La vicefiscal general, Martha Mancera, reveló los primeros resultados de la investigación que se adelantó por la muerte de coronel Óscar Dávila, registrada en la tarde del pasado 9 de junio en el occidente de Bogotá.
En rueda de prensa, este miércoles, se reveló que en la investigación se adelantó el denominado protocolo de Minnesota, que busca establecer si el cuerpo presentó golpes o heridas provocadas antes del deceso. Las pruebas indican que la última vez que se vio con vida al coronel Dávila fue a las 5:40 p. m. de ese viernes.
El médico experto forense de la Fiscalía General, Jorge Paredes, explicó los detalles de la necropsia que se le practicó al cuerpo, haciendo énfasis en que es un ejercicio bastante complejo y se analizaron todos los rastros del cuerpo y de la ropa del oficial.
En su explicación formal detalló que por respeto a los familiares y personas cercanas al coronel Dávila se tomó la decisión de no poner fotografías reales de su cuerpo.
“No quise poner una imagen del cuerpo porque me parece que eso no está bien para la sociedad ni para los familiares del coronel. Es un diagrama ilustrativo”, detalló el experto.
Tras hacer esta salvedad, aseveró que al realizar un estudio del cráneo del coronel se encontró que “en el lado derecho hay un punto, una herida de 4 por 2,8 cm. ¿Qué características va a tener? Ese es el orificio de entrada que es irregular porque el arma estaba puesta a contacto”.
“Cuando se pone el arma a contacto se produce una deflagración de gases y generan una herida que es muy característica”, explicó al mostrar una serie de diapositivas. Las pruebas llevaron a la conclusión que existen residuos de pólvora en las manos del coronel. “Desde el punto de vista forense se puede determinar que la muerte tiene todas las características propias de un suicidio”.
“El orificio de salida también es irregular. Con eso se individualiza una trayectoria que es anterior posterior, que es de derecha a izquierda y es ligera superior inferior. Con eso hablamos de un orificio de entrada y un orificio de salida que causa unas graves lesiones en el interior de la cavidad craneana con una gran fractura y obviamente unas lesiones cerebrales muy características”, aseveró el médico forense.
Igualmente, detalló que cuando se revisaron el cuerpo y las prensas “encontramos salpicaduras de sangre que reflejan un modelo como en U, eso da un indicio muy fuerte que esta persona tenía el arma empuñada (...). Eso se observa en el puño de la camisa en la parte derecha, en la zona dorsal”.
El informe también concluyó que “este cuerpo no tenía ningún signo de riña, lucha, sujeción o indefensión”. Las pruebas realizadas permiten inferir que el coronel estaba consumiendo un medicamento para tratar la ansiedad. “Esto ayuda a dormir un poco, a conciliar el sueño, desde el punto de vista forense pudiera decir que estaba expuesta a un estrés importante”.
“Desde el punto de vista médico-legal entonces llegamos a la conclusión que es un suicidio. Es un caso muy claro”, explicó el doctor Paredes. Teniendo en cuenta este informe y las pruebas recolectadas por peritos, la Fiscalía tomó la decisión se cerrar la investigación.
Los resultados de los informes de Medicina Legal fueron concluyentes. Así lo relató en una rueda de prensa la vicefiscal general, Martha Mancera, junto con el equipo técnico de Medicina Legal que realizó la investigación.
“Para la Fiscalía, los resultados de la necropsia son claros en positivos para suicidio”, aseguró la funcionaria. Acto seguido, relató los hechos que les permitieron llegar a esa conclusión. Los residuos de disparo, por ejemplo, corresponden a un disparo que él hizo contra su propia vida, al igual que los rastros de sangre que había en su ropa.
La vicefiscal Mancera aseguró que “la Fiscalía siempre entrega certezas judiciales”. Narró lo que sucedió alrededor de la muerte del coronel, el 9 de junio pasado.
“Frente a estos hechos, la Fiscalía generó una investigación de línea de tiempo: hora de muerte, circunstancias de muerte y si existe o no un tercero frente al deceso del teniente coronel”, agregó.