El lento avance de la construcción de la Troncal de TranMilenio por la Avenida 68 ha generado todo tipo de indignación entre la ciudadanía que día a día se ve afectada por el colapso de la movilidad en este sector de la ciudad y en vez de observarse una celeridad en las obras, por el contrario, los ciudadanos lo que han encontrado son varios frentes con muy pocos trabajadores.

La indignación ciudadana ha sido tal que la propia alcaldesa Claudia López no aguantó más y no le quedó más remedio que salir a exigir públicamente a los contratistas, en especial al constructor Mario Huertas, que cumplan con las obras y contraten más gente, pues según ella de seguir así “las obras no se van a acabar nunca”.

“No hay derecho a que uno pase por una obra y no haya gente trabajando”, dijo la alcaldesa, quien aseguró que los contratistas han tenido todas las garantías para establecer los planes de manejo tráfico, por lo que no tiene sentido “que vayan tan atrasados”.

La respuesta de Mario Huertas no se hizo esperar. El constructor señaló que a veces los planes de trabajo se ven afectados por el manejo y traslado de las redes de las empresas de servicios públicos. “Todas estas son redes activas, y nosotros no podemos desbaratar y colocar nuevas redes sin una planeación previa”, precisó.

Ante este cruce de comentarios entre Huertas y López, SEMANA contactó al director del IDU, Diego Sánchez, para conocer cuál es el estado real del proyecto y entender de primera mano cuál es la molestia de la administración distrital con los contratistas.

De acuerdo con el funcionario, el Distrito y en especial la Secretaría de Movilidad, les han dado todas las garantías a los contratistas para cerrar calzadas, andenes, vías y demás para que ellos puedan ejecutar sus obras, por lo que no hay excusa para que no tengan gente trabajando.

“Lo incómodo es que se les autoriza el plan de manejo tráfico y lo que uno quisiera ver, esa es la molestia de la alcaldesa, es que en esos espacios que ya están cerrados, la empresa contratista inmediatamente implemente de manera contundente acciones de construcción, que se vean maquinarias, materiales y, sobre todo, personal, pero no está sucediendo así”, precisó Sánchez.

Y agregó: “El sacrificio que estamos haciendo todos es cerrar las vías, incomodar a la gente, pero ese sacrificio no se está viendo representado en un mayor esfuerzo por parte del contratista”.

Ahora, en cuanto al avance del proyecto, el director del IDU afirmó que todos los 9 tramos de la Troncal de la 68 tienen atrasos de hasta un 5 % y advirtió que de superarse ese porcentaje, se podrían empezar a imponer sanciones.

“Contractualmente hoy no tenemos problemas, pero no queremos llegar a ese punto a que se generen atrasos que superen el 5 % porque cuando supera el 5%, ahí sí estamos ante una posible sanción por incumplimiento del plan de trabajo”, especificó Sánchez.

A renglón seguido comentó: “Nuestra tarea es evitar entrar en las multas, porque las multas no sirven para nada, la multa puede ser un apremio, pero el proyecto termina parado y a mí lo que me interesa es que las obras avancen”.

En ese orden de ideas, Sánchez dejó claro que “el llamado de atención es para que los contratistas no se dejen coger más tiempo con las obras e incorporen más gente de inmediato”.

El director del IDU indicó que la molestia por el lento avance de las obras no es un mal de última hora, sino que, por el contrario, se trata de una alerta que ha venido trabajando el Distrito desde semanas atrás. Incluso Sánchez ya le había hecho un jalón de orejas a todos los contratistas, incluido al propio Mario Huertas, y les solicitó una programación detallada de cuántos trabajadores iban a tener al frente las obras.

En esa reunión, los contratistas se escudaron, efectivamente como lo hizo Huertas en declaraciones a los medios de comunicación, en la lenta respuesta de las empresas de servicios públicos para el traslado de redes, una excusa a la que Sánchez les respondió de manera tajante: “No hay razón para no cumplir con los planes de trabajo, es responsabilidad de ellos (los contratistas) hacer la planeación anticipada y pedir el traslado de redes. El problema es que no están planeando con tiempo”.

Finalmente, con relación a la cantidad de gente que la Alcaldía quiere ver trabajando y luego de la advertencia que hizo Huertas que los trabajadores “también merecen dormir”, Sánchez puntualizó: “Nadie le está diciendo que la gente deba trabajar 24 horas, eso sería antihumano, pero lo que estamos pidiendo es que tienen que existir diferentes turnos, porque un solo turno de trabajo sería una persona que entra a las 7 de la mañana y sale a las 5 de la tarde, y eso es inadmisible para una obra pública”.

Sánchez espera que antes de finalizar el 2022 todo el proyecto de la Troncal de la 68 tenga un avance de entre el 30 y 32%; que para 2023 llegue al 70 % y para 2024 o más tardar el 2025 se terminen las obras para entrar en funcionamiento.