La escena de horror en el apartamento de un mayor del Ejército, en el norte de Bogotá, quedó consignada en el dictamen preliminar de Medicina Legal, que advierte la brutalidad del crimen contra el oficial y su pequeña hija. La tragedia dejó, tristemente, como principal sospechoso al hijo del mayor.
El reporte preliminar de Medicina Legal, con la autopsia al cuerpo del mayor y su hija, reveló una aterradora escena donde el oficial habría recibido más de 100 puñaladas, con varias armas blancas que se encontraron en el sitio. La niña también fue víctima de una brutalidad extrema. En el cuerpo de la menor, hija del mayor, los forenses encontraron los rastros de al menos 72 puñaladas.
El dictamen claramente advierte que la muerte fue un hecho violento “tipo homicidio” y como causa aparecen las lesiones provocadas por las 117 puñaladas que impactaron la humanidad del mayor, en la medianoche del pasado domingo, en el apartamento que compartía la familia en Bogotá.
El mayor de 42 años fue identificado como Fabián Humberto Bueno Carranza estaba en servicio activo en el Ejército y hasta el momento no había reportado problemas o situaciones familiares complejas, era, en apariencia, un oficial con una vida resuelta, cerca de pensionarse, con normalidad en su trabajo y su hogar.
El Ejército emitió un comunicado una vez se conocieron los hechos, sin el detalle brutal que surgió con los hallazgos de Medicina Legal y que se esperan corroborar con los actos de investigación que adelanta la Policía, a través de la Sijin de Bogotá. El Ejército lamentó la tragedia.
“El Comando del Ejército Nacional lamenta profundamente los hechos en los que falleció el señor Mayor Fabián Humberto Bueno Carranza y su hija, menor de edad. Así mismo, manifestamos nuestro apoyo irrestricto a las autoridades judiciales que adelantan la investigación de los hechos y que permitirán establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar que rodearon esta lamentable situación”, explicó el Ejército.
SEMANA conoció detalles de la investigación y de lo que encontraron los investigadores en el lugar de los hechos. Varias armas blancas y sangre por distintas partes del apartamento que se convirtió en testigo de esta tragedia, así como la esposa y madre de la víctima, que desde el día del crimen, permanece recluida en hospital tras una crisis.
Los investigadores recopilaron los videos de seguridad y las declaraciones del personal del conjunto residencial, que descartaron que esa misma noche, del 28 de julio, ingresara una persona distinta a los integrantes de la familia. Sin embargo, los investigadores continúan con la recuperación de elementos de prueba que ayuden a esclarecer las circunstancias de modo, tiempo y lugar.
Entre las hipótesis no se descarta la participación de alguien distinto al hijo del mayor que, infortunadamente se convirtió en el presunto responsable y fue judicializado por la Fiscalía en un proceso adecuado a su condición de menor de edad y donde una víctima resultó ser una niña, la hermana del procesado.