El coronel Benjamín Núñez, excomandante operativo de la Policía en el departamento de Sucre, fue citado a una audiencia de imputación de cargos ante una juez de Sincelejo por el asesinato de tres jóvenes en esa zona del país.

Durante la audiencia, la juez llamó a lista a quienes se presentaron en representación de la Fiscalía, la Procuraduría, las víctimas y la defensa del oficial. Como en un salón de clases, todos contestaron al llamado de la juez, menos el coronel Núñez, que hace más de un mes salió del país y actualmente se desconoce su paradero.

La defensa del coronel Benjamín Núñez, en cabeza del abogado Sergio Ramírez, presentó el poder que le confirió el oficial para que lo representara en las diligencias y en la investigación que adelanta la Fiscalía en su contra. Sin embargo, las víctimas sentaron su voz de protesta.

Para los abogados que defienden los intereses de las familias de las víctimas de esta masacre, se trata de una burla, no solo al dolor que causaron las acciones criminales, aparentemente cometidas por el coronel Núñez, sino con la justicia, “pues si el coronel pudo firmar el poder, tenía también la posibilidad de presentarse a la diligencia”, dijeron los defensores.

El abogado Didier Pizza Genera advirtió, durante la audiencia, que la juez no le puede dar trámite a la imputación, pues el coronel Núñez no se hizo presente, uno de los requisitos que deben tenerse en cuenta para un acto de comunicación de cargos y en hechos de extrema gravedad como el asesinato de los tres jóvenes en Sucre.

La juez de control de garantías en Sincelejo entendió los reparos de las víctimas y advirtió que no era procedente la imputación, entre otras cosas, porque no existe trazabilidad de la representación legal presentada por el abogado Ramírez, en defensa del coronel Benjamín Ñúñez, en consecuencia no era viable el procedimiento.

La diligencia tenía dos propósitos. Uno, en caso de que el coronel se hubiese presentado, imputarle cargos por los delitos de homicidio y privación ilegal de la libertad; dos, de no asistir, como efectivamente ocurrió, abonar el camino para una solicitud posterior de contumacia, en otras palabras, considerar al coronel un reo ausente.

Fue el segundo escenario el que prosperó y, por tanto, la Fiscalía tendrá un argumento de prueba, que soporte una solicitud posterior de contumacia en contra del coronel Benjamín Núñez, en caso de querer avanzar en este proceso, aun sin su presencia. Es una solicitud que también hacen las víctimas.

El abogado Aníbal Garay, representante de víctimas en este proceso, le pidió al abogado del coronel Benjamín Ñúñez que invite a su cliente a presentarse a la justicia, dar la cara por estos graves hechos y avanzar en el proceso judicial.

La juez finalmente decidió terminar con la audiencia al considerar que no se cumplían los requisitos mínimos para la misma, no solo que el coronel esté presente, en calidad de procesado, sino que exista la evidencia, trazabilidad, del poder que le fue otorgado a su abogado defensor.