La situación social en Medellín no es nada fácil. Si bien el alcalde Daniel Quintero llamó a la solidaridad en una donatón que recogió más de 13.000 millones de pesos —en la que la empresa privada fue protagonista—, y él mismo donó su sueldo y lo seguirá haciendo mientras dure la cuarentena, miles de familias de la capital antioqueña están pidiendo alimentos y elementos de seguridad, están pasando hambre. En la tarde de este lunes y martes, por ejemplo, se vieron trapos rojos en diferentes barrios: anunciaban que padecían hambre, que no tenían que comer. Esta mañana, además, hubo protestas en el barrio Moravia. Habitantes cerraron la calle para gritar que necesitaban comida. En medio de esa angustia, en otros sectores de la ciudad —Niquitao, Vallejuelos y en la vía que va al Occidente— se han reportado saqueos a carros que llevaban ayudas humanitarias. Además, se reportan robos a mano armada y raponeos en lugares cercanos a supermercados y viviendas.
Por ahora, la alcaldía de la ciudad ha dispuesto la plataforma digital Medellín Me Cuida, donde están centralizadas todas las ayudas y programas que ofrece la administración, allí, con el número de cédula se puede acceder a una base de datos desde donde se centralizan los apoyos a las familias. Si bien ya hay miles de personas que han recibido subsidios y mercados, los cuales se les notifican por medio de mensajes de texto, también hay miles que están necesitados.
En su cuenta de Twitter, el alcalde de Medellín publicó hace pocas horas: “Hoy y mañana vamos a entregar 170 mil aportes directos a familias que se registraron en la plataforma Medellín Me Cuida. Además, caracterizamos a 20 mil personas que necesitan este aporte y no tienen acceso a Internet. Queremos protegerlos a todos en esta cuarentena”. Sin embargo parece que los esfuerzos son pocos en una crisis que se profundiza. Si bien los primeros días de restricción la ciudadanía se sujetó a la medida, ahora los vendedores de verduras en carretas pasan por las calles, y hay vendedores ambulantes de juegos de mesa y tapabocas. La urgencia no es evitar el contagio, es comer. El concejal Daniel Duque dice que se trata de “una situación muy grave, a la alcaldía le ha faltado liderazgo y coordinación… No sabemos cuántas familias han recibido subsidios, porque si no tienen la manera de caracterizar eso, va a ser muy difícil que las ayudas lleguen a quien las necesita”. Por ahora, la alcaldía creó gerencias territoriales para las comunas y corregimientos de la ciudad, las cuales serán dirigidas por los miembros del gabinete, gerentes y directores de entes descentralizados. Justo el secretario de Gobierno, Esteban Restrepo, coordinará el grupo para priorizar la atención en la población más vulnerable, una tarea que parece titánica. Sin embargo, parece que falta un programa que pueda llevar recursos a las familias más vulnerables. Es momento de que Medellín demuestre que sus recursos, que no son pequeños —hay que recordar que EPM se quedó con electricaribe en medio de esta crisis de salud pública—, pueden llegar a todos.
El concejal Duque propone un programa que se llama Medellín sin Hambre y que contempla una renta básica de 292.000 pesos por familia. En total, se necesitarían 320.000 millones de pesos, lo que representa un 7 por ciento del presupuesto municipal de 2020. En un comunicado, el concejal dijo: “Experiencias con la renta básica han demostrado ser más efectivas que las ayudas en especie, y además ayudan a mantener a flote la economía, inyectando liquidez especialmente a los pequeños comercios ubicados en las zonas más vulnerables. Este ingreso garantizará la alimentación y ayudará al pago de la vivienda de los sectores más vulnerables. Medellín sin hambre y con techo para los más vulnerables garantiza el cumplimiento de la cuarentena y la salud para toda la población”. Al parecer, la iniciativa tiene el apoyo de varios empresarios, sin embargo es vital el dinero público, ahora cuando gran parte de la contratación está detenida, cuando las obras urbanas no están corriendo, se trata de un dinero que es de todos los paisas.