SEMANA: ¿usted insiste en renunciar a la presidencia del Partido Conservador?
ÓMAR YEPES (O. Y.): había anunciado días atrás que, pasadas las elecciones, me retiraba del directorio o de la presidencia del partido y eso se precipitó por la situación ya conocida de la decisión de los congresistas de abrir casi que un cheque en blanco a la administración del doctor Petro. Yo tengo un criterio distinto. El partido debió estar en la oposición, como le correspondía. Una oposición seria, tranquila, reflexiva. De tal manera que se dio esa carta que presentaron los congresistas del partido y, ante disparidad de criterios, me voy.
SEMANA: ¿por qué se le adelantaron los congresistas conservadores y anunciaron su apoyo a Petro?
O. Y.: yo no quiero entrar a descalificar la posición de ellos desde el punto de vista de conjeturas. Los partidos en el país, desde hace mucho rato, están acostumbrados a estar en el gobierno, salvo la izquierda categórica que ha estado siempre en la oposición. Si uno quiere en los actuales momentos recoger opinión nacional y representarla adecuadamente tiene que estar identificados con esos diez millones y medio de votos que no quieren acompañar a Petro. Me parece que invitar a la gente a votar por unos candidatos con una filosofía tradicional y pasado el debate electoral, aferrarse al gobierno, no me parece. Esa es la contradicción que tenemos.
SEMANA: ¿no lo consultaron? ¿Se siente desilusionado?
O. Y.: cada quien puede hacer lo que considere, están en su derecho de tomar las determinaciones que quieran. ¿Y las tomaron? Sí, sin consultar con el directorio nacional que es quien tiene que trazar las políticas del partido. No es la bancada la que señala las políticas del partido, es el directorio nacional. Corrieron demasiado. Para tomar una posición frente al gobierno, de acuerdo con el Estatuto de Oposición, se toma una vez se posesione el presidente y hay un mes de plazo para eso, es decir, el 7 de septiembre. No quiere decir que no se pueda anticipar una decisión, pero no sabemos qué tipo de proyectos presentará el gobierno. Si bien es cierto que Petro ha suavizado su discurso, no se conoce en concreto qué tipo de proyectos radicará y uno no puede otorgar cheques en blanco.
SEMANA: ¿su renuncia al Partido Conservador era un hecho, pero la carta de los congresistas de la colectividad apoyando a Petro aceleró su salida?
O. Y.: sí, evidentemente yo había anunciado que me pensaba retirar, yo ya tengo una buena cantidad de años, quise prestarle ese servicio al partido a petición de algunos miembros de la directiva nacional a quienes les agradezco que me hayan dado la oportunidad, lo mismo a la bancada, pero sí, se precipitó mi decisión de salir rápidamente por esa posición antagónica entre lo que yo pienso y lo que firmaron los congresistas.
SEMANA: ¿usted se va molesto?
O. Y.: yo entiendo la política, no en balde llevo más de 50 años en ella, la entiendo perfectamente y conozco las angustias de quienes están metidos en estos ajetreos, pero hay posiciones donde uno no puede transigir.
SEMANA: no se va molesto, ¿pero sí insatisfecho?
O. Y.: me voy insatisfecho, sí, casi que con una decepción porque yo entiendo al Partido Conservador como un cuerpo de doctrina, como un partido de principios, como un partido que se sabe parar donde se debe. Y yo, particularmente, no tengo ningún apego por el acomodamiento.