Los familiares de los militares presos en Haití hacen un nuevo ruego. Las súplicas ahora las lanzaron al primer ministro de ese país, para pedir una mesa de trabajo con Colombia, a través del canciller Luis Gilberto Murillo, todo con el propósito de lograr el debido proceso de los militares que, según sus familiares, llegaron a ese país con la intención de trabajar de manera honesta.
Son 17 los militares colombianos que terminaron por el asesinato del presidente Jovenel Moïse, ocurrido el 7 de julio de 2021 y desde entonces completan 39 meses, según ellos, sin que exista un proceso formal y con garantías propias de un caso de tal importancia, con extranjeros privados de la libertad en condiciones bastante complejas.
“Nuestros familiares fueron llevados al perímetro de la casa presidencial por la Policía Judicial haitiana en vehículos oficiales y abandonados allí como perfectos “chivos expiatorios” de la organización criminal que organizó el magnicidio del presidente Jovenel Moïse y para encubrir la culpa de los verdaderos asesinos”, señalaron los familiares de los militares.
Insisten que sus seres queridos llegaron mediante engaños a Haití, supuestamente para servir como esquema de seguridad de un candidato presidencial, pero fueron abandonados en los alrededores de la casa presidencial, donde fueron capturados por los funcionarios de policía judicial haitiana y en vehículos oficiales, fueron, dicen los familiares, “chivos expiatorios”.
“Así, con engaños y trampas, fueron llevados al lugar de los hechos con la firme intención de mostrar a nuestros esposos como los responsables de un crimen que no cometieron. Hemos sido testigos de las demoras en los procesos, dilataciones y cambios de jueces para así evitar que se haga justicia, y establecer como responsables del magnicidio a nuestros familiares en un hecho que obviamente es un delito de Estado”, dijeron los familiares.
Quienes escriben al primer ministro de Haití, advierten que en febrero de 2024 los 17 colombianos fueron acusados por el juez de Instrucción, señor Walter Wesser Voltaire como “cómplices” del crimen. Sin embargo, ellos mismos se preguntan que sus familiares fueron cómplices de quién.
“La justicia haitiana no ha tenido claridad respecto a este asunto. La única motivación que tuvieron nuestros esposos, para estar en Haití, era trabajar honradamente y brindarnos calidad de vida a nosotros y sus familias en Colombia. Somos familias humildes, honestas y trabajadoras. No somos criminales”, dice la carta al primer ministro de Haití.
Los familiares advierten que el gobierno de Colombia ha estado pendiente de compartir información con Haití, de servir como puente para lograr que los militares colombianos tengan un debido proceso, en lo que resta del juicio en su contra y por los delitos que fueron acusados.