Una nueva disputa libran el Gobierno Nacional y la Alcaldía de Bogotá. En esta ocasión el motivo es la llegada de la minga a la capital del país durante los próximos días. Mientras el secretario Luis Ernesto Gómez dijo que se había dispuesto todo lo necesario para que el Gobierno apoyara la llegada de los indígenas, la ministra del Interior, Alicia Arango, le respondió que no había acuerdos.

“Con la Alcaldía de Bogotá, no existe acuerdo previo sobre la responsabilidad del gobierno, en la atención de la logística y los temas sanitarios de la minga indígena que llega a Bogotá en los próximos días. Las autoridades locales han respondido a la minga a su paso por su ciudad”, afirmó Arango.

Luego la alcaldesa Claudia López escribió: “Nos parecía mejor recibir la minga de común acuerdo con el Gobierno Nacional como un gesto para aliviar tensiones. No quisieron. No hay problema. La Alcaldía se encargará, los recibirá y, como siempre, acordará con las organizaciones sociales, las garantías para su movilización pacífica”.

La ministra Alicia Arango también envió un mensaje donde dejó en claro las responsabilidades de las autoridades locales. “Gracias a las autoridades locales por su compromiso con la logística de la minga. El cumplimiento del deber, por encima de la politiquería”, escribió.

Se trata de un nuevo episodio de confrontación entre la Alcaldía de Bogotá y la Casa de Nariño, algo que ha sido costumbre durante todo el 2020.

Desde que llegó al Palacio Liévano, López ha criticado la gestión del primer mandatario en repetidas ocasiones. Por su parte, Duque no ha querido responderle directamente sino que han sido sus funcionarios quienes lo han hecho. Uno de los que más ha intervenido ha sido Diego Molano, director del Dapre.

Precisamente, sobre la minga, Molano comentó: “Así como la Alcaldía de Claudia López reclamó control sanitario en el aeropuerto, con esa misma vehemencia debe garantizar control y cordón sanitario con los miembros de la Minga que llegan a Bogotá. El Gobierno Nacional siempre dispuesto ayudar y coordinar con autoridades sanitarias locales”.

A esta réplica, Luis Ernesto Gómez le contestó: “¿Si no están dispuestos a pagar unos baños, cómo responderán a otras solicitudes de los indígenas? Además proponen aislarlos en un ‘cordón sanitario’ simplemente por su condición étnica. Desde la Alcaldía de Bogotá garantizaremos condiciones dignas a cualquier colombiano que visite su capital”.

La pelea ha sido por la competencia que tienen ambos gobiernos para recibir a la minga en la ciudad. Desde el Distrito se mantiene la tesis de que la marcha es contra el Gobierno Nacional pero que ellos dispondrán los espacios para que los indígenas puedan habitar estos días y llevar a cabo sus actividades, pero dicen que necesitan recursos y la disposición del gobierno central.

Por su parte, el gabinete de Iván Duque ha dicho que es tarea de la Alcaldía la disposición de los protocolos y la logística con la que se cuente. Así mismo, los ha responsabilizado por las medidas de bioseguridad que se puedan tomar y las restricciones que se contemplen con respecto a las comunidades que vienen desde el Cauca.

Ya son recurrentes las disputas entre el Gobierno Nacional y la Alcaldía. Sobre la minga ya se habían presentado críticas por parte de Claudia, quien cuestionó a Duque preguntándole si no era más fácil ir a dialogar con ellos a Cali. Otras peleas que se han dado fueron especialmente en medio de la pandemia por temas como la reactivación económica, la entrega de ventiladores, el cierre del aeropuerto, el préstamo de Avianca, los abusos de fuerza policial, la inseguridad en Bogotá, y adicionalmente, por el pronunciamiento del presidente sobre el caso de Uribe.

El problema de las despachadas de Claudia con el Gobierno, es que para sacar adelante el ambicioso plan que tiene para su mandato en Bogotá en los tres años que le faltan necesita en gran parte de la ayuda de Iván Duque, por los recursos que pueda destinar la Nación para la capital.

Las peleas políticas en momentos en que la ciudadanía más necesita de sus dirigentes y de la cohesión entre ellos no son buenas para nadie. Los efectos de la pandemia han causado estragos en la economía y los índices de pobreza y desempleo son los más altos en muchas décadas. Por eso, hoy más que nunca se requiere coordinación y trabajo en equipo.