Desde Villavicencio, una zona castigada por la violencia, adonde llegó en su tercer día de visita a Colombia, Francisco puso en el centro de su prédica a quienes han sufrido el enfrentamiento entre Estado, guerrillas, paramilitares y narcotraficantes.En video: Los mejores mensajes del papa Francisco

Estas fueron sus reflexiones:1. No se puede vivir del rencor. Solo el amor libera y construye.2. El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte que la muerte y la violencia. 3. Transformar el dolor en fuente de vida y resurrección, para que junto a él y con él aprendamos la fuerza del perdón, la grandeza del amor.4. No hay que dejar que el odio, la venganza o el dolor se apoderen de nuestro corazón.5. El amor y la verdad se encontrarán y así la justicia y la paz se abrazarán.6. La violencia engendra más violencia, el odio más odio, y la muerte más muerte. Tenemos que romper esa cadena que se presenta como ineludible, y eso sólo es posible con el perdón y la reconciliación. 7. Es posible comenzar de nuevo y alumbrar una Colombia nueva. 8. Las heridas del corazón son más profundas y difíciles de curar que las del cuerpo. Así es. Y lo que es más importante, te has dado cuenta de que no se puede vivir del rencor, de que sólo el amor libera y construye.9. Todos, al final, de un modo u otro, también somos víctimas, inocentes o culpables, pero todos víctimas.10. Hay esperanza para quien hizo el mal; no todo está perdido. Es cierto que en esa regeneración moral y espiritual del victimario la justicia tiene que cumplirse.11. Se debe contribuir positivamente a sanar esta sociedad que ha sido lacerada por la violencia.12. Es difícil aceptar el cambio de quienes apelaron a la violencia cruel para promover sus fines. Es un reto para cada uno de nosotros confiar en que se pueda dar un paso adelante por parte de aquellos que infligieron sufrimiento a comunidades y a un país entero.13. En este enorme campo que es Colombia todavía hay espacio para la cizaña. Ustedes estén atentos a los frutos, cuiden el trigo y no pierdan la paz por la cizaña14. Es indispensable asumir la verdad. Es un desafío grande pero necesario. La verdad es una compañera inseparable de la justicia y de la misericordia. 15. La verdad no debe conducir a la venganza, sino más bien a la reconciliación y al perdón. Verdad es contar a las familias desgarradas por el dolor lo que ha ocurrido con sus parientes desaparecidos. Verdad es confesar qué pasó con los menores de edad reclutados por los actores violentos. Verdad es reconocer el dolor de las mujeres víctimas de violencia y de abusos.16. Colombia debe abrir el corazón de su pueblo y déjese reconciliar. No teman a la verdad ni a la justicia.17. No tengan temor a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades.18. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. 19. Desactiven los odios, renunciar a las venganzas y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno.20. Sean constructores de paz, que allá donde haya odio y resentimiento, pongan amor y misericordia.