En los años ochenta, todos los domingos, a las 7:30 de la noche, los colombianos tenían una cita con un programa de televisión que los reflejaba tal como eran Don Chinche, dirigida por Pepe Sánchez y protagonizada por Héctor Ulloa, contaba las historias de un maestro de obra bogotano, bigotudo, dicharachero y mal vestido, que solucionaba todos sus problemas con mucho ingenio y bastante humor. En contexto: Don Chinche: Nuevo fenómeno de la T.V. Pero el personaje nació mucho antes de llegar a la televisión. En un artículo de portada que Semana le dedicó al popular personaje, Ulloa contó que nació 10 años antes para un programa de Radio Capital, sin que el actor se imaginara que el personaje se convertiría en el símbolo de millones de colombianos. Luego, Ulloa fue llamado a la televisión, pero para participar en Yo y tú, el popular programa de la época, dirigido por Alicia del Carpio. Primero interpretó un papel que ella le asignó, pero las cosas no funcionaron. Ella lo volvió a convocar más adelante y le dio la oportunidad de desempeñar el papel que quisiera. "Yo le describí al personaje con todas esas características que lo han hecho popular y así entró tal cual al programa", contó en esa época Ulloa. También puede leer: El último esfuerzo de Pepe Sánchez Después del final de la serie, que estuvo por siete años en los primeros lugares de sintonía, Ulloa se metió a la política. Llegó a ser diputado de la Asamblea de Cundinamarca, a la que llegó con la votación más alta de la historia de la corporación. Ulloa, que además de político fue compositor de las canciones Cinco centavitos, Aunque me duela y El traje blanco, nació y murió en el municipio de La Vega (Cundinamarca). En el año 2016 recibió el premio honorífico Vida y Palabras. En el marco del Festival de Cine de Cartagena, la serie Don Chinche fue reconocida como la mejor serie del siglo XX en Colombia. El Chinche a los ojos de quienes lo conocían “Don Chinche era la cita obligada los domingos”, señala el también actor, escultor y vecino de Ulloa en La Vega, Luis Fernando Bohórquez. Era la época de oro de la televisión colombiana, en la que los colombianos solo tenían dos canales públicos para ver, pero no se perdían nada de lo que pasaba en ellos. “El Chinche Ulloa fue uno de los pioneros de la televisión”, agrega. Bohórquez pudo interactuar con el Chinche en su municipio natal, La Vega, en donde Ulloa fue un personaje muy importante, no solo por su trabajo en la televisión, sino por el respeto que se ganó de los demás habitantes de la población. “Como fue tan famoso por Don Chinche, entonces la gente lo escuchaba”, expresa el escultor. “Quiso hacer el bien para su pueblo”, añade. Además, también compartieron set algunas veces. “Él fue un romántico siempre, del arte, de la actuación, de la música. De esas personas que formaron la cultura de la actuación, entregado al teatro”, cuenta. Luis Fernando Orozco, otro reconocido actor de los ochenta, compartió también muchas veces el set con él. “Era un hombre supremamente ocurrente, inteligente; de una capacidad de improvisación absolutamente impresionante, que no se ceñía únicamente a la letra que le fijaba Pepe Sánchez”, relata. Orozco hacía el personaje del padre Rugeles en “Don Chinche”, sacerdote que era bastante comelón y cuyo distintivo era hacer retruécanos, es decir, si bien tenía intención de pronunciar algo determinado, debía cambiarlo por su investidura religiosa. “Chinche era muy buen colega, muy buen compañero, un extraordinario comediante, una persona supremamente brillante”, cuenta emotivamente Orozco. Algo que recuerda de su colega con mucho cariño es uno de sus dichos, como lo era “la situación está tan dura que si mi mujer se va con otro yo me les pego”. Para Orozco, “el Chinche podría ser el equivalente colombiano de Cantinflas”.