En el debate de moción de censura contra el ministro de Defensa Diego Molano, el soldado que resultó herido en medio del combate con las disidencias de las Farc que hacían presencia en Alto Remanso en el Putumayo, habló como invitado ante la plenaria de la Cámara de Representantes.
Se trata de Róbinson Beleño Herrera, quien acudió al recinto en silla de ruedas luego de varias semanas de recuperación por el disparo que recibió en medio de ese operativo en su brazo derecho. “Soy campesino, soy del pueblo”, aclaró antes de iniciar su relato.
Beleño contó su versión de los hechos. Dijo que llevaban días de seguimiento a la población porque sabían de la presencia de disidencias de las Farc en el lugar. “Demoramos aproximadamente tres días de observación sobre el punto”, reconoció el soldado profesional.
Beleño afirmó que estuvieron unos 10 días haciendo inteligencia en el lugar. En el primer día observaron “bandidos armados” que estaban mezclados con la población civil y por eso decidieron esperar.
“No accionamos nuestras armas porque estaban mezclados con la población civil”, comentó Beleño, quien reconoció que así pasaron más días con la misma situación.
Luego de 28 días de análisis en el terreno iniciaron los combates, relató. “Mi equipo de combate tenía una tarea clave que era apoyar el equipo y cierre sobre un sector”, comentó Beleño.
Mencionó que hacia las 6 ó 7 de la tarde-noche, en el sector en el que se encontraba con su equipo empezaron a recibir impactos de bala.
Allí fue cuando apareció un civil que le disparo directamente a su integridad, luego de que él no accionara su arma por esta condición de que se trataba de una persona.
“Posteriormente me muevo 10 metros aproximadamente, veo a un sujeto vestido de civil. Aprovechando esa característica, que yo en los segundos que me demoré para discriminarlo, porque yo en ningún momento acciono mi arma contra un civil ni un campesino, él aprovechó esa condición y me impacta el brazo, ocasionándome lesión en la arteria y el nervio que me manda el movimiento hacia la mano”, aseguró el soldado en la plenaria. El impacto fue en el brazo derecho.
Beleño señaló que le siguieron disparando y que gracias a la pronta reacción de otros soldados no resultó con mayores heridas o muerto. Además, agradeció a la pronta intervención quirúrgica del cuerpo médico del Hospital Militar que le salvó la vida y permitió que no perdiera el brazo. “Estoy luchando por recuperar el movimiento de la mano”, señaló.
El soldado relató que hay testigos de la comunidad que vieron cómo se desangraba en un baño de la vereda y que allí quedaron rastros de sangre. “Tenía hemorragia severa”.
“Es testigo que mis compañeros jamás accionaron el arma contra él, ni los campesinos”, comentó el soldado haciendo referencia a un habitante de la comunidad.
Beleño afirmó que da su testimonio para contrastar los hechos que se han conocido y para evidenciar que sí hubo civiles armados que dispararon contra la fuerza pública, es decir, que se trató de un combate y no de una “masacre” contra la población civil, como la oposición y algunos medios lo han recalcado.
“Ustedes pueden ver que tengo implante de la vena arterial que me sacaron de la ingle”, relató el soldado.
“Tienen armas letales, para que tengan conocimiento”, dijo Beleño. Volvió a reiterar es campesino y agradeció a Dios por estar vivo.
“Les doy mi testimonio. Que no se dejen intimidar por estos grupos que operan en esas regiones que se aprovechan de esa condición para utilizar a la población civil”, comentó el soldado.
Beleño ya había dado luces de lo que había pasado ese 28 de marzo en Puerto Leguízamo luego de haber sido atacado en la vereda.
El soldado duró dos horas en el quirófano luchando por su vida y porque no le amputaran el brazo. A sus 28 años de edad tuvo un 70% de posibilidades de perder el brazo pero gracias al trabajo médico hoy está en recuperación y a salvo.