Samuel Moreno Rojas, exalcalde de Bogotá, falleció este viernes a los 62 años de edad. El exmandatario, el protagonista más visible del escándalo del Carrusel de la Contratación que desfalcó al Distrito, sufrió un desmayo en la tarde del jueves 9 de febrero mientras se encontraba en su celda en la Escuela de Carabineros de la Policía Nacional, donde se encuentra privado de su libertad desde septiembre de 2011.
Tras el suceso, Moreno Rojas fue trasladado de urgencias al Hospital Militar. El primer reporte señaló que el exalcalde llegó sin signos vitales, hecho por el cual tuvo que ser reanimado por los profesionales de la salud. “En el documento se indica que Moreno Rojas, de 62 años de edad, habría sufrido un infarto agudo al miocardio”.
“Paciente con retorno a circulación espontánea y signos de perfusión posterior de reanimación con evidencia ecocardiografía, que sugiere infarto agudo al miocardio, por lo cual se traslada a la sala de hemodinamia para cateterismo cardíaco, y se confirma enfermedad coronaria severa”, precisa el documento.
La ascendente carrera política de Moreno se truncó después de que su nombre fuera vinculado a uno de los peores escándalos de corrupción en la historia del país, dilapidando millonarios recursos públicos y entregando los principales contratos de infraestructura (reparación de la malla vial, obras de valorización y la fase III de TransMilenio por la calle 26) a empresarios que no contaban con la experiencia, por lo que las obras se retrasaron, afectando gravemente la calidad de vida de los bogotanos.
El nombre del exmandatario distrital, quien fue elegido el primero de noviembre de 2007, empezó a sonar en este escándalo de corrupción después de que el empresario Miguel Nule Velilla -la cabeza más visible del poderoso Grupo Nule, que había recibido los principales contratos de infraestructura en la capital de la República- asegurara en una entrevista que esto no había sido casualidad, puesto que desde su posesión se habían comprometido con el alcalde a entregarle un porcentaje del valor de los contratos si se los adjudicaba.
Fue así como el abogado Álvaro Dávila Peña -una de las personas más cercanas a Moreno Rojas- se encargó de alterar los pliegos de condiciones para direccionar los procesos de licitación, beneficiando así a los empresarios pese a que no cumplían los requisitos mínimos. Fue así como los Nule se convirtieron en los principales contratistas del Distrito.
Posteriormente, el mandatario fue vinculado a las irregularidades en el contrato firmado en 2009, el cual buscaba modernizar el servicio de ambulancias en Bogotá. Por este caso -según reveló posteriormente el secretario de Salud Héctor Zambrano-, el entonces alcalde recibió seis mil millones de pesos como comisiones, puesto que el contrato tenía un valor cercano a los 67 mil millones de pesos.
Pese a que este fue el último proceso por el que fue vinculado dentro del Carrusel de la Contratación, el 8 de marzo de 2016 fue sentenciado a 24 años de prisión por su responsabilidad en los delitos de interés indebido en la celebración de contratos y cohecho propio en coparticipación criminal.
El pasado 16 de noviembre, el exalcalde recibió una buena noticia después de que la Corte Suprema le rebajara su condena de 24 a once años de prisión por su participación en la entrega irregular de millonarios contratos de malla vial, los cuales fueron direccionados por el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU).
En esa oportunidad, el alto tribunal casó parcialmente el fallo y lo absolvió del delito de peculado por apropiación a favor de terceros, lo que le representó una rebaja en la sentencia. Aunque no era lo que quería, pues el exmandatario buscaba que se anulara todo el fallo emitido el 13 de noviembre de 2019 por la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá.
Moreno Rojas fue sentenciado por haber creado una empresa criminal junto a su hermano, el entonces senador Iván Moreno Rojas, en la que se cobraba el 10 % del valor total de los millonarios contratos de infraestructura vial. Tras varias reuniones, se entregaba a dedo los convenios a empresarios ―entre los que se encontraban Emilio Tapia y Julio Gómez―.
Por esta red de corrupción ya fueron sentenciados varios exconcejales de Bogotá, contratistas, funcionarios públicos y particulares que se beneficiaron directamente con la entrega irregular de estos contratos. Las demoras en las obras y fallas afectaron considerablemente la calidad de vida de los bogotanos.
Desde 2011, Moreno Rojas se encuentra privado de su libertad en la estación de Policía de Carabineros, en el centro Bogotá. En todos los procesos penales, disciplinarios y fiscales por el Carrusel de la Contratación se ha declarado inocente.
Por el tema del Carrusel de la Contratación, el 23 de octubre de 2011, el entonces procurador general Alejandro Ordóñez Maldonado lo suspendió de su cargo por tres meses mientras se adelantaba la investigación. Posteriormente, fue destituido e inhabilitado por 18 años para ejercer cargos públicos.
Tenía pendiente un proceso penal por el caso Odebrecht, referente a la entrega del contrato Tunjuelo-Canoas que tenía como objetivo descontaminar el río Bogotá. Según la Fiscalía General, el entonces alcalde mayor de Bogotá habría recibido cerca de mil millones de pesos de un grupo de empresarios y contratistas que estaban interesados en el millonario contrato, el cual tenía un valor total de 244 mil millones de pesos.
Siendo parte activa de la junta directiva de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, que era la encargada del proceso de contratación, se hizo una manipulación del pliego de condiciones y fechas para así beneficiar a los contratistas que ya se habían comprometido a pagarle la respectiva comisión.
Moreno Rojas fue acusado por los delitos de peculado por apropiación, cohecho por dar u ofrecer, concierto para delinquir e interés indebido en la celebración de contratos. En todas las etapas probatorias se declaró inocente.