“No se me ocurrió nada mejor en ese momento. Lo que sí era clave era no dejar pasar. Es una costumbre que hay que cambiar, las costumbres se cambian a veces con intervenciones puntuales que tratan de ser pedagógicas”, dijo Antanas Mockus luego de haberse bajado los pantalones en medio del discurso del senador Efraín Cepeda, durante la instalación del nuevo Congreso. Con "una costumbre que hay que cambiar", Mockus se refería al ruido y cuchicheo que llenaba el Capitolio mientras Cepeda hablaba. Nadie escuchaba al presidente de esa corporación. El exalcalde de Bogotá ya había pedido silencio, y al sentirse ignorado, se bajó los pantalones como lo hizo en la Universidad Nacional en 1993. En esa ocasión, el entonces rector del claustro lo hizo en un contexto similar, ante un auditorio alborotado que no escuchaba. "Él se paraba, Antanas, con el dedo en la boca señalando y pidiendo silencio, con la mano en la oreja, como pidiendo que por favor escucharan. Y pues ya, al rato hizo otra expresión simbólica de pedir respeto, que por favor escucháramos a quien estaba hablando, que era lo que él buscaba", explicó Angélica Lozano, senadora de la Alianza Verde. Le recomendamos: Mockus lo hizo de nuevo: se bajó los pantalones durante la instalación del CongresoAhora habrá que esperar si a Mockus le cabe una sanción por ese acto. Según el reglamento del Congreso (Ley quinta de 1992), "ejecutar actos que afecten la moralidad pública del Congreso; la dignidad y el buen nombre de los congresistas en la función congresional" se considera una conducta sancionable. Lo concreto es que el exalcalde de Bogotá acaparó la atención en la inauguración del nuevo Congreso. Y como se esperaba de él, ya empieza a ser uno de los protagonistas del Capitolio. Minutos después, el mismo Gustavo Petro, en nombre de los 8 millones de votos que obtuvo en la carrera presidencial, postuló a Mockus como candidato a la presidencia del Senado y recibió otros apoyos como el de Jorge Robledo.