Tras comprobarse la existencia de miles de estudiantes que solamente existían en el papel, la Contraloría General ratificó el fallo de responsabilidad fiscal por 6.035 millones de pesos en contra del exsecretario de Educación de Sucre, Guillermo Castro Teherán. En la sanción se advierte que el entonces funcionario incurrió en una conducta omisiva al duplicar estudiantes en los registros en la base de datos del Sistema Integrado de Matrícula (SIMAT) de un total de 446 estudiantes y el giro de dineros por 3.087 alumnos que jamás asistieron de manera presencial a las clases.
Los hechos se presentaron en 2011 cuando se evidenció un daño patrimonial en la educación en el departamento. La investigación discal se enfocó en la falta de depuración del SIMAT en el que se registraron mayores cantidades de alumnos, lo que representó una captación de recursos adicionales que “entrarían a sufragar gastos de alumnos que en realidad no existían”. Por esto se concluyó que en efecto se había presentado una duplicidad, es decir, una alteración del sistema, o no se encontraban matriculados debidamente en las instituciones educativas.
La Contraloría Delegada Intersectorial determinó que se presentó una captación indebida de recursos, que se estandarizan para un mayor número de estudiantes que en la vida real no se estaban beneficiando del sistema educativo en los colegios. Pese a esto, continuaban engrosando las cifras del Sistema de Matrículas “conllevando a un desmedro económico” de los recursos de la educación.
En total, con esta manipulación y alteración de los registros, la Contraloría General concluyó que el daño patrimonial al Estado por un valor de seis mil trescientos cinco millones de pesos. “Los recursos del SGP Educación fueron objeto de menoscabo, al exigírsele un valor que no es acorde al número de estudiantes (...) se produjo, además una disminución de tales recursos”.
En el caso del secretario de educación de Sucre, Guillermo Castro Teherán se determinó que omitió sus funciones de consolidar y analizar la información correspondiente y reportarla correspondientemente y reportarla al Ministerio de Educación Nacional.
En la investigación fiscal se adelantó una revisión a la base de datos de los alumnos matriculados y registrados en el año 2011 en el Sistema Integrado de Matrículas. Los datos se confrontaron con la lista de alumnos matriculados en grupos de preescolar, primaria, secundaria, media y adultos que reposan en los archivos de las instituciones educativas (lista de promoción y aplicativo de notas).
De esta manera, se encontró que 3.087 estudiantes no asistieron físicamente a las clases durante ese año. igualmente, se determinó la duplicidad de 446 estudiantes en la base de datos del SIMAT, “donde los criterios de coincidencia son los dos nombres, dos apellidos, edad, documentos de identidad y grado”.
La modalidad de los “estudiantes fantasma” ha generado un millonario desfalco en la educación en el país. Esto debido a que los giros que envía el Gobierno, a través del Ministerio de Educación por cada estudiante matriculado, son utilizados para otras acciones, lo que representa un caso de corrupción.