Nicolás Loaiza es un soldado profesional que, en medio de la adversidad, logró sacar sus estudios adelante y se convirtió en abogado y es la voz para cientos de sus compañeros, muchos sin estudio, que aseguran sentirse humillados por el Ejército.
Según Loaiza, la institución militar expidió dos actos administrativos en los que lo saca a él y más de 800 de sus compañeros de una manera abrupta del Ejército y sin cumplir con el trámite respectivo del programa para reintegrarlos a la vida civil.
El militar dijo que esto les ha causado impactos psicológicos y económicos, pues para muchos de ellos su único trabajo ha sido el de estar vinculados al Ejército y no saben hacer otra cosa como para que el Ejército los saque de esta manera.
“La notificación sobre que no íbamos a seguir en el Ejército nos la debieron hacer cuando cumplimos los 19 años de servicio, para que tuviéramos la oportunidad de hacer completo el programa de reintegro a la vida civil, pero nos la hacen ahora a los 20 años y nos sacan de una manera abrupta de la institución”, dijo Loaiza.
Manifestó que por esta razón se movilizarán el próximo miércoles decenas de soldados y sus familias en Bogotá, en donde protestarán en el Ministerio de Defensa para denunciar, lo que dicen ellos, atropellos de los que han sido objeto por el Ejército con el programa de reintegro a la vida civil.
“A nosotros nos debieron haber llamado al retiro asistido a los 19 años de haber cumplido el servicio y no a los 20 como lo hicieron ahorita; nos llaman a los 20 y a los dos meses nos llega la baja, nos están vulnerando nuestros derechos”, señaló el militar.
Agregó: “Somos la columna vertebral del Ejército, no nos están demostrando eso con esos actos administrativos arbitrarios, abusivos, descarados del Ejército, nos han abandonado y los comandantes han hecho que esto suceda”.
Indicaron que desde hace ocho días los están peloteando con reuniones en las que no les resuelven nada y con encuentros con personas que no tienen capacidad de decisión dentro del Ejército. “Ponen a un coronel para ablandar la situación a un señor coronel que no tiene poder de decisión”, dijo el militar.
“Siempre nos humillan, la tropa está desmoralizada”: impactantes testimonios de soldados, luego de que el Ejército sacara a 700 militares
SEMANA conoció los testimonios de los soldados a quienes el Ejército no dejó que cumplieran la capacitación hacia la transición a la vida civil. Dicen que ahora engrosarán las listas de desempleados.
Desgarradores testimonios conoció SEMANA de los soldados afectados con la medida que calificaron como “arbitraria” del Ejército de sacar a más de 700 soldados, impidiendo que continuaran con el proceso de capacitación y transición a la vida civil luego de completar 20 años de servicio.
El soldado Nicolás Loaiza, en diálogo con SEMANA, mostró su indignación con el Ejército por la medida administrativa, al señalar que los uniformados siempre son humillados por sus superiores de la institución.
“Siempre nos han humillado, porque son decisiones arbitrarias que cometen con nosotros los altos mandos, que en este caso son los que administran el Ejército; todos dicen que son soldados, pero yo les pregunto: ¿qué están haciendo por los soldados? A nosotros nos están vulnerando todo el tiempo nuestros derechos”, sostuvo Loaiza.
En el relato, el soldado profesional indicó que ese tipo de determinaciones que afectan el proceso para la reintegración con la sociedad, tras pasar años en la guerra, hacen que la tropa se desmoralice, panorama que, según aseguró, ya está pasando en el Ejército.
“La tropa se ha venido desmoralizando, desde que, de una u otra manera, están tomando malas decisiones, desde que nos están impidiendo hacer nuestras laborales, se nos está vulnerando económicamente nuestro salario, inclusive, muchos elevamos derechos de petición de manera previa y les he dicho: déjenme volver a la vida civil, yo me quiero resocializar”, sentenció.
De la misma manera, el soldado Rigoberto Macana lanzó una alerta afirmando que se siente abandonado por el Ejército, pese a que sirvió, según él, con valentía y disciplina.
“A nosotros el Ejército nos abandonó, nuestros líderes no nos están agradeciendo después de servir a la patria por muchos años, a uno le queda es un sinsabor y quiero dejarlo claro porque no es la institución en sí, sino sus dirigentes que hacen que eso pase, que no les ponen atención a esas situaciones que nos perjudican”, subrayó Macana.
Además, el soldado profesional envió un mensaje directo al presidente de la República, Gustavo Petro, para que les ponga la lupa a las arbitrariedades que se están presentando administrativamente en el Ejército.
“El presidente debería ponerle la lupa a un problema tan grave como lo es la situación de nosotros como soldados profesionales, porque somos la base y somos el grupo que más le toca la parte dura y con esto nuestra asignación de retiro desmejora hasta en un 50 %”, insistió.
Otro de los militares golpeado por la salida del Ejército, que no quiso dar su nombre por seguridad, detalló la afectación que esa medida arrojó para su vida.
“Se nos ha cortado el derecho al estudio, estábamos estudiando y nos llega una notificación que dice que por tiempo de servicio de 20 años tenemos derecho a pensión, pero no se nos está teniendo en cuenta para una adaptación a la vida civil”, indicó.
Y añadió en su relato con SEMANA: “Necesitamos acompañamiento psicológico, necesitamos estudio, necesitamos ser productivos a la vida que vamos a comenzar nuevamente, estamos preocupados, nadie se hace cargo de esta situación, ni siquiera nos dijeron ‘gracias por su servicio’”.
“Nosotros hacemos parte de un plan que se llama Programa para el Retiro de los Soldados a la Vida Civil, esa es la finalidad del programa y esa es la capacitación que se nos tiene que dar. El año pasado salieron soldados profesionales, así como estoy yo, con más de 20 años de servicio porque la institución no permitía salir antes y allí se tomó en cuenta la capacitación, completaron su año de estudio y salieron con 21 años de servicio y no tuvieron ningún problema”, alertó.
Afirmó por último que salir de manera abrupta del Ejército, sin terminar el año de capacitación a la vida civil, puede traer consigo problemas de inclusión a la vida productiva, ya que en ese espacio, según relató, podían adelantar estudios que les dieran herramientas para afrontar una nueva etapa de la vida por fuera de la institución.