El director de la Policía, el general Henry Sanabria, reveló que en el secuestro de los integrantes del Esmad ocurrido en San Vicente del Caguán, en el Caquetá, donde fueron asesinadas dos personas, un subintendente de la Policía y un civil, el ministro del Interior, Alfonso Prada, se canjeó por los uniformados secuestrados.

El director de la Policía, el general Henry Sanabria, aclaró el episodio sobre un supuesto secuestro del Ministro del Interior en San Vicente del Caguán, Caquetá, durante el secuestro de 79 integrantes del Esmad. | Foto: GUILLERMO TORRES

Explicó el oficial que, “en medio de las exequias del señor subintendente Monroy Prieto, hubo una llamada de los policías que estaban en el sitio, acompañando al señor ministro del Interior y de Transporte y se nos dijo: mire aquí lo que están diciendo afuera del centro comunal, es que van a secuestrar a los señores ministros para presionar la llegada del señor presidente, entonces tenemos que prepararnos porque parece que se los van a llevar”.

De igual manera, indicó el general Sanabria que “el articulo 169 del Código Penal establece secuestro extorsivo como forma de privar de la libertad de las personas mediante la retención, el ocultamiento de una persona y en general pues el buscar que la persona pierda su locomoción y su circulación, como ocurrió en este caso, por supuesto que es un secuestro extorsivo”.

“Lo que la Fiscalía de alguna manera está tratando de establecer también es si hubo presencia de actores armados de un grupo ilegal, y eso cambiaria de alguna manera la connotación, o también podría ser un tipo penal paralelo en concurso, que sería la toma de rehenes; lo del cerco humanitario fue una expresión utilizada con el propósito de garantizar la vida de los policías, fue una exigencia de estas personas que los tenían secuestrados, fue una exigencia que se le hizo al señor ministro del interior, quien valientemente estuvo en el sitio”, explicó el general Sanabria.

Añadió que “él (minInterior) en varias oportunidades estuvo en riesgo, no solamente su libertad, sino su vida en el sitio; con el señor ministro de Defensa, la ministra de Minas estuvieron allá con el comisionado y esa exigencia para liberarlos de alguna manera llevó a que en el documento se colocara eso, y se filtró por supuesto algo que se dijo en esa reunión hablando del cerco humanitario, pero es secuestro. Los policías, cuando son atacados, es un delito de asonada y posteriormente privada su libertad, es un secuestro”.

De igual manera dijo que el presidente (Gustavo Petro) ordenó un alistamiento por que la situación era compleja. “Las fuerzas especiales nuestras y del Ejército estuvieron listas para ir hasta allá, pero el ministro (Prada) dijo: ‘Déjeme, yo manejo la situación, deme un espacio de tiempo porque yo creo que tengo el control de la situación’, y así fue, y a la hora nos llamó porque la situación ya estaba calmada.

No hubo refuerzos

Sobre dicho caso, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, reconoció recientemente que no hubo apoyo del Ejército en el secuestro de un contingente del Esmad en San Vicente del Caguán, Caquetá, donde fue asesinado por campesinos el subintendente Arley Monroy.

En el centro, Iván Velásquez, ministro de Defensa. A los lados, los policías secuestrados en Caquetá. | Foto: SEMANA y captura de videos tomados de redes sociales.

“Compartimos naturalmente la indignación, pero también escuché de ellos (policías secuestrados) unas afirmaciones tan alentadoras, que preguntaba yo al director general de la Policía cómo era la preparación de los integrantes del antiguo Esmad, hoy Unidad de Diálogo”, dijo el ministro al destacar la calma de los policías secuestrados.

“Yo les decía en unas circunstancias de esas de tanta angustia, de tanta incertidumbre y decían: para eso estamos formados. Yo quiero destacar esa actitud de estos policías que también en medio de esas circunstancias tan graves, que estaban padeciendo, demostraron tanto valor, tanto control, tanta capacidad para poder superar unas circunstancias como estas tan complicadas”, dijo el ministro Velásquez.

Sobre la falta de apoyo del Ejército que estaba en la zona, el ministro dijo que de haberse presentado una intervención militar la tragedia hubiera sido mayor.

“El apoyo muy fácil decirlo desde Bogotá, es muy fácil decirlo cuando no se ve en la magnitud de lo que significaba esa presencia de miles de campesinos, que cualquier acción que se hubiera producido hubiera generado una tragedia (...). El propio comandante del pelotón que se encuentra al frente de esa empresa Emerald, con el que igualmente estuve conversando, me decía, yo veía, pero sabía que podía generarse algo mucho [más] grave si nosotros interviniéramos, si nosotros afrontábamos con las armas, porque estamos preparados para usar las armas. ¿Se imaginan ustedes cómo habría sido esa batalla campal en esas circunstancias?”, añadió.

Sí fue un secuestro

Respecto a si se presentó un secuestro o una retención, el ministro Velásquez indicó que el tipo penal que se da en las retenciones es secuestro. “Ahora que no empiece la discusión porque se utiliza la expresión retenidos y no secuestrados; el tipo penal del secuestro se define como quien sustraiga, retenga, arrebate, es decir, la retención hace parte de los verbos que describe el secuestro”, señaló.

Liberación uniformados del Esmad que estaban secuestrados por la Guardia Indígena en San Vicente del Caguán Caquetá. Marzo 3 de 2024 Foto: SEMANA API | Foto: Revista Semana

Añadió Velásquez sobre la investigación que le abrió la Procuraduría sobre estos hechos que espera que el Ministerio Público valore que lo que trataron de evitar fue una tragedia mayor. “Se que estoy investigado por esto, la procuradora (Margarita Cabello) dispuso que haya investigación preliminar por omisión de apoyo, pero yo pido a todos que revisen con objetividad, con ecuanimidad esto que ha ocurrido y que concluyan si este fue el procedimiento adecuado para tratar de salvar más vidas y no para arriesgar tantas, como se hubiera podido producir”.

Reclamo

En entrevista exclusiva con SEMANA, una familiar de una de las víctimas le reclamó al Gobierno, al Ministerio de Defensa y a la Policía Nacional por el silencio y la falta de empatía que, asegura, han tenido para atender esta grave situación.

Ricardo Arley Monroy, el uniformado que murió en medio de los enfrentamientos. | Foto: Cortesía Autor Anónimo

“Para mí es sorpresivo y triste que la institución no se hubiera contactado conmigo o con ninguna de las demás esposas de los policías para brindarme información y el correspondiente apoyo por el secuestro”, aseveró la mujer, quien exige respuestas de la Policía y el Gobierno.

Casi 24 horas después de la retención ejecutada por comunidades indígenas y campesinas en el sector de El Pozo, la institución –reclamó– ha guardado silencio absoluto y no ha tenido la molestia de comunicarse con ellos para darles a conocer las acciones que se están adelantando para su liberación.

“Les recuerdo que ellos tienen la calidad de servidores públicos secuestrados y maltratados en el ejercicio de sus funciones. Es por eso que le exijo al ministro de Defensa (Iván Velásquez), al director de la Policía Nacional (general Henry Armando Sanabria), al fiscal general (Francisco Barbosa) y demás personas del Gobierno, en especial al presidente, que, en el marco de sus funciones y obligaciones, tomen las acciones urgentes y necesarias para proteger y garantizar sus derechos”, recalcó.