“(…) Tengo el estómago inflamado, mucho dolor y la verdad tengo dos niños a los cuales no quiero dejar solos”, con esa frase termina su mensaje en video la joven Leidy Jhoana Espinosa Cataño. Lo grabó el sábado 2 de julio del 2016, minutos antes de las 3 de la tarde, hora oficial en la que los médicos de la clínica Essenza de Cali reportaron su muerte.El mensaje de la joven Espinosa, de 25 años, era un intento desesperado para lograr que un médico especialista la examinara y le diagnosticara el motivo de su intenso dolor estomacal y por qué su abdomen se inflamó abruptamente.Llevaba cuatro días hospitalizada en la IPS del municipio de Cartago (Valle), de donde es oriunda, y pese a que varios médicos la vieron previamente, ninguno pudo dar con un diagnóstico acertado. Desde gastritis hasta cáncer de estómago fueron las hipótesis que se oyeron de algunos galenos.Lo cierto es que en el momento de su muerte, ni en la EPS Coosalud saben con certeza el diagnóstico de la enfermedad que padecía Leidy, tal como lo reveló una fuente de esa entidad que pidió omitir su nombre, ya que no están autorizados para dar declaraciones ante los medios.Lo único claro por ahora es que el estómago de Leidy estalló internamente y eso le causó la muerte. Por lo demás, hay que esperar el dictamen de Medicina Legal.Pero antes de morir, la joven dejó un conmovedor video en el que no sólo suplica por su vida, sino que deja claro que aun en medio de una penosa enfermedad, su mayor preocupación eran sus hijos de 5 y 8 años de edad.El mensaje, que fue grabado desde un teléfono celular, iba dirigido a Emma Vélez, la veedora en salud del Cartago, Valle, municipio del que es oriunda la mujer enferma, “doctora Emma Vélez, yo soy Leidy Johanna Espinosa Cataño, acudo a usted porque necesito que me ayude (…)”, dice.Seguidamente le cuenta detalles de su periplo clínico y la urgencia de ser atendida por un cirujano que no llega, “(…) Estuve en la IPS desde el 29 hasta el día de ayer hospitalizada, esperando una remisión; me la hicieron anoche y que hoy venía el cirujano a las 3 de la tarde, y no llegó. Hacen sino hacerme exámenes y no me ponen cuidado (…)”, asegura la joven madre.Si bien aún no es claro si en este caso específico existió alguna negligencia médica o irregularidad de Coosalud en la aprobación de una remisión y cirugía oportuna, lo cierto es que pocas veces queda un testimonio tan nítido sobre las dificultades que padecen los pacientes a la hora de acudir a los servicios del sistema de salud.Y si a ello le agregamos que la denunciante murió minutos después de hacer el llamado de auxilio, es entendible la indignación colectiva que despertó ese doloroso caso de presunta negligencia médica con el que muchos colombianos se sienten identificados y aludidos.Frente a la polémica suscitada en redes sociales con el caso de Leidy Jhoana, Coosalud expidió un comunicado en el que asegura: “a la paciente le fueron autorizados y prestados todos los servicios ordenados por los médicos tratantes de la ESE municipal de Cartago (…)”Añaden que “(…) las instituciones que atendieron a la usuaria se encuentran habilitadas y prestan los servicios que requería la señora Leidy Espinosa, de acuerdo con el nivel de complejidad del caso, según las indicaciones de los médicos tratantes. Haciendo el análisis del proceso de atención para establecer las causas del deceso incluida la realización de una necropsia”.La otra revelación del dramático video de la joven Espinosa es su destinatario, ya que iba dirigido a Emma Vélez. ¿Quién es ella?La señora Vélez es una aguerrida mujer que lidera la veeduría en temas de salud en Cartago, Valle, el mismo municipio de donde es oriunda Leidy Jhoana. Desde hace un par de años Emma es vista en esa ciudad como una especie de ‘ángel guardián’ de los enfermos. Gracias a su ímpetu, capacidad de gestión y buen corazón, les ayuda a superar obstáculos, irregularidades y muchas veces arbitrariedades a las que ese enfrentan los pacientes.En el caso concreto de la muerte de Leidy, la veedora no se atreve a asegurar que se trató de una negligencia médica o de la EPS, pero sí advierte que hay muchos vacíos “que merecen ser investigados porque no es la primera vez que tenemos esos inconvenientes con esa EPS”.Con ese argumento justifica por qué subió el video a su página de Facebook, para visibilizar una presunta irregularidad que, según ella, es muy común dentro del sistema de salud.De hecho, la señora Vélez asegura que diariamente recibe entre 25 y 40 quejas de pacientes de Cartago que reclaman ante sus EPS cosas tan simples como "autorizar medicamentos, órdenes mal diligenciadas y reprogramación de cirugías”.La dolorosa historia de Leidy demuestra que cada vez más las redes sociales se convierten en una herramienta efectiva para que el grito desesperado de los pacientes sea escuchado por sus EPS. Lamentablemente, no siempre ese ocurre a tiempo.