De la misma forma que los habitantes de Providencia y Santa Catalina describen cómo rugía con furia el viento que destruyó el 90 por ciento de las islas el 16 de noviembre de 2020, asimismo rugen las alertas internacionales por los posibles hechos de corrupción en los que está inmerso el presidente de la Constructora Meco, Carlos Cerdas. Se trata de la misma firma que tiene a su cargo la reconstrucción del aeropuerto de Providencia. Durante los últimos años, Meco ha tomado fuerza en Latinoamérica por los contratos firmados en Panamá, Costa Rica y Colombia. También ha sido polémica la manera en que, presuntamente, se habrían conseguido esos contratos.
En septiembre de 2017 estuvo involucrada en uno de los escándalos de corrupción más grandes de Panamá, el Blue Apple (manzana azul) como se conoció, en el que servidores públicos, hijos de expresidentes y empresarios formaban parte de una red que garantizaba la adjudicación de contratos a cambio de coimas. En diciembre de ese año, Carlos Cerdas, al verse con el agua hasta el cuello por la información que tenían las autoridades y para evitar que lo condenaran por el delito de cohecho, decidió hablar y se presentó como un colaborador eficaz, es decir, prendió el ventilador y salpicó a varios funcionarios panameños del más alto nivel. Confesó haber pagado sobornos para agilizar trámites y desembolsos.
Luego de firmar un principio de oportunidad, la Procuraduría General de Panamá decidió el 16 de marzo de 2018 “no formular cargos en contra del señor Carlos Enrique Cerdas Araya”. Lo que parecía estar apaciguándose en Panamá empezaba a tomar fuerza en Costa Rica. Desde 2017, la Constructora Meco empezó a firmar millonarios contratos junto con Mélida Solís, la cabeza de la Constructora H. Solís. El Ministerio Público de Costa Rica confirmó que a partir de ese año recibió denuncias anónimas de las trampas y alianzas ilegales de estas compañías para adquirir los contratos, pero solo en 2019 abrieron una investigación contra ellas.
Otra vez la empresa que hoy en día tiene la responsabilidad de reconstruir el aeropuerto El Embrujo, en Providencia, se veía envuelta en una investigación. Tras dos años de indagaciones, luego de revisar 150 gigas de llamadas telefónicas, en las que se evidencia una extraña cercanía entre los representantes de Meco con funcionarios de alto nivel del Ministerio de Obras Públicas de Costa Rica, 60 fiscales adelantaron las investigaciones y realizaron 52 allanamientos. Encontraron material probatorio que podría demostrar su responsabilidad en presuntos hechos de corrupción en contrataciones administrativas, de servicio, mantenimiento de vías, construcción de carreteras y de infraestructura pública. Servicios muy similares a los que presta hace varios años en Colombia.
En junio de 2021, las autoridades de Costa Rica capturaron preventivamente a Carlos Cerdas mientras avanza la investigación. Meses atrás, finalizando 2020, los representantes de Meco se enteraron de que les estaban pisando los talones e hicieron todo lo posible para firmar contratos en otros países, como Colombia. En un mes, firmó tres millonarios contratos con el Estado colombiano, que suman más de un billón de pesos. Uno de esos, el 26 de febrero de 2021, para la elaboración de los estudios, diseños y la ejecución de las obras de la nueva terminal de pasajeros y la ampliación de la plataforma del aeropuerto El Embrujo, de la isla de Providencia, por un valor total de 17.367 millones de pesos.
Ese contrato, firmado a través de Findeter, se otorgó a la Constructora Meco S. A. sucursal Colombia, con un porcentaje de participación del 50 por ciento, y a Meco Infraestructura S. A. S., con un porcentaje igual. SEMANA verificó los registros de Cámaras de Comercio, y, aunque para Colombia el presidente es Marco Tulio Méndez, en todas las empresas Meco aparece relacionado como mandatario general Carlos Cerdas y otros representantes legales detenidos e involucrados en la investigación de Costa Rica. Ese contrato fue adjudicado sin licitación, pues se entregó con la modalidad de contratación directa. Para tales fines, Findeter analizó varios puntos, entre ellos, la recomendación de la Aerocivil sobre la experiencia de Meco. SEMANA pudo establecer que una abogada de la cuestionada constructora trabajó como asesora de la Aerocivil.
El 26 de marzo participaron en dos licitaciones adelantadas por Invías y ese mismo día se las adjudicaron. Una por 610.560 millones de pesos para la construcción, mejoramiento y mantenimiento de la variante San Francisco-Mocoa, tramo 2, en Putumayo. La otra se refiere a un contrato por 541.440 millones de pesos para cumplir con los mismos propósitos del anterior, pero en el tramo 3 de la vía. Los dos tienen vigencia hasta agosto de 2030. El presupuesto que destinó Invías para la contratación de estos proyectos es alto. Son unos de los de mayor valor entregados en el último año a un contratista. De hecho, Meco tiene vigentes con Invías ocho contratos, de los cuales seis fueron adjudicados en el último año.
“Es preciso señalar que los escándalos respecto de los procesos jurídicos que afronta Meco en Costa Rica y Panamá se conocieron en junio de este año, y el Instituto Nacional de Vías (Invías) le adjudicó a esa firma el último contrato en el mes de abril, fecha para la cual no se tenía conocimiento de estos”, aclaró la entidad a SEMANA. Lo curioso es que varios proyectos privados en Colombia que habían contratado a dicha empresa como constructora decidieron acabar con los acuerdos por todos los problemas jurídicos que tienen.
La Ley 2010 de 2019 dice que a aquellos contratistas que hubiesen firmado principios de oportunidad en otros países, así no tengan condena, les sobreviene una inhabilidad, y, según la información conocida por SEMANA, a Carlos Cerdas desde 2017 se le homologó el acuerdo con las autoridades panameñas. De hecho, la Fiscalía de Costa Rica ya está coordinando con la de Panamá para complementar la información y tomar medidas contundentes. El Ministerio Público de Costa Rica le confirmó a SEMANA que el 11 de agosto de 2021 la Fiscalía Anticorrupción, luego de recibir información confidencial, le ordenó al Organismo de Investigación Judicial unas diligencias de excavación en el Cementerio de Grecia, Costa Rica; allí estaba escondida bajo tierra documentación relacionada con obras aparentemente realizadas por la empresa Meco.
La información encontrada está siendo analizada. Según el modus operandi descrito tanto en Panamá como en Costa Rica, Meco suele contratar a personas que conozcan a la perfección los procesos de contratación en cada país, que formen parte de las empresas con mayor presupuesto y tengan relacionamiento con funcionarios de alto rango en el proceso licitatorio para hacer el puente entre las presuntas prebendas ofrecidas por la adjudicación de contratos. Invías dice tener un plan de contingencia en caso de que Meco sea condenada en otro país. Para ello, contó con abogados externos, y se instruyó a todas las unidades ejecutoras que tuviesen relación con esta firma para que realizaran un seguimiento técnico, financiero y jurídico, prácticamente diario, a los contratos.
Findeter monitorea la evolución del aeropuerto y dice que en agosto debieron entregar la ampliación de la plataforma, que tiene un 95 por ciento de avance, pero no se ha podido terminar por las lluvias. La terminal se entregará en diciembre de 2021. Es importante aclarar que las denuncias en contra de Meco a nivel mundial no están relacionadas con incumplimientos, sino con posibles pagos de sobornos para la adjudicación de millonarios contratos.
Por lo pronto, lo único cierto es que dicha constructora está en el ojo del huracán y tiene a Latinoamérica monitoreando la fuerza que tome esta tormenta, pues de lo que suceda dependen muchos contratos importantes para la comunidad en cada país.