando Galán a la comunidad emberá. Hoy, después de mucho esfuerzo y trabajo en equipo, hemos llegado al día en que esta comunidad retorna a su territorio. Gracias a la estrategia Acción Emberá logramos acuerdos seguros para todas y todos”.
Desde el Distrito también explicaron que “la jornada de este fin de semana es el resultado de un trabajo conjunto en el que la Unidad articuló con el Distrito y otras entidades del orden nacional para garantizar condiciones de dignidad en el territorio para las familias que llegan y las que les reciben”.
La presencia de los indígenas emberá en el Parque Nacional ha traído serios problemas de sanidad en ese sector de la ciudad, donde la comunidad ha tenido que vivir en plena calle, protegiéndose por medio de cambuches improvisados y precarias condiciones de subsistencia.
El concejal Óscar Ramírez Vahos denunció con cámaras ocultas el inminente riesgo de abuso a niños y mujeres indígenas que permanecían asentados en el Parque Nacional. Al Distrito le tocó invertir casi 6 mil millones de pesos para prestar servicios de salud, educación e integración social a esta comunidad.
El alcalde Carlos Fernando Galán, explicó a través de su cuenta en X que “en esta última fase del retorno, el Distrito está acompañando el proceso de traslado de la población asentada en el Parque Nacional por medio de alimentación, transporte y enseres, y ofreceremos garantías para un retorno sostenible por medio de la estrategia de Ingreso Mínimo Garantizado para un total de de 798 personas (308 hogares), con una inversión de 1.685 millones de pesos.”