El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, dio un discurso este miércoles en horas de la tarde frente a cientos de ciudadanos que lo acompañaron en la plaza de La Alpujarra, bajo la lluvia, tras su suspensión por parte de la Procuraduría por presunta participación en política.

En medio de su discurso, Quintero recordó que, antes de que su madre falleciera, ella le regaló un computador y eso le cambió la vida.

El mandatario aseguró que eso le brindó las oportunidades necesarias para progresar y ser alcalde de Medellín. Comparó ese hecho con la entrega de computadores que hizo recientemente, cuando una madre, en medio del llanto, le agradeció el gesto con su hijo.

“Cuando me preguntan por qué ha valido la pena ser alcalde de Medellín, yo tengo que decir que por los ojos de esa madre, por la mirada de ese niño, porque vale la pena trabajar por el futuro de los que les negaban el futuro”, dijo Quintero.

Este fue el discurso completo de Quintero:

“Todavía recuerdo el frío en las manos pero el corazón encendido. Los jóvenes que estábamos en esa plaza entonces y los miles de ciudadanos que están hoy sabíamos que no se trataba de si se dejaba o no a un alcalde, que por lo que estábamos luchando realmente era por la democracia, que estábamos luchando por el futuro y que estábamos luchando por la paz.

Esos jóvenes y ese espíritu hoy se mantiene aquí, vive en cada uno de nosotros, no nos van a sacar, no van a poder, no pasarán.

Por el lugar que lo miren y como lo está mirando en este momento el mundo, no hay otra forma de verlo como que se está gestando una dictadura en Colombia. ¿En qué países se le permite a una entidad administrativa, a la exministra del presidente de turno, sin ningún proceso jurídico, sin derecho a la defensa, sin ni siquiera notificación, destituir, suspender, con el ánimo de destituir al alcalde de la segunda ciudad del país elegido popularmente? ¿En dónde? En las dictaduras, solo en las dictaduras, puede un Gobierno, con los vientos del uribismo, con los vientos oscuros del uribismo, utilizar todo el poder del Estado para arrebatarle a la ciudadanía su derecho y su autodeterminación, para arrebatarle la voluntad popular.

Lo que estamos peleando aquí es la voluntad de la gente que nos eligió, pero la voluntad de una ciudad que nos respalda.

El presidente Duque acaba de anunciar que ha nombrado a un alcalde fantoche, un alcalde que pretende romper la institucionalidad de la ciudad. Lo que hace el presidente Duque, lo que hace Margarita Cabello, exministra del presidente Duque, no solo es violar el debido proceso, violar las competencias que tiene, violar la carta interamericana y la convención americana de derechos humanos, es violar el derecho de cada ciudadano que votó y que exige que se cumplan las reglas como debe ser realmente.

Llamamos a una resistencia democrática, pero a una resistencia pacífica. Esto no se va a quedar así. Vamos a estar en las calles y nos van a acompañar los jueces, por eso yo les quiero decir: con nosotros han sido injustos, pero han sido más injustos como han gobernado durante 20 años.

A nosotros nos excluyeron y nos expropiaron la Constitución y la ley, pero a miles de campesinos de Colombia les han expropiado sus tierras, los han excluido, los han desplazado y les han quitado su sustento.

A nosotros nos violaron el derecho a la defensa, pero a 6.402 jóvenes de Soacha, de Medellín, de Antioquia, les robaron sus vidas. A nosotros, un Gobierno desesperado, porque no los acompaña el favor popular, nos ha violado la Convención Americana, pero a miles de colombianos, millones de colombianos, el uribismo nos ha robado el futuro, nos ha quitado el futuro.

Nosotros fuimos elegidos como un cambio a eso, como un cambio a esas políticas, como un cambio a una Medellín en la que un grupo económico decidía qué se hacía, cómo se hacía y para quién se hacía. Ahí nombraron, ¿a quién? Nombraron un alcalde del GEA, a uno de los consentidos del GEA, eso es lo que querían, recuperar el poder a toda costa.

Miren, hay mucha gente y muchas personas que usan el poder y tienen el poder a toda costa y están dispuestos a pasar por encima de lo que sea por él. Así ha ocurrido aquí. Cuando estaba pasando esto, cuando vemos por Twitter la decisión ilegal de la procuradora, yo les confieso que me partió el corazón y que en la lágrima que brotaba había el recuerdo de muchas cosas.

Hace unos días, mientras entregábamos computadores a unos jóvenes en Manrique, que quizá jamás hubieran tenido un computador si no fuera por un gobierno de carácter social, me encontraba con la alegría y la felicidad en los ojos de un niño y la mirada de una madre llorando también y que no lloraba porque le estuviéramos dando el computador a ese niño, sino porque estábamos creyendo en ese niño.

Yo crecí en un barrio popular de Medellín, al norte de la ciudad, y me siento orgulloso de eso. Me tocó trabajar como vendedor ambulante, mi mamá cosía, y con mucho esfuerzo en esa Medellín de los ochentas y noventas que tantos vivimos, hizo un esfuerzo para regalarme un computador.

Mi mamá se murió dos años después sin saber que ese computador me había cambiado la vida. Cuando me preguntan a mí por qué ha valido la pena ser alcalde de Medellín, yo tengo que decir que por los ojos de esa madre, por la mirada de ese niño, porque vale la pena trabajar por el futuro de los que le negaban el futuro.

En esta Medellín, durante décadas, le negaron el futuro a millones de personas. Hemos tratado de poner nuestro granito de arena para cambiar esa realidad y eso les duele, pero más les duele que hayamos desenmascarado a los ladrones de esta ciudad. Más les duele que hayamos mostrado quiénes eran los corruptos de esta ciudad, que los hubiéramos puesto a pagar en Hidroituango, que no hubiéramos dejado que le cobraran a la gente.

Desde hace semanas estábamos advertidos de que el presidente Uribe, el expresidente Uribe, estaba planeando presuntamente con Manuel Santiago Mejía, reuniéndose con varios órganos de control, pidiendo solo una cosa, la salida del alcalde elegido por los ciudadanos de Medellín.

No era la primera vez que lo intentaban. Días antes de las elecciones, dos intentos de asesinato trataron de evitar la decisión popular, que era que los querían expulsar a ellos de la alcaldía de Medellín y de Colombia. Dos intentos de asesinato para apagar una voz, una voz que no es la mía, es la voz de todos los ciudadanos de Medellín, de todos los ciudadanos de Colombia que luchan y creen que un mejor futuro es posible.

Al segundo día de gobierno estaban montando una revocatoria fraudulenta, corrupta, que se cayó por corrupción. Y luego, esta última perlita en la que han violado absolutamente todo, en la que han roto la democracia, en la que nos quieren fuera. Pero les voy a decir algo, no van a pasar.

No nos querían en la Alcaldía, pues nos tendrán en las calles, defenderemos cuadra a cuadra el futuro que merece Colombia. Vamos a luchar por esa democracia que nos quieren arrebatar y les digo de una vez: vamos a vencer, lo juro, vamos a vencer.

Mi Dios les pague y muchas, muchas gracias”.