La semana pasada, tres noticias revivieron el espectro del desfalco a Saludcoop, que todavía tiene en crisis al sistema de salud. La primera tuvo que ver con las denuncias acumuladas en la Defensoría del Pueblo y en la Procuraduría General con relación a la prestación del servicio ofrecido por la EPS Medimás, heredera de los desastres sucesivos de Cafesalud y Saludcoop. La segunda se produjo en la Fiscalía General, cuando el antiguo presidente de ese poderoso grupo, Carlos Gustavo Palacino, estuvo rindiendo interrogatorio sobre su responsabilidad en ese caso. Y la tercera fue la pérdida de investidura del exrepresentante a la Cámara por Santander, Holger Horacio Díaz, decretada tras un largo proceso por el Consejo de Estado. Su muerte política se originó por las denuncias que el periodista Daniel Coronell hizo en 2011 contra el entonces representante a la Cámara por el PIN, a partir de un correo en el que parecía que Holger le había filtrado a Palacino el texto de la reforma a la salud que se estaba tramitando y en el que, a la vez, le recomendaba el pago de unos honorarios. El e-mail decía: “Buenas noches, te envío el texto definitivo del proyecto aprobado en las comisiones séptimas, te quiero molestar porque hace 2 meses, no han vuelto a consignar, NIT 804010319-3. Muchas gracias. Holger”.En contexto: El impune HolgerAunque en su momento pareció que la historia quedaría en la impunidad, ya que la Procuraduría General, en cabeza de Alejandro Ordóñez archivó la investigación, el presidente de la Red de Veedurías, Pablo Bustos, decidió mantener vigente el caso al denunciar al representante ante el  Consejo de Estado con el apoyo de la Procuraduría de Fernando Carrillo.Bustos denunció a Holguer Díaz por tres causales: tráfico de influencias, violación del régimen de incompatibilidades y conflicto de intereses: es decir, no solo por pedir el dinero, sino porque la esposa del entonces parlamentario, Gloria Lucía Quiroz, era gerente regional de Saludcoop. El Consejo de Estado negó el primer cargo porque en el momento de los hechos Palacino no era un servidor público, sino un sujeto privado que manejó recursos de carácter parafiscal. Frente a la violación del régimen de incompatibilidades, la sala advirtió que el correo electrónico no era “por sí solo” una prueba suficiente para demostrar que el congresista recibió “favores económicos por su actuación como legislador”, a diferencia de lo que sucedería si se presentaran “más correos en sentido similar o reuniones personales o virtuales”.  Pero, paradójicamente, el mismo correo fue aceptado como parte de las pruebas que condujeron a la pérdida de investidura del antiguo candidato a la Gobernación de Santander. La sala de lo contencioso-administrativo determinó que Holger Díaz incurrió en un conflicto de intereses al votar la ley y obtener beneficios para terceros a cambio.Precisamente, la sentencia admitió que su mujer, Gloría Lucía Quiroz Hernández, tuvo un papel protagónico en la gerencia regional de Saludcoop hasta muy poco tiempo antes de la votación y que el proyecto de ley que buscaba fortalecer el financiamiento del sistema general de seguridad social en salud, le generó “un beneficio económico evidente”. Sobre todo teniendo en cuenta que apenas unas semanas después de la votación, Gloria Quiroz reanudó lazos con la empresa Saludcoop por montos incluso superiores a los que consiguió antes de la gestión legislativa.El segundo fue que el propio congresista tenía intereses particulares e “indiscutibles” en la sociedad Salud con Calidad Ltda de la que dejó de ser socio-fundador el 12 de marzo de 2010, pero con la que mantuvo lazos al punto de abogar directamente con Palacino por el pago adeudado. La sentencia precisó también que Holger Díaz ocultó ese dato en su hoja de vida y anunció la renuncia de su mujer a la gerencia de Saludcoop unos días antes de la votación de la Reforma al Sistema General de Seguridad Social en Salud, lo cual confundió a sus colegas para que no aceptaran su impedimento.Te puede interesar: Los secretos del informanteAdemás, el documento también estableció que la participación efectiva en el trámite de un proyecto de ley se materializaba con el estudio, decisión, debate, votación, censura y/o intervención en los asuntos congresionales y no solamente con la participación en los debates y la votación, como argumentó Holger Díaz, lo cual podría acarrear funestas consecuencias para los congresistas que hayan participado en otras legislaciones al amparo de la argucia legal que consiste en separarse de los cargos que puedan acarrear conflicto de interés unos días antes de la votación.Otro punto que aclaró la sentencia del Consejo de Estado fue que hubo intereses de congresistas en manipular la ley para favorecer los intereses comerciales de instituciones prestadoras de servicios, lo cual también abre la puerta para que se estudien las relaciones que pudieron tener los diferentes ponentes del caso con la EPS Saludcoop y las IPS interesadas. Si bien el fallo acarreó la muerte política del congresista que creció en el gobierno de Hugo Aguilar Naranjo, sus familiares quedaron ‘bien parados’ tanto en la empresa Cafesalud, como en la junta directiva de una zona franca importante de la región. Así que más allá de las consecuencias inmediatas de la pérdida de investidura, quedarán por aclarar algunas preguntas fundamentales relacionadas con el desfalco a Saludcoop.Puedes leer: Las manitas del procurador¿Qué sucederá con los procuradores que archivaron la investigación en contra de Holger Díaz, cuando el Consejo de Estado encontró méritos suficientes para actuar? ¿En qué va la investigación adelantada por el magistrado Barceló en la Corte Suprema de Justicia? ¿Qué ha pasado con la mano derecha de Palacino, Darío Mejía Villegas y con el excontralor Julio César Turbay que también fueron mencionados en el caso? Son algunos de esos interrogantes, pero el principal es si este caso servirá para darle un nuevo impulso al proceso contra Palacino que lleva varios años empolvado en la Fiscalía sin que ocurra nada.