En la mañana de este martes -primero de marzo- se conoció que en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Santa Clara falleció un niño embera de tres meses de nacido, cuyos padres han permanecido asentados en el Parque Nacional desde hace más de cinco meses.

De hecho, el niño había nacido en el propio Parque Nacional el pasado 16 de noviembre y de inmediato fue trasladado a la Unidad de Servicios Materno Infantil con orden de inicio de plan canguro por bajo peso y con la necesidad de tener oxígeno permanente.

El menor de edad, tras el egreso de la Unidad de Servicios Materno Infantil para garantizar su recuperación nutricional, fue trasladado con su familia a una institución de la Secretaría Distrital de Integración Social, pero estando allí, de acuerdo con la Secretaría de Salud, los padres deciden suspender el uso permanente del oxígeno.

El 17 de enero de 2022 un equipo extramural de salud detectó signos de alarma en el bebé por posible infección respiratoria, por lo cual es trasladado en ambulancia a los servicios de urgencia del Hospital Santa Clara en compañía de su progenitora y una funcionaria del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).

El Hospital Santa Clara detectó alteraciones gastrointestinales, fiebre e ictericia en el menor y comenzó tratamiento médico, así como análisis para descartar patologías oncológicas y exámenes hepáticos y biliares.

Tras este parte médico, el niño fue trasladado para atención interdisciplinaria en el Instituto Nacional de Cancerología en donde permaneció entre el 22 de enero y el 3 de febrero, día en que regresó al Hospital Santa Clara para continuar el tratamiento.

Sin embargo, el 28 de febrero de 2022, producto de las condiciones médicas de base en estudio, el niño finalmente falleció en el Hospital Santa Clara.

De acuerdo con la concejal del partido Alianza Verde, Lucía Bastidas, es indignante que sigan aumentando las víctimas inocentes de los líderes que insisten en mantener a la comunidad embera asentada en el Parque Nacional. Según lo conoció la cabildante, el niño fue identificado como Jorvin Jannee Queregama Murillo.

“No podemos permitir zonas vedadas en la ciudad, de absolutamente nadie y esto ya lleva meses en Bogotá. Segundo estamos contando muertos y víctimas inocentes, esto es vergonzoso. El llamado es al Gobierno nacional y distrital, que dejen el pimponeo y que hagan que retornen los embera a sus resguardos”, aseguró la concejal Bastidas.

Así mismo, la cabildante denunció que hay un tema de vividores con las víctimas y es un tema que lo ha venido denunciando pero al que el Distrito no le ha prestado mucha atención. “Están utilizando a las víctimas para quedarse y para sacar usufructo porque han ido a llevar ayudas al Parque Nacional, no dejan entrar a la gente, pero adentro hay chazas donde están vendiendo estas ayudas”, agregó.

La muerte de este bebé de tres meses se suma a la de otro menor de edad que falleció en el Parque Nacional en noviembre del año anterior.

Se trataba de un niño de un año y nueve meses de nacido. En su momento, la Secretaría de Salud informó que el menor ya venía presentando quebrantos de salud y que la ambulancia en la zona lo asistió cuando presentó en paro cardiorrespiratorio, por lo que fue trasladado al Hospital San Ignacio y aunque se le prestaron todas las atenciones médicas, finalmente perdió la vida.

De igual modo, el fallecimiento de estos dos menores de edad se suman al de una mujer embera que murió en la UPI La Florida. La indígena fue identificada como Francisca Borocuara, de 56 años de edad, y aunque venía presentando quebrantos de salud desde hace varios días, se había negado a asistir a un centro médico.