El informe de Medicina Legal reveló que el abogado Javier Ordóñez murió de una hemorragia provocada por el estallido de su riñón derecho “con sección completa de arteria y vena renal correspondientes”. Asimismo, el hombre de 43 años presentaba un “trauma cerrado de abdomen” que se atribuye a una serie de golpes con un objeto “de forma curva o redonda” que podría ser de un bolillo o bastón.

Aunque el informe no habla de cuántas descargas eléctricas recibió la víctima, producto del taser que usaron los patrulleros para reducirlo, sí menciona que presentaba varias lesiones por arma de conducción eléctrica. En la necropsia, también se aclaró que las descargas eléctricas, no están directamente relacionadas con la causa de muerte del abogado, pero que tuvieron que haberle causado profundo dolor y sufrimiento.

En Semana Noticias, Rubén Darío Angulo, médico forense, habló sobre los resultados de la necropsia a Javier Ordóñez. Indicó que sin duda el informe de Medicina Legal confirma que la muerte del abogado se debió a traumas. “Hubo un politraumatismo, con energía cinética muy intensa, es decir que hubo mucha fuerza en los traumas que comprometieron toda la región abdominal y los flancos, es decir que hubo traumas tanto en flanco izquierdo, como derecho”, agregó el galeno.

Así mismo, indicó que llama la atención que hubo destrucción total de uno de los riñones de Ordóñez, y ruptura tanto de la arteria como de la vena renal, lo que según el médico forense, produjo un sangrado “grandísimo” en el abogado. “También otros órganos se comprometieron como el mesenterio, el cual es como una membrana que cubre todos los órganos internos, fueron lesionados (...) Entonces podemos decir que hubo un sangrado de 2000 centímetros cúbicos en un área, y 1500 en otra área de la región abdominal”.

Además, el médico forense Angulo indicó que, de acuerdo a su experiencia, la necropsia a Ordóñez indica que fue torturado y le produjeron heridas en miembros inferiores sin comprometer el cuerpo, “como elemento de tortura, para que hubiese esa esquirlas (por arma de fuego) que se comprobó por medio de laboratorio balístico que era plomo, pero no fueron directamente al cuerpo, sino como elemento de tortura al lado del cuerpo, para que las esquirlas le cayeran y produjeran ruptura de su organismo”.

Insistió en que las esquirlas por arma de fuego, se produjeron tras disparos sin dirigirlos a Ordóñez, a una distancia que él consideraría cerca. Estos, pueden haberse hecho, según el médico forense, al piso, a una pared, o en una "una almohada para que no dejara huellas en el sitio donde se produjeron.

“Pero sí hubo disparos, porque en el organismo se encontraron esquirlas que corresponden a elementos de plomo por el estudio balístico que digo. Yo pienso que fue elemento de tortura, antes de matarlo. Porque ya, digamos, la muerte se produjo por los traumas, y no hubo mucho tiempo entre los traumas y la muerte, por la destrucción masiva de órganos internos”, explicó Angulo.