El regreso a la presencialidad para los estudiantes de primaria y bachillerato es una realidad inminente en el país. Desde el Ministerio de Salud y Protección Social (MinSalud) han sido enfáticos en que es de vital importancia permitir a los estudiantes volver a las aulas este año.

A pesar de que la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) se ha opuesto al regreso a los colegios, alegando que el Gobierno no ha garantizado una bioseguridad que evite los contagios masivos, una vez vuelvan a sus lugares de trabajo, todo indica que los niños y niñas del país iniciarán este 24 de enero sus clases en modalidad presencial.

Este retorno trae desafíos para los actores del sistema de educación, sobre todo en salud, pues deberán estar alerta a los riesgos que implique el contagio de covid-19. No obstante, el coronavirus no es el único factor de riesgo en estos espacios. El dengue es otro punto clave que debe ser tenido en cuenta por las instituciones y autoridades sanitarias.

Frente a esta alerta, Claudia Cuéllar, subdirectora de Enfermedades Transmisibles del MinSalud, manifestó que en 2021 se registraron 53.334 casos de dengue, de los cuales el 63,9 % (34.114) corresponden a menores de 18 años.

El estancamiento de aguas en los colegios que estuvieron cerrados durante la pandemia favorecería los criaderos de mosquitos. | Foto: Getty Images

El ideal es que, al volver los niños y jóvenes a clases, sea una prioridad adecuar los espacios que estuvieron todo este tiempo cerrados para que sean un entorno libre de mosquitos y prevenir así enfermedades. El cierre de los centros educativos pudo haber permitido un estancamiento de aguas que favorecería la reproducción de estos insectos.

“En ese sentido, desde este Ministerio se insta a la implementación de intervenciones de prevención para intervenir y reducir el riesgo de incremento de casos de dengue en el entorno educativo: colegios, escuelas, jardines infantiles”, entre otros, aseguró la subdirectora, quien destacó que el trabajo que se realice en este entorno generará un impacto positivo que incida en la interrupción de la transmisión al resto de la comunidad.

En concordancia, el Ministerio de Salud recomienda tomar las siguientes medidas para prevenir este riesgo de dengue en el regreso a la presencialidad:

Gobernaciones y alcaldías, a través de secretarías de Salud locales y departamentales deben garantizar entornos educativos libres de mosquitos a partir de:

  • Inspección de potenciales sitios en donde se desarrollan los mosquitos (criaderos) de Aedes.
  • Intervención de criaderos con: recolección y eliminación de inservibles, tapar recipientes que almacenen agua, lavado y cepillado de tanques, control larvario y control químico de formas adultas, cuando se requiera bajo justificación técnica.
  • Junto con las secretarías de educación, fomentar proyectos pedagógicos para aprender a identificar los riesgos de dengue y las medidas preventivas.
  • Implementar estrategias de comunicación del riesgo dirigidas a la comunidad educativa: estudiantes, profesores, administrativos.

En el caso de las instituciones de educación:

  • Atender a las recomendaciones dadas por las secretarías de salud para la prevención de casos.
  • Velar por el mantenimiento de entornos educativos libres de mosquitos, cubriendo y eliminando cualquier elemento que acumule agua.
  • Reportar a las autoridades de salud cualquier sospecha de casos o conglomerados de dengue.

La subdirectora también les recomendó a los padres de familia no automedicar a los menores, ya que algunos fármacos para el control de la fiebre pueden resultar contraindicados para casos de dengue.

“También es importante acudir oportunamente a los servicios de salud y atender a los signos de alarma que pueden indicar una mayor gravedad de esta enfermedad, como dolor abdominal persistente y continuo, vómito, cualquier sangrado de mucosas”, indicó Cuéllar.