La Secretaría de Gobierno de Bogotá informó que un nuevo grupo de miembros de la comunidad Emberá Dobidá han sido trasladados de manera voluntaria del Parque Nacional a la Unidad de Protección Integral (UPI) en La Florida, un lugar en el que permanecerán con mejores condiciones.
“Gracias al diálogo constructivo que adelanta el Distrito Capital con las comunidades indígenas que ocupan el Parque Nacional, presenciamos hoy un traslado voluntario de aproximadamente 160 personas, es decir, 40 familias de la comunidad Emberá Dobidá”, aseguró este lunes 17 de enero el subsecretario de Gobierno, Daniel Camacho.
El funcionario explicó que este grupo de personas decidieron trasladarse voluntariamente y que ahora “gozarán de mejores condiciones, condiciones dignas y favorables, especialmente para los más vulnerables, como los niños, las niñas y los adolescentes”.
“El Distrito -agregó Camacho- continúa haciendo el llamado para que las autoridades indígenas acepten los ofrecimientos de inmuebles para alojamiento transitorio que se han ofrecido. Son 5 inmuebles en total que se han ofrecido y que se mantienen aún para las comunidades que ocupan el Parque Nacional”.
Finalmente, el subsecretario de Gobierno de Bogotá reiteró que el Parque Nacional no es un lugar apropiado para alojarse, pues se pone el riesgo la vida, la integridad y el bienestar de los niños, niñas y adolescentes, como también de las mujeres en embarazo.
Cabe resaltar que desde el año pasado las autoridades distritales adelantan conversaciones con representantes de la comunidad Emberá que permanecen asentados desde hace más de tres meses en el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera de Bogotá, con el propósito de su reubicación en otro sector de la ciudad.
Debido a que se encuentran prácticamente a la intemperie, varios menores de edad se han enfermado e incluso, el año pasado, uno de ellos murió debido a problemas de salud. El niño de tres años de edad fue trasladado al Hospital Universitario San Ignacio, a pocas cuadras del parque, pero llegó sin signos vitales.
El pequeño estaba solo en compañía de su madre y desde hacía varios días había presentado un cuadro de virosis y una enfermedad en el hígado, y aunque había recibido atención médica antes, su estado de salud se agravó y falleció. Por esa razón, la Alcaldía de Bogotá ha señalado que se trata de un traslado necesario para garantizar sus derechos básicos.
Inicialmente, a finales del año pasado, los voceros de la comunidad Emberá habían rechazado las propuestas de traslado planteadas por la Alcaldía, entre ellas a un predio ubicado en el sector de Las Cruces, en el centro de la ciudad, y al albergue cercano al Parque La Florida.
Varios grupos han regresado a sus territorios
En 20 buses, 215 familias de la comunidad indígena Emberá que se encontraban asentadas en el Parque La Florida, noroccidente de Bogotá, regresaron a mediados de diciembre a sus tierras en los municipios de Bagadó (Chocó), Mistrató y Pueblo Rico (Risaralda).
De acuerdo con el director de la Unidad para las Víctimas, Ramón Rodríguez Andrade, se trató de las últimas 750 personas de esta comunidad que se encontraban, en algunos casos, hace más de un año, en ese sector de la capital del país. El funcionario señaló que de las 215 familias, 115 retornaron al departamento del Chocó y las otras 100 al departamento de Risaralda.
“Los enseres de la comunidad que se encontraba en Bogotá fueron enviados en cinco camiones a cada uno de los territorios”, añadió en ese momento Rodríguez. Por su parte, la Unidad para las Víctimas dispuso de un grupo de 29 profesionales para apoyar la operación logística antes, durante y después del retorno de los miembros de la comunidad.