Íngrid Betancourt, precandidata por el partido Verde Oxígeno, protagonizó un bochornoso momento en medio de un debate presidencial en el que participó, que tuvo lugar este 15 de febrero en la Universidad Sergio Arboleda, en el norte de Bogotá.

En medio del debate, en el que también estuvieron Óscar Iván Zuluaga, David Barguil, Camilo Romero, Jorge Enrique Robledo y Enrique Gómez, la política respondió de manera confusa a una pregunta realizada por un grupo de estudiantes de la Escuela de Políticas y Relaciones Internacionales, en relación con las medidas que tomarían los candidatos para garantizar la protección y seguridad a las mujeres frente al delito de abuso sexual en el país.

Así, lo que comenzó como una buena respuesta por parte de Betancourt, quien agradeció la pregunta ya que se trata de un tema que “nos preocupa a todos”, terminó en un mensaje que causaría todo un revuelo entre los colombianos: “Muchas veces nos damos cuenta, sobre todo en los barrios más populares, que las mujeres que se hacen violar, se hacen violar por gente muy cercana a la familia o se hacen seguir por delincuentes que siguen su ruta, saben por dónde van a pasar y son depredadores que las están persiguiendo y ella están totalmente desprotegidas”.

Como era de esperarse, la frase “se hacen violar” causó toda clase de reacciones, tanto entre los espectadores del debate como entre los candidatos que la acompañaban, tal como lo demostró Camilo Romero, quien dijo tajantemente que “las mujeres no se hacen perseguir, ni se hacen violar”.

“Pienso en dos idiomas”: Íngrid Betancourt

Al darse cuenta del rechazo casi que generalizado que tuvieron sus declaraciones en el auditorio, la precandidata decidió aprovechar una nueva intervención para ofrecer excusas por lo dicho, y tratar de explicar que, aunque sus declaraciones se hayan escuchado horrible, esa no era la connotación que ella quería dar a estas.

“Primero, excusarme porque efectivamente sentí que había una incomodidad en la sala y no entendí qué era lo que estaba pasando. Cuando estaba expresando esto obviamente lo que quería decir era que las mujeres, cuando están en este espacio, son víctimas de estas agresiones. Esto no quiere decir que ellas busquen ser víctimas. Para nada. Lo que pasa es que en un espacio como el que estamos describiendo, en el cual la mujer es excluida, es víctima, está desprotegida y no tiene la posibilidad de buscar protección ni en su familia ni en el transporte (…) Me excuso si me expresé de una manera incorrecta”, dijo.

Asimismo, manifestó que se sentía muy apenada con todas las mujeres que escucharon sus palabras, y que el error pudo haberse tratado por un conflicto lingüístico que tuvo al momento de acomodar sus ideas y decirlas al público.

“Me excuso, fue una embarrada muy grande. Me fijaré mucho en cómo hablo. Tengo dos idiomas en la cabeza (español y francés) y presentó un cortocircuito. Quería decir que las mujeres que viven en situación de pobreza son las primeras víctimas de las agresiones sexuales”, añadió.

Sin embargo, Betancourt no estuvo sola en su defensa, pues en medio del debate otro de los candidatos que se refirió al tema fue Enrique Gómez, del Movimiento de Salvación Nacional, quien contrario a lo expuesto por Romero, pidió, tanto a su contrincante como al público, que entendieran la situación de Íngrid y lo complicado que es pensar en dos idiomas, sobre todo en un ambiente de tensión.

“Ella usó un galicismo (término francés), es un error de lenguaje. No maltrate a una mujer que habla en francés durante 20 años”, fue la respuesta de Gómez.