A pesar del cambio de gobierno, las masacres en Colombia no dan tregua. Las noticias sobre homicidios y asesinatos de líderes sociales siguen siendo una constante.

Es el caso del pueblo indígena del corregimiento de Cofania Jardines de Sucumbíos, ubicado en Ipiales, Nariño, el cual denunció que el pasado 14 de agosto seis indígenas fueron secuestrados por el grupo armado ilegal Comandos de la Frontera y, posteriormente, asesinados.

La denuncia fue dirigida a la Alcaldía Municipal de Ipiales, la Gobernación de Nariño, la Personería Municipal de Ipiales y la Defensoría del pueblo regional Nariño, indicando que el grupo paramilitar armado ilegal continúa desatando sus acciones de violencia en zonas de alta presencia militar de la Brigada XXVII de Selva.

“El 23 de agosto se nos informa la masacre de los seis indígenas secuestrados en el Bajo Putumayo. Entre las personas asesinadas se encuentran dos comuneros awa, que fueron reportados desaparecidos el 14 de agosto del año en curso”, señaló el pueblo indígena a través de un comunicado, en el que también confirmó las identidades de las víctimas: Yobani Ortiz Cabezas, Bautista Ortiz, Manuel Anderson Villacorte Pascal, John Fredy Villacorte Pascal, cuerpos que fueron avistados en la vereda Brisas del Palmar.

Este tipo de hechos fueron criticados por el representante a la Cámara, Miguel Polo Polo, quien pidió en su cuenta de Twitter la renuncia del ministro de Defensa, Iván Velásquez Gómez.

“El derramamiento de sangre en Colombia no cesa. Nueva masacre: seis indígenas asesinados en el sur de Nariño. La potencia mundial de la vida es una farsa. Este país está ‘ad portas’ de ser la potencia mundial en masacres. ¿Cuánta sangre falta para que el ministro de Defensa renuncie?”, dijo Polo Polo en su red social.

Vale la pena recordar que si bien tanto el presidente Gustavo Petro, como la vicepresidenta Francia Márquez, han salido a rechazar estos actos, ha llamado la atención que el petrismo no se ha pronunciado frente a lo que está sucediendo.

El tema ha generado inquietud, si se tiene en cuenta que hasta hace apenas algunos meses los llamados sectores alternativos llevaban una cuenta estricta de cada uno de los hechos criminales que ocurrían en Colombia.

Una de las posturas más sorpresivas ha sido la del senador del Pacto Histórico, Gustavo Bolívar, quien anteriormente en su cuenta de Twitter tenía una relación detallada de los hechos de violencia contra líderes sociales para exigir explicaciones al anterior gobierno, pero ahora que su partido llegó a la Casa de Nariño asegura que estos hechos no son responsabilidad de Petro, sino “herencia de Duque”.

Bolívar señaló que “el uribismo que mal gobernó años quiere culpar por masacres a Petro que lleva 22 días como presidente. Esa es la herencia del gobierno Duque. Descarados”.

Y, a renglón seguido, envió un duro sablazo al expresidente Álvaro Uribe y los militantes del Centro Democrático.

“En la nefasta ‘mano firme’ uribista se mataban inocentes mientras grupos armados aumentaban presencia. También en eso fracasaron”, expresó Bolívar.

El congresista también comparó las cifras de masacres durante el gobierno Duque con lo que lleva Petro en el poder. “El 6 de agosto se presentó la última masacre en el gobierno Duque. Fueron 301 en sus 4 años. Durante el gobierno Petro se han presentado 9 masacres”, expresó el senador.

Frente a estos hechos de violencia que se han presentado en los últimos días, el Gobierno nacional ha elevado su voz de rechazo frente a los mismos.

En ese sentido, reaccionó la vicepresidenta Francia Márquez, mostrando una fuerte postura.

Por medio de la cuenta oficial de Twitter de la Vicepresidencia de la República, Márquez rechazó las masacres que recientemente han sacudido a Colombia, especialmente el homicidio de varios jóvenes comuneros del resguardo de San Lorenzo, en el Cauca, además de los casos de los resguardos de Panan y Chiles, en Nariño.

“La @ViceColombia @FranciaMarquezM rechaza el asesinato de los jóvenes comuneros del resguardo de San Lorenzo en Caldono, Cauca, y de los resguardos de Panan y Chiles en Cumbal, Nariño”, dice uno de los trinos.