El pasado 26 de enero se registró un lamentable hecho en la ciudad de Bogotá: una mujer emberá embarazada y su hija murieron tras ser arrolladas por un camión recolector de basura. Sin embargo, la tragedia no terminó ahí. Los indígenas que estaban cerca del parque La Florida, donde ocurrió el accidente, lincharon al conductor del vehículo hasta llevarlo a la muerte.
Este hecho desató varias reacciones desde distintos sectores, los cuales lamentaron todas las muertes relacionadas a esta tragedia. Al finalizar un consejo de seguridad desarrollado en la localidad de Engativá, el jueves 27 de enero, la alcaldesa Claudia López hizo fuertes críticas en contra del Ministerio de Defensa y lo responsabilizó de la fuerte oleada de desplazados que han llegando a la capital colombiana en los últimos meses.
“Quisiera hacerle un llamado al Ministerio de Defensa. Mientras Colombia sea un mar de corrupción, violencia, desplazamiento y asesinato, con nuestra Fuerza Pública desafortunadamente no vamos a poder mejorar más los índices de seguridad”, precisó la alcaldesa.
Así mismo, señaló de “ineficaz” la labor realizada desde el Ministerio de Defensa y aseguró que el año pasado llegaron más de 38.000 desplazados a Bogotá, de igual manera, mencionó que en lo que va del año han llegado más debido a atentados en Arauca y Guaviare.
“El desplazamiento en Colombia viene en aumento. Ministerio de Defensa y Unidad de Víctimas, es necesario que concreten el retorno seguro de la población emberá antes de febrero. A la Fiscalía General de la Nación le pido judicializar lo antes posible a los responsables del asesinato infame del conductor del camión”, escribió López en su cuenta de Twitter.
Por supuesto, la respuesta desde el Ministerio de Defensa no se hizo esperar. Diego Molano replicó el reclamo de la alcaldesa Claudia López y aseguró que “1.100 indígenas emberá que estaban en Bogotá y querían retornar lo hicieron el año pasado”.
En ese sentido, Molano aseveró que el Ministerio de Defensa garantizó “seguridad”, para lo que compartió las respectivas actas del caso. “Los que quedan en la capital deben ser reubicados, esa es su responsabilidad. Siempre dispuestos a ayudar”, concluyó.
Sin embargo, la respuesta dada por el ministro Diego Molano no fue suficiente para la alcaldesa Claudia López, quien replicó: “Ministro, evadir no soluciona nada. Otros 600 emberás quieren regresar desde hace 5 meses a Chocó y Risaralda, no estar en albergues temporales en Bogotá. Deben garantizar su retorno seguro. Ministerio de Defensa y Unidad de Víctimas deben garantizar su retorno seguro o el Ministerio de Vivienda darles vivienda. Háganlo sin más excusas ni dilaciones!”.
40 familias emberá habían llegado recientemente a la UPI La Florida
El pasado 17 de enero, la Secretaría de Gobierno de Bogotá informó que un nuevo grupo de miembros de la comunidad Emberá Dobidá se había trasladado de manera voluntaria del Parque Nacional a la Unidad de Protección Integral (UPI) en La Florida, lugar en el que “permanecerán con mejores condiciones”.
“Gracias al diálogo constructivo que adelanta el Distrito Capital con las comunidades indígenas que ocupan el Parque Nacional, presenciamos hoy un traslado voluntario de aproximadamente 160 personas, es decir, 40 familias de la comunidad Emberá Dobidá”, aseguró en su momento el subsecretario de Gobierno, Daniel Camacho.
El funcionario explicó que este grupo de personas decidieron trasladarse voluntariamente y que ahora “gozarán de mejores condiciones, condiciones dignas y favorables, especialmente para los más vulnerables, como los niños, las niñas y los adolescentes”.
“El Distrito —agregó Camacho— continúa haciendo el llamado para que las autoridades indígenas acepten los ofrecimientos de inmuebles para alojamiento transitorio que se han ofrecido. Son 5 inmuebles en total que se han ofrecido y que se mantienen aún para las comunidades que ocupan el Parque Nacional”.
Finalmente, el subsecretario de Gobierno de Bogotá reiteró que el Parque Nacional no es un lugar apropiado para alojarse, pues se pone el riesgo la vida, la integridad y el bienestar de los niños, niñas y adolescentes, como también de las mujeres en embarazo.
Cabe resaltar que desde el año pasado las autoridades distritales adelantan conversaciones con representantes de la comunidad Emberá que permanecen asentados desde hace más de tres meses en el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera de Bogotá, con el propósito de su reubicación en otro sector de la ciudad.