El paso del huracán Iota en la isla de Providencia en noviembre de 2020 dejó daños en casi el 90 % de su infraestructura. La devastación también afectó las instalaciones sanitarias de la región, por lo cual fue necesario construir un nuevo hospital que, según el Ministerio de Salud, sería entregado antes del próximo 30 de junio.

Mediante un comunicado, esa cartera ministerial indicó que después del desastre se hizo una evaluación de los daños que había en los equipos y la infraestructura del Hospital Local de Providencia.

Los análisis, sin embargo, mostraron que había fallos estructurales en la edificación, algo que puede revestir múltiples riesgos tanto para la población como para los trabajadores sanitarios y los obreros de construcción.

Por ello, por medio de un decreto expedido en 2021, las autoridades tomaron la decisión de construir un nuevo recinto hospitalario, que se empezó a levantar en el mismo lugar donde se habían generado afectaciones producto del paso del huracán.

Las modificaciones normativas hicieron que se pudieran emitir distintas licencias urbanísticas para adelantar las obras de reconstrucción en varias zonas del departamento archipiélago de San Andrés, Providencia, Santa Catalina y sus cayos.

“El nuevo hospital, con un área construida de 1.370 metros cuadrados, garantizará servicios de urgencias de baja complejidad, atención de partos y cirugía ambulatoria, consulta externa, áreas de esterilización, toma de muestras, laboratorio clínico, imagenología y cámara hiperbárica”, indicó el Ministerio de Salud en su comunicado.

Así mismo, puntualizó que los nuevos equipos buscan restablecer los servicios de salud que se les prestaban a los ciudadanos antes del desastre natural.

El huracán Iota dejó afectaciones graves en la infraesstructura hospitalaria de San Andrés y Providencia. | Foto: Guillermo Torres Reina - Publicaciones Semana

Según la información oficial, la obra del hospital está “alineada” con el modelo de salud preventivo y predictivo que propone el Gobierno y cuenta con un avance del 65 %.

Se espera que a partir del próximo 30 de abril se inicie una fase de “instalación de la nueva dotación y adecuación de su infraestructura”. No obstante, el Ministerio de Salud proyecta que el hospital quede formalmente inaugurado y empiece a operar antes del próximo 30 de junio.

Cerca del 90 % de las construcciones en Providencia resultaron afectadas por el paso del huracán Iota. | Foto: 2020 Getty Images

“Cabe señalar que, desde el paso del huracán, el servicio de salud en ningún momento se ha interrumpido, y en la actualidad se presta con normalidad en un inmueble cedido en comodato de manera temporal por el Fondo Nacional de Turismo (Fontur) y adecuado y dotado por la ESE Departamental para el cumplimiento de las condiciones de habilitación, y la garantía del derecho fundamental a la salud”, sostuvo el Ministerio de Salud.

El proyecto del nuevo hospital empezó aponerse en marcha en septiembre de 2021 con la firma de un convenio entre la Fundación Grupo Argos, la Unidad de Gestión de Riesgo de Desastres, la Gobernación de San Andrés y el Ministerio de Salud.

Las obras de reconstrucción de Providencia han requerido de una gran inversión por parte del Gobierno nacional debido al grado de devastación que dejó el huracán. | Foto: 2020 Getty Images

El monto del proyecto ascendía a más de 12.000 millones de pesos y tuvo una adición presupuestal del Ministerio de Salud por alrededor de 2.105 millones de pesos, destinados a la adquisición de nueva dotación sanitaria.

Ese dinero extra quedó en firme a raíz de una resolución expedida a finales de diciembre del año pasado. Mediante esa norma, la cartera ministerial de salud decidió destinar cerca de 50.000 millones de pesos para conformar y poner en marcha el programa de Equipos Básicos de Salud en distintos hospitales públicos de todo el país.

Se trata de una de las apuestas más ambiciosas del Gobierno nacional actual en materia de atención sanitaria. Con esta iniciativa no solo se busca fortalecer la red hospitalaria pública del país, sino reducir indicadores de salud pública que afectan a las comunidades más vulnerables, como la desnutrición infantil y la mortalidad materna.