Tristeza en el departamento de Huila tras la muerte de una menor de 11 años, hija del concejal John Alexánder Anaya Sterling. Información preliminar señala que la niña fue encontrada por su progenitor en un cafetal, ubicado en la vereda El Amparo, localizada a 45 minutos del casco urbano del municipio de El Pital en el suroccidente de ese departamento.
De acuerdo con medios locales, los familiares de la niña habían sido invitados a una fiesta de cumpleaños, pero en horas de la tarde notaron la ausencia de la menor, por lo que inmediatamente los asistentes al evento iniciaron su búsqueda. Después de varios minutos, su papá la encontró en el lugar mencionado anteriormente, con lesiones ocasionadas con arma blanca en diferentes partes de su cuerpo.
Posteriormente, la menor fue trasladada de urgencia a un hospital donde llegó sin vida. El reporte entregado por el centro médico indicó que la niña murió debido a las heridas ocasionadas con arma blanca a la altura del tórax, mientras que médicos forenses tratan de establecer si la menor habría sido abusada sexualmente.
Tras el brutal crimen que tiene consternados a los ciudadanía en Huila, investigadores de la Policía y de la Fiscalía trabajan en la recolección de pruebas materiales y testimoniales que les permitan capturar al responsable de este atroz hecho.
Familiares de la menor asesinada indicaron que era gemela y que el pasado viernes cumplió 11 años junto a su hermana.
El anterior caso hizo recordar al ocurrido en enero del presente año en en el municipio de Guapi, en la costa Pacífica del departamento de Cauca, donde también fue hallada sin vida una niña de 11 años con aparentes señales de tortura y desnuda.
En su momento, Teodoro Lerma Aragón, secretario de Gobierno del municipio de Guapi, Cauca, indicó que la menor había sido hallada en una zona verde del barrio Santa Mónica. “La menor respondía al nombre de Maira Alejandra Orobio Solís y su cuerpo estaba tirado en el barrio en mención, ubicado en el casco urbano del municipio. En este mismo sector vivía la pequeña, en un lugar que lo denominan La L”, indicó el funcionario en esa ocasión.
El país aún recuerda con tristeza el caso de la niña Sofía Cadavid, de 18 meses de edad, en hechos ocurridos en el municipio de Rionegro (Antioquia), el pasado mes de diciembre.
La Policía Nacional informó en su momento que al progenitor Diego Armando Cadavid se le encontró una camisa con vestigios de sangre, al parecer de la pequeña Sofía Cadavid. Según se informó, a esta persona se le encontró en un sector de la municipalidad de Rionegro, en el departamento de Antioquia, desorientado e indicando dónde se encontraba el cuerpo de la menor.
De igual manera, señaló la Policía Nacional, las diligencias posteriores dejaron en evidencia que este sujeto tenía diferencias con la madre y familia de la víctima.
Cadavid, principal sospechoso de la muerte de la pequeña, y quien no aceptó la acusación de feminicidio ante un juez, rompió su silencio frente al caso en una entrevista con el portal Mi Oriente.
El hombre se defendió manifestando que fue drogado antes del asesinato de la pequeña y que cuando apareció tenía golpes como si se hubiera enfrentado con otra persona.
“Con respecto a lo que pasó con mi hija. Fui drogado. Iba a llevar la hija a la casa donde vive Luisa y a partir de que fui drogado perdí la noción del tiempo, espacio y decisiones y a partir de ahí no recuerdo nada”, explicó el hombre.
“Tengo la cabeza llena de chichones, laceraciones en el cuello, en las manos, en los puños, en varias partes de mis manos, como si hubiera peleado con alguien. Yo sería incapaz de atentar contra la vida de mi hija, me la hubiera quitado yo primero”, agregó.
El hombre dijo que fue drogado cuando salía del negocio de su papá, y que una persona que trabaja limpiando vidrios le arrojó algo en un semáforo.
“Esas personas que van a limpiar el parabrisas me arrojaron algo y así quedé”, dijo Cadavid.