El anuncio fue hecho por el mismo fiscal Francisco Barbosa desde el centro de Cali: los cinco jóvenes brutalmente asesinados en un cañaduzal del barrio Llano Verde fueron atacados por tres cuidadores de cultivos de caña, aunque las autoridades solo lograron capturar a dos. Según la hipótesis entregada por el fiscal, los cinco jóvenes -todos entre los 15 y 14 años- acudían con frecuencia a ese lugar a comer caña, hasta que el martes 11 de agosto los cuidadores del cultivo los atacaron sin mediar palabra.
Las víctimas, Juan Manuel Montaño, Leyder Cárdenas, Jean Paul Perlaza, Jair Andrés Cortés y Álvaro José Caicedo, tenían múltiples heridas por arma blanca en el cuello y rostro, así como tiros de gracia y golpes contundentes en diferentes partes del cuerpo. "Desde el día de ayer monitoreamos las acciones que llevaron a la captura esta madrugada de dos de los presuntos responsables del homicidio múltiple contra estos cinco jóvenes", dijo el fiscal Barbosa.
Los capturados son Jefferson Marcial Ángulo Quiñonez y Juan Carlos Loiza, quienes estaban de turno el día en que ocurrieron los hechos. Los familiares de las víctimas aseguran que se podría tratar de los dos mismos hombres que ellos vieron en la escena del crimen horas después. "Ellos tenían los machetes salpicados con sangre, al igual que la ropa", denunció en su momento Álvaro José Caicedo, padre de uno de los menores asesinados. Asimismo, la madre de otro de los jóvenes dijo públicamente que miembros de la Policía no permitieron que la comunidad capturara a los dos cuidadores de caña que estaban campantes en la escena del crimen. "Estoy contento porque logramos la captura de los jóvenes afrodescendientes", aseguró el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina. Los familiares se enteraron de la captura de los dos presuntos asesinos a través de la prensa, porque la Fiscalía no los invitó a la rueda de prensa. "Aquí vamos todos los familiares en una buseta a la sede de la Fiscalía - centro de Cali- para ver si alguien nos atiende y encontramos más respuestas, porque hasta ahora no sabemos nada", explicó Álvaro José Caicedo muy temprano en la mañana de este viernes. La hipótesis que no cuadra El Fiscal Barbosa recalcó que esta es una investigación realizada en tiempo récord, pues 16 días después de la masacre entregaron los primeros resultados, para eso fue destinado un grupo de 54 investigadores de diferentes ramas, quienes estudiaron la zona a través de drones y recogieron todas las pruebas dejadas por los asesinos en el lugar.
Pero la causa explicada por el fiscal no le cuadra del todo a los familiares. SEMANA realizó un recorrido por ese lugar cuatro días después de la masacre y evidenció que las matas de caña aún no están aptas para el consumo humano, es decir, es poco probable que los jóvenes hubieran sido atacados por comer este producto.
En este lugar fueron encontrados los cinco jóvenes asesinados.
Además, para poder acceder a las matas de caña es necesario un machete para poder cortarlas y -ni cuando salieron de sus casas, ni en la escena del crimen- ninguna de las cinco víctimas tenía un objeto parecido o un arma blanca. "Ellos llevaban una cometa", dijo un vecino que los vio por los pasos porosos que conducen al cañaduzal. Él venía de pescar en una de las lagunas del sitio, donde los jovencitos acostumbraban a ir a bañar en la tarde o mediodía. "Hay varias lecturas que este episodio nos puede dejar: la primera es que invito a los dueños de la tierra a que cuando vayan a pagar la seguridad de sus predios no contraten empresas informales, que no estén registradas en la superintendencia de vigilancia, porque estos asesinos habían sido contratados para supuestamente cuidar estas tierras", manifestó el alcalde Ospina. El mandatario caleño fue más allá y dijo que los asesinos tenían antecedentes criminales. "Los niños se encontraron con estos energúmenos, hubo una discusión y luego los asesinaron con arma de fuego y arma blanca (...) Estas personas hacen parte de una organización conocida por la comunidad como los Suzuki", manifestó. SEMANA ya había denunciado en el escrito Los cinco del cañaduzal: detalles de la masacre que enluta a Cali cómo opera esta banda ilegal en medio de los cañaduzales que conectan a la capital del Valle con el norte del Cauca. Esta misma organización criminal también estaría ligada al tráfico de estupefacientes. Son unos especies de coyotes que utilizan pasos porosos para ingresar a Cali grandes cargamentos de marihuana y cocaína. Todo apunta a que los dueños del cultivo - de los que aún no se tiene información - se habrían hecho a los servicios de esta estructura para proteger sus cañaduzales.