Este jueves, cuando el turno para hablar en la extensa audiencia de preclusión del expresidente le tocó a Eduardo Montealegre, en Twitter se vivió un remezón. La exfiscal Hilda Niño Farfán se despachó en esa red social contra quien fue su jefe. “Al escuchar estas intervenciones de Montealegre y Perdomo en mi contra junto con los demás intervinientes, dejo denunciado públicamente que mi seguridad personal y judicial corre peligro, así como la de mi familia”, señaló.

No fue lo único. La exfiscal aseguró también que Montealegre: “Para hacer en la unidad sus atropellos, aún conociendo su ineptitud, miente y enloda descaradamente. Estoy condenada y eso nadie lo va a borrar, pues es parte de otra infamia sobre la que hubo tanto poder económico y político que tuve que aceptar”, sostuvo.

Niño ha sido la funcionaria del búnker que ha narrado más en detalle el papel que, según ella, habría cumplido la fiscalía de Eduardo Montealegre en el proceso del expresidente Álvaro Uribe. La exfuncionaria ha señalado en sus declaraciones a la justicia que desde este organismo se creó un “complot” contra el exmandatario.

El pasado 17 de febrero, la abogada asistió al búnker de la Fiscalía y entregó allí su versión de los hechos. SEMANA publicó su declaración completa, sin editar, así como lo ha hecho con otras piezas procesales importantes del expediente del exmandatario.

La exfiscal comenzó por relatar la situación jurídica que vivió en el pasado y que hoy la tiene en libertad condicional, luego de haber cumplido un tiempo de cárcel. Niño fue condenada a cinco años de prisión por la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia como coautora del delito de cohecho propio.

Se le acusó de ayudar a los integrantes del Bloque Vencedores de Arauca y de recibir dádivas de Miguel Ángel Melchor Mejía Múnera y Orlando Villa Zapata. Esto con el propósito de “omitir su condición de narcotraficantes y presentarlos como destinatarios y beneficiarios del proceso de Justicia y Paz”. En la diligencia ante la Fiscalía, aseguró que tiene un enorme interés por colaborar con la justicia y redimir lo que hizo.

Desde su declaración en la Corte Suprema de Justicia, la exfuncionaria ha sido clara en señalar que su antiguo jefe, Eduardo Montealegre, de la mano de su vicefiscal, Jorge Perdomo, lideró una estrategia jurídica con miras a lograr que altos mandos del paramilitarismo declararen en contra del expresidente Uribe. En esa oportunidad había dicho que algunos de estos movimientos tenían que ver con ingresos a medianoche de jefes de esos bloques al búnker, que no fueron registrados, y con visitas a las cárceles que se presentaban como si tuvieran otros fines.

En su declaración ante la Fiscalía, Niño entregó durante más de hora y media detalles de esos señalamientos: nombres, fechas de esas reuniones secretas y un listado de casos en que se habrían cometido las irregularidades. La exfiscal fue mucho más allá e hizo menciones exactas sobre los procesos en los que hace años se investigan las masacres de El Aro y La Granja.

El fiscal le preguntó directamente si Álvaro Uribe Vélez le ofreció algo para que ella declarara en la Corte. La respuesta de ella fue contundente. Aseguró que el expresidente no la buscó, ni le pagó, ni le ofreció nada a cambio de su declaración, y concluyó diciendo que ella tampoco le exigió nada. Agregó que entregaba estas declaraciones “porque solo quería que se hiciera justicia”.

Sobre sus contactos con el abogado Diego Cadena, Hilda Niño reconoció ante la Fiscalía que habló con él y aceptó que pudo ser “una imprudencia”, pero sostuvo que no hubo ofrecimientos. Para sustentar su testimonio entregó un archivo con toda la historia de su traslado para demostrar que ni Uribe ni su abogado presionaron o la ayudaron a cambiar de centro de reclusión.

En la documentación consta que desde que le dieron detención, la orden judicial fue llevarla a un centro especial de reclusión; sin embargo, la enviaron a la Cárcel El Buen Pastor. Interpuso tutelas y desacatos. Al final, la exfiscal aseguró que tardó más de seis meses en lograr el cambio y que si Uribe la hubiera ayudado, “habría sido en un día”.

La exfiscal, que está en libertad condicional, dejó en esa ocasión constancia en el despacho de su difícil situación en materia de seguridad por cuenta de su testimonio y su colaboración ante la justicia. Aclaró que hasta pensó en no seguir colaborando porque, según dijo, los fiscales de la anterior administración que llevan su caso no le están cumpliendo.

Este jueves, cuando vio virtualmente lo que decía Montealegre sobre ella, se despachó en Twitter. Ella no será escuchada en esta fase de la audiencia de preclusión del exmandatario.