La cantidad de pruebas que presentó la Fiscalía contra Nicolás Petro, no se pudo contar. Los abogados del hijo del presidente prefirieron pesarla. Más de 40 gigas de información que contienen los dos millones de archivos digitales con el detalle de la investigación, que serán utilizadas por el ente acusador en el juicio.
Justamente, esa cantidad de pruebas se convirtió en un muladar para la defensa, un atolladero del que, con humor, señala el abogado Diego Henao, podrían salir en tres años, así se lo explicó un perito que tienen en el equipo de defensa y que lleva semanas tratando de desenredar los miles de carpetas y archivos que están en los discos duros con la información de la Fiscalía.
“Consistente en un aproximado de 20 horas de grabación 6.191 folios y 445 elementos en Word, Excel y PDF que pueden sumar 3.455 folios adicionales, todo ello en un peso de 28,56 gigabytes. Eso solo la primera parte, porque la segunda, cuenta prueba técnica que reposaba en el almacén de evidencias físicas y esta inició el 19 de febrero y terminó el pasado 12 de marzo”, señaló el abogado Henao.
La cantidad de elementos probatorios que entregó la Fiscalía para demostrar en juicio la responsabilidad que tendría Nicolás Petro en los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito, se convirtió en el argumento principal para la defensa del hijo del presidente a la hora de solicitar un aplazamiento de la audiencia preparatoria. Son muchos los documentos y poco el tiempo para analizarlos.
“Aún no se ha podido terminar con el análisis completo de la información aportada por la Fiscalía por el volumen que esta misma contiene y porque se ha… por supuesto no solo que falta, sino que además se ha venido entregando hasta hace muy poco: 12 marzo fue la última entrega y hace falta, su señoría, hacer la revisión de información”, señaló el abogado.
La Fiscalía compartió la necesidad de la defensa de requerir más tiempo para analizar todos los elementos de prueba, sin embargo, advirtió que el aplazamiento de la audiencia no puede argumentarse en la entrega de la información, pues esta se cumplió a cabalidad. Prueba de ello son las conversaciones y correos electrónicos que compartieron con la defensa.
“No podemos hacer el trabajo a la bancada defensiva, acudir al centro de servicios judiciales a decirle que les entreguen los audios y los videos de cada una de las audiencias preliminar y nosotros no contamos con ellos. Nosotros nos basamos en los audios y los videos, pero no los tenemos”, señaló el fiscal del caso.
Otro debate se encuentra en la necesidad de revelar la identidad de la fuente no formal que entregó la información a la Fiscalía para avanzar en la investigación contra Nicolás Petro. Mientras el ente acusador se mantiene en la decisión de guardar bajo reserva los datos del informante, la Procuraduría asegura que, a estas alturas del proceso, mantener bajo reserva la identidad de la fuente no le aporta ni le resta a la Fiscalía.
“Por el contrario, hay una persona imputada, acusada y en este momento, considera el Ministerio Público, no sería del caso ocultar información de personas que han brindado información suficiente a la Fiscalía para adelantar la investigación. Ahora, si esa información no le sirve a la defensa una vez conocida la identidad del informante, pues serán ellos los mismos interesados en desechar la posibilidad de escucharlo como testigo”, dijo la Procuraduría.
El juez entendió la necesidad de la defensa y la cantidad de elementos que fueron presentados por la Fiscalía y accedió a suspender la audiencia preparatoria. Fijó el mes de agosto como una nueva fecha en la que se encontrarán las partes y donde se cerrará esta etapa del proceso, antes del inicio del juicio.