El ministro de Defensa, Iván Velásquez, condenó el ataque con explosivos en el que fueron asesinados siete policías en San Luis, Huila. Dijo el titular de la cartera de Defensa que la Fuerza Pública debe actuar con contundencia en contra de los responsables del ataque.
Los uniformados regresaban de realizar una labor social en dos patrullas de platón por una trocha, sin saber que los criminales les habían minado el camino y solamente estaban esperando a que los vehículos pasaran por determinada zona para activar una poderosa carga explosiva.
Las imágenes de la escena donde se presentaron los hechos parecen ser sacadas de una zona de guerra. Los cuerpos de los uniformados quedaron tirados al lado del camino y otros dentro de los vehículos.
Pero lo más impactante es lo que se puede ver a su alrededor. Los cuerpos de los uniformados en el piso. Uno quedó en posición fetal, otro a escasos centímetros de la puerta trasera, y encima se ve a otro uniformado fallecido. El impacto fue tan fuerte que los chalecos antibalas no sirvieron de nada para salvarles la vida.
Las llantas pinchadas, las latas arrugadas, los vidrios destrozados son muestra que los criminales iban por todo, como ocurrió. Ningún uniformado sobrevivió.
Más adelante, en otra imagen, se observa las partes convertidas en chatarra de la otra patrulla de la Policía que fue atacada por los criminales. Los hierros retorcidos dejan ver que los uniformados no tuvieron oportunidad de reaccionar. Los hechos ocurrieron en una zona que está ubicada a por lo menos cinco horas de Neiva, y para llegar hasta ese lugar es necesario atravesar una vía que se encuentra en pésimas condiciones.
Las víctimas fueron identificadas como: intendente Wilson Jair Cuéllar Losada, intendente Luis Alberto Sabi Gutiérrez, patrullero Duver Ernesto Carreño Rodríguez, patrullero John Fredy Vargas Bautista, auxiliar de policía Gómez Santiago, auxiliar de policía Gustavo Alberto Esquivel Rojas, auxiliar de policía Cristian Ricardo Cubillos Borbom, auxiliar de policía Arlex Mauricio Pascuas Figueroa y auxiliar de policía Yerson Stiben Gómez Leguizamón.
A la zona, para poder llegar de manera rápida y extraer los cuerpos, la Policía envió un helicóptero con uniformados para poder repeler cualquier ataque de las disidencias de las Farc, agrupación a la que, en primera instancia, se le atribuyó el ataque.
El reporte inicial, entregado por los uniformados del departamento del Huila a sus superiores, señala que “siendo las 14:30 horas, en la vereda Corozal fue activado un artefacto explosivo (por establecer) al paso de una camioneta institucional donde se transportaban siete (7) uniformados adscritos a la Comisión de Policía San Luis”.
Sobre por qué los uniformados se encontraban en dicha zona, explican que estaban participando en una actividad de bienestar social en el “Comando MENEV y habrían salido de la unidad a las 10:30 horas con destino al corregimiento San Luis (...) En el vehículo se movilizaban 2 intendentes, 2 patrulleros y 4 auxiliares de Policía”.
En esta zona rural existe presencia esporádica del Frente Ismael Ruiz y columna móvil Dagoberto Ramos, los cuales, hasta el momento, de acuerdo con los antecedentes habrían ejecutado acciones delictivas, homicidio y extorsión.
Es de recordar que las estructuras de las disidencias de las Farc, como la Dagoberto Ramos, es una de las más violentas que delinque en Colombia; está dedicada al narcotráfico y su radio de acción es el departamento del Cauca.
A través de un comunicado de prensa conjunto, el Ministerio de Defensa y el Alto Comisionado de Paz se pronunciaron sobre el atentado: “Rechazamos el atentado perpetrado contra siete integrantes de la Policía Nacional, hoy en la subestación de Policía ubicada en San Luis, corregimiento de Neiva. Expresamos nuestra solidaridad con cada una de las familias de estos jóvenes servidores públicos, de origen popular, cuya principal misión era servirle a la comunidad. La paz total va en contra vía de la connivencia y el silencio ante la criminalidad. Esta acción de terror es un saboteo a los propósitos de superar estas violencias que sirven para los intereses de unos pocos, que viven y han vivido de la guerra”.