Este lunes a las dos de la tarde se llevará a cabo el debate de moción de censura contra el ministro de Defensa, Guillermo Botero, el segundo de la presidencia de Iván Duque que se enfrenta con el Congreso por supuestas extralimitaciones en el cargo. En este caso a Botero se le acusa de no cumplir con su deber de proteger los derechos humanos, la vida y la integridad de la misma. Según dijo la representante a la Cámara Juanita Goebertus, la moción de censura está basada en la investigación publicada por el periódico estadounidense The New York Times en la que se revelan las directrices que se dieron a toda la cúpula militar de incrementar el número de bajas en combates para demostrar efectividad ante la opinión pública y lo que la prensa colombiana ha llamados los “falsos positivos 2.0”, pues tiene mucha similitud con dichos crímenes cometidos en la presidencia de Álvaro Uribe Vélez. Le sugerimos: Los nuevos argumentos de la moción de censura al ministro de Defensa “Encontramos tres documentos y dos testimonios que demostrarían que el ministro Botero no ha tomado suficientes medidas para proteger las vida, los derechos humanos y la integridad física. Uno de ellos es la investigación de ‘The New York Times‘, (otro es) un formato que proyecta el número de muertos en combate a 2019 (…); la a segunda es una diapositiva en la cual se miden a cada una de las unidades en función de los días que se ha combatido; y la tercera es la reducción del porcentaje de certeza con el cual se lanzan operaciones militares ofensivas, que venían de ser del 85 por ciento y pasan al 60 o 70 por ciento de certeza”, dijo Goebertus hace unos días a la periodista María Jimena Duzán en ‘Semana en vivo‘. “El segundo componente (para llamar a la moción de censura) está relacionado con prevenir las violaciones a los derechos humanos y tomar acciones directas para reprimir a quienes los cometen", Juanita Goebertus. La representante a la Cámara también aseguró que en el debate se citarán los testimonios de los exoficiales que aparecen como fuentes anónimas en el reportaje del diario estadounidense, testimonios que aseguran que la directriz es duplicar los resultados operacionales acudiendo, de ser necesario, a alianzas con grupos armados, justo como pasó hace varios años entre algunos batallones y las AUC.

“El segundo componente (para llamar a la moción de censura) está relacionado con prevenir las violaciones a los derechos humanos y tomar acciones directas para reprimir a quienes los cometen, y en el caso de Dimar Torres las manifestaciones del ministro de Defensa son gravísimas en torno a negar los hechos”, dijo Goebertus. Puede interesarle: Dimar: una tumba sin todas las respuestas Dimar Torres era un excombatiente de las Farc que estaba cumpliendo con la paz y tenía una vida de campesino en zona rural del municipio de Convención, en Norte de Santander, donde era apreciado por la comunidad. Allí fue asesinado por hombres del ejército que, además, pretendieron enterrarlo con la moto en la que se transportaba. En medio de la presión mediática que pedía conocer la verdad, el ministro Botero tuvo varias salidas en falso, asegurando que los soldados habían actuado en “legítima defensa”, que antes del asesinato los hombres habían tenido una lucha cuerpo a cuerpo, y hasta sugirió —sin previa investigación— que debió existir alguna motivación para el asesinato. Estas declaraciones, tildadas de irresponsables por defensores de derechos humanos y congresistas, también serán usadas como pruebas para argumentar que Botero no puede seguir en el cargo. Pese a las pruebas que menciona Goebertus, otros congresistas alineados con el gobierno aseguran que estas no son concluyentes y que la política de los supuestos neofalsos positivos no se echó a andar, en palabras del representante Waldith Manzur, dichas a Caracol, “sí hay fuertes críticas por ese formulario, pero no hay evidencias, por lo que ni se han registrado, ni se producirán los falsos positivos”. Le recomendamos: Yo me vigilo Además, sobre el asesinato de Dimar Torres, el ministro Botero aseguró: “Yo no tengo por qué renunciar, yo no estoy incurso en ninguna investigación, ni he obrado contrario a la ley y he obrado con total y absoluta transparencia. Reitero: la versión que yo di era la verdad formal en ese momento y fue la versión que dio el cabo Gómez tanto a la Fiscalía como a sus superiores”.