Antes de la muerte de Iván Márquez, máximo cabecilla de las disidencias de las Farc, que fue confirmada a SEMANA por fuentes venezolanas y que se dio en medio de un atentado, en el marco de una disputa por el control del negocio ilícito del narcotráfico, especialmente en zonas fronterizas, el presidente de la República, Iván Duque, había advertido en entrevista con Vicky Dávila que si el líder de la denominada Segunda Marquetalia ponía un pie en Colombia, correría la misma suerte y sería dado de baja.
En el mano a mano con el mandatario saliente, la directora de SEMANA interrogó sobre la propuesta de Iván Cepeda que pidió una segunda oportunidad para hombres como el desaparecido Iván Márquez y que de esa manera, regresaran al proceso de paz.
Para el jefe de estado, que siempre ha sostenido que Márquez está protegido por Nicolás Maduro, una nueva oportunidad sería premiar al terrorismo.
“Se habló de verdad, justicia, reparación y no repetición, y él no cumplió ninguna. Pero, aparte de eso, volvió al terrorismo, al narcotráfico, al asesinato, entonces, ¿cómo así? Lo que tanto se dijo, que después de la firma del acuerdo nadie podría volver a la criminalidad, y ahora le dicen: ´No, venga, usted estaba allá jugando a la lleva de colores en Venezuela, y estaban en el tacho, entonces ahora sí venga y entre nuevamente a donde estaba´. Eso es una vergüenza”, dijo el presidente a Vicky Dávila.
El primer mandatario además fue claro y vehemente en confirmar que el cabecilla de la Nueva Marquetalia, estaba solicitado en extradición por Estados Unidos y que además, era un objetivo de alto valor para las Fuerzas Militares.
“Mientras yo sea el presidente de Colombia, e Iván Márquez tenga un piecito en Colombia, lo vamos a dar de baja. En eso debemos tener absoluta certeza. A él le quedan 36 días conmigo”, afirmó en entrevista exclusiva con esta casa periodística.
Iván Duque también dijo estar esperanzado en que la misma sociedad colombiana le reclamara a Márquez por el daño causado al país, en especial por las masacres de líderes sociales que han cometido esas disidencias de las que era líder.
“De políticos no han tenido nunca nada. Son la más vil expresión del narcotráfico, y, de hecho, Marlon Marín, su sobrino, fue el que les dio a las autoridades norteamericanas toda la información de cómo él y Santrich continuaron con las actividades de narcotráfico después de la firma del acuerdo”, contestó el presidente de la república a SEMANA.
El presidente también se refirió al informe de la Comisión de la Verdad, convencido en que la prioridad debe ser el respeto por las víctimas. A su criterio, merecen atención y reparación después del daño causado por terroristas como Iván Márquez que estuvo en las filas de la extinta guerrilla de las Farc hasta ocupar un cargo de relevancia en esa organización subversiva, ostentando un puesto en el llamado Secretariado de las Farc; además, alcanzó a ser uno de los sucesores del entonces abatido exjefe de la guerrilla Alfonso Cano, quien murió, según información de las autoridades en un operativo de las autoridades en 2011.
“Para mí no hay ninguna diferencia entre Salvatore Mancuso e Iván Márquez, ni entre Carlos Castaño y Raúl Reyes. Son criminales, no trato de atenuarles su comportamiento, ni de romantizar su lucha, son criminales. Ese reporte nos tiene que servir para que entendamos que esos crímenes no se pueden volver a repetir en nuestro país y que a esos bandidos hay que siempre tenerlos acechados con el imperio de la ley”, concluyó en la entrevista con Vicky Dávila, directora de SEMANA.