En la casa del empresario Mario Hernández hay conmoción. Una de las personas más cercanas a la familia, Luz Rodríguez, quien durante nueve años ha vivido con ellos y les ha colaborado en oficios varios, recibió en la madrugada de este sábado una de las peores noticias que ha tenido que afrontar. “Mataron a Diego”, recuerda que le dijo la novia de su hijo mientras ella intentaba definir si lo que escuchaba era parte de una pesadilla o la realidad.
Todo pasó a altas horas del viernes 18 de junio en el barrio Codito, en el norte de Bogotá. Hipótesis hay muchas: por robarlo, consecuencia de riñas e intolerancia, ajuste de cuentas... Ese abanico de posibilidades nace en la mayoría de los homicidios que se registran en el país. Pero más allá de los motivos está el dolor de una madre que hoy siente el vacío de perder a su hijo menor: “Mañana iba a cumplir 28 años”, le dice Luz afligida a SEMANA. 24 horas atrás estaba pensando como celebrárselos y ahora solo está atenta a la llamada en la que le confirmen a qué hora le entregan su cuerpo para organizar las honras fúnebres.
“Perder un hijo es muy doloroso. Hace cinco años murió mi hija, por asma. Y Diego me prometió que yo no volvería a pasar por el dolor de enterrar un hijo, pero hoy es muy triste lo que está pasando”, dice Luz, antes de explicar que su hijo habría recibido más de 10 disparos según las versiones iniciales, pero está a la espera del dictamen de Medicina Legal.
Cuenta también que sus hijos quedaron huérfanos cuando eran niños. Diego tenía cinco meses de nacido y por eso ella y él eran tan unidos, pues ella fue padre y madre para él. Lo recuerda como un joven alegre y parrandero. La noche de su muerte se habría reunido con unos amigos para tomar algunas cervezas y al parecer fue en ese momento cuando lo atacaron. Las autoridades están revisando las cámaras de seguridad que hay alrededor de la zona donde ocurrió el crimen para identificar a quienes participaron en el homicidio y determinar qué sucedió.
Luz, quien vive en la casa de los Hernandez, dice que se vio por última vez con su hijo a comienzos de junio. Recuerda con nostalgia el último abrazo y beso en la frente que le dio estando en la Calle 80, cerca del monumento de los Héroes, en una tarde donde las protestas eran las protagonistas. Todos los días se hablaban: horas antes de la muerte de su hijo escucho la voz de Diego, que le decía que la amaba y que estaba trabajando en la venta de zapatos, que era a lo que se desempañaba.
Luz pide en medio de su dolor y aturdimiento que se haga justicia: “Por favor si me pueden ayudar para que no quede impune la muerte de mi hijo. Si me pueden ayudar por medio de don Mario también, para que cojan a esos tipos y no sigan cometiendo tanto asesinato”, puntualizó.
Cabe recordar que la noticia se conoció por las redes sociales del empresario ,que se mostró preocupado por la inseguridad de Bogotá. Hernández usa sus redes para expresar su opinión sobre diferentes temas y, en esta oportunidad lamentó la inseguridad de Bogotá, ya que en la noche del viernes mataron al hijo de una empleada en la Calle 170 con Carrera 7, según manifestó.
La publicación del empresario tuvo varios comentarios en donde se critica la labor que está haciendo la alcaldesa Claudia López frente a la seguridad de la capital. Hay que señalar que por la pandemia del coronavirus el desempleo ha aumentado en el país y con esto se ha incrementado la inseguridad en varias ciudades, entre esas Bogotá.
Mario Hernández dijo hace unos días en sus redes sociales: “¡La manera de acabar con la pobreza es trabajando, no conozco otra! ¡Miren a los asiáticos, copiemos lo bueno! La izquierda no les funcionó”.