Tulio Zuloaga, presidente de la Asociación del Sector Automotriz y sus partes (Asopartes) durante más de 20 años, falleció este miércoles en Bogotá a causa de un paro cardíaco, informó la agremiación.
Zuloaga padecía leucemia, una delicada enfermedad que lo acongojó durante algún tiempo, y había sido internado en una clínica del norte de Bogotá, desde donde informaron sobre su fallecimiento.
Lluvia de condolencias
Son varios los personajes y gremios nacionales que están manifestando sus condolencias por la muerte del que siempre se destacó en el país como el dirigente gremial de un sector que libró duras batallas, en las épocas en las que Colombia negociaba los tratados de libre comercio, principalmente con Estados Unidos.
Nacido en Barranquilla, pero con raíces paisas, Zuloaga se formó académicamente como administrador y también como filósofo. Su gran interés por el conocimiento lo llevó también a realizar estudios en psicología, técnica en ventas y alta gerencia. Su primer trabajo estuvo relacionado con el aprendizaje de la lengua inglesa, lo que logró con dominio, tras su permanencia en Estados Unidos. Un colegio de Barranquilla fue el que le dio la oportunidad de tener su primera experiencia laboral.
Luego, se enroló con el tema automotriz, por pura casualidad, como él decía, para luego hacer parte de juntas directivas en varias empresas.
En el deporte, era amante del fútbol y de la bicicleta, pero nada le apasionaba tanto como la literatura universal y la música. Su instrumento favorito, la guitarra, era parte de lo que más le gustaba hacer: tocar frente a una chimenea.
Uno de sus hijos, el reconocido influencer de la industria gastronómica, quien lleva su mismo nombre, también manifestó sus sentimientos ante el fallecimiento de su padre.
Gran viajero
Durante los años en los que Zuloaga llevó el timonel de Asopartes, logró posicionar a ese gremio como uno de los motores de la economía.
En diversas entrevistas contó la manera en que se tropezó con el sector, lo que ocurrió en la década del 70 cuando un conocido le propuso entrar al negocio de baterías de carro.
Para un filósofo y cercano a los libros, la idea sonó curiosa. Y, como era un hombre de retos, lo aceptó.
Zuloaga señaló, posteriormente, que nunca se arrepintió de entrar a ese mundo, pues desde allí tuvo la oportunidad de conocer a mucha gente.
Viajero por el mundo, siempre resaltó su gusto por los paisajes colombianos, los cuales visitó junto con su esposa María Consuelo, quien lo acompañó en todo momento, hasta el final.
Pese a su enfermedad, cumplió lo que quiso hacer: “Quiero ser activo hasta el día que muera”.
Fenalco estuvo muy ligado a Asopartes
Desde el gremio de comerciantes, Fenalco, también expresó sus condolencias Eduardo Visbal, muy ligado al tema automotriz.